
En lo que va del 2025, el Congreso de la República ha presentado más de 50 proyectos de ley que proponen la creación de nuevos distritos e incluso provincias en 19 regiones del Perú. Estas se sumarían a las 1,891 municipalidades provinciales y distritales existentes, según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Solo en el último mes se registraron 11 propuestas de este tipo, todas aún pendientes de debate en la Comisión Legislativa de Descentralización, Regionalización, Gobiernos Locales y Modernización de la Gestión del Estado.
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Más distritos y provincias
En total, a lo largo del año se busca crear 48 nuevos municipios distritales, concentrados principalmente en Cusco, Puno, Junín, La Libertad y Áncash. Estas cinco regiones reúnen más de la mitad de las propuestas.
En el caso de Puno, se busca incorporar seis nuevos distritos: Wancho Lima, Santa Catalina, Isani, Yanapata, José Carlos Mariátegui y Totoroma. Actualmente, todos ellos son centros poblados, parte de los más de 94 mil que existen en el país, de acuerdo con los Censos Nacionales 2017.
Paradójicamente, los gobiernos locales de Puno figuran entre las 10 regiones de menor ejecución presupuestal. Según el portal de Consulta Amigable del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), las municipalidades puneñas solo han ejecutado el 46.3% del presupuesto asignado para este año.
Situaciones similares se observan en La Libertad (46.6%), Junín (45.8%) y Áncash (44.8%), donde los municipios también han utilizado menos de la mitad de los recursos previstos para el 2025.
Otras regiones donde se plantean nuevos distritos son Pasco, Apurímac, Piura, Cajamarca, Huancavelica, Arequipa, Huánuco, Callao, Ucayali, Ayacucho, Loreto y San Martín.
En cuanto a provincias, los congresistas han propuesto este año la creación de tres: Caulamarca (Apurímac), San Juan Bautista (Loreto) y San Juan de Lurigancho (Lima).
Cabe mencionar que la idea de convertir a San Juan de Lurigancho en provincia no es nueva, ya a inicios de 2024 se presentó un proyecto similar, aunque sin avances concretos.
Esta intención de crear más municipios supera lo visto en el 2024, cuando se presentaron 37 proyectos, y en 2023, cuando se planteaba la creación de 31 adicionales. De hecho, en algunos casos las solicitudes se repiten.
Caso Santa Rosa: Por ahora el único distrito creado este año es el de Santa Rosa de Loreto en la provincia de Mariscal Ramón Castilla del departamento de Loreto, acelerado ante el conflicto con Colombia.

¿Cómo impactaría?
Uno de los impactos más significativos de este tipo de medidas es la presión sobre el gasto público, advirtió Juan Carlos Odar, director de Phase Consultores. Esto podría poner en riesgo el presupuesto público que recibirá el nuevo gobierno que ingrese el próximo año.
Aunque el punto de partida al crearse un nuevo distrito a partir de otro preexistente sea mantener el presupuesto en un monto similar, es complicado que el municipio que se divide acepte una reducción de sus propios recursos para que parte de ellos financien a una nueva gestión.
“Es difícil que en ese escenario el distrito ‘matriz’ permita que sus recursos se reduzcan”, comentó a Gestión.
Para la directora ejecutiva de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES), Mónica Muñoz Najar, esta creación de distritos podría no ser una presión muy grande sobre el presupuesto en el inmediato plazo. Si bien la creación de distritos exige generar todo el sistema administrativo, las partidas para el personal y el presupuesto de inversión pública, el verdadero problema de presión presupuestal se ve más a futuro.
“Lo que representa una presión, a medida que van pasando los años, es que no se generen los suficientes recursos a nivel nacional como para seguir justificando que se sigan aumentando (los distritos) e incluso si hubiera más recursos habría problemas con la atomización administrativa", indicó.
Muñoz Najar resaltó que Perú padece una de las mayores atomizaciones de distritos en Latinoamérica. Esta fragmentación hace que sea muy difícil poder hacer buena gestión en un montón de distritos que tienen menos de 5,000 habitantes. En su opinión, la gestión administrativa del Estado ya está “demasiado partida y seguir dividiéndola es un error”.

A su vez, Odar coincidió en que incluso si el gasto solo se redistribuye y no hay un aumento presupuestario, el impacto en la eficiencia es inmediato.
“Podría haber ineficiencia de varias fuentes. Por ejemplo, gastos más atomizados que generan una menor capacidad de planificación, e impulsan más bien obras más pequeñas en vez de proyectos de mayor envergadura. Hay una mayor probabilidad de asignar directamente una serie de obras, sin necesidad de entrar a esquemas de licitación, sino más bien asignación directa”, señaló.
A esta ineficiencia técnica y los problemas de presión fiscal se suma la dificultad para la fiscalización de la Contraloría a los municipios, y se podría generar mayor corrupción.
Además, es probable que estos nuevos distritos carezcan de los recursos humanos y técnicos suficientes para abastecer las necesidades de la población, acentuando o manteniendo las carencias iniciales.
De acuerdo con Muñoz Najar, las motivaciones para la creación de nuevos distritos parecen ser, en general, políticas o económicas. “Cuando uno mira las zonas donde se quieren crear los nuevos distritos, son áreas que tienen canon o tienen acceso a recursos de ese tipo. Entonces, al final más es una pelea por un tema de recursos”, refirió.
Najar añadió que, si bien la mayoría de los proyectos de ley que ha revisado involucran distritos muy pequeños, con menos de 5,000 habitantes, existen casos de distritos grandes como San Juan de Lurigancho o Ventanilla donde la división sí tendría sentido.


Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de San Martín de Porres con experiencia en radio, tv, redes sociales y medios impresos. Escribo y hablo sobre economía y finanzas desde el 2020.








