
Ya han pasado casi cuatro días desde que despegó el primer vuelo desde el nuevo terminal del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez (AIJCH) hacia Atlanta (Estados Unidos). En este tiempo, varias dificultades fueron alertadas; y si bien, a estas alturas, parece haberse dado una mejora, aún hay retos que superar.
De hecho, ayer, se publicaron distintos videos en redes sociales mostrando filtraciones de agua en oficinas del nuevo terminal. Frente a ello, Lima Airport tuvo que pedir disculpas y comentar que ya se habían realizado las acciones correctivas necesarias con su contratista para solucionar esta situación. Entre otras situaciones que aún son complejas para los usuarios.
En este contexto, Gestión conversó con Verónica Zambrano, presidenta del Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositrán), no solo de la situación actual del aeropuerto, sino también del análisis que viene realizando el regulador sobre el retraso que implicó no abrir las puertas del terminal en marzo, como se acordó, sino en junio.
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Retraso en la inauguración del Jorge Chávez
Cabe recordar, que inicialmente estaba previsto que el terminal abra sus puertas en enero de este año. Sin embargo, concesionario y concedente, es decir el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), llegaron a un acuerdo para aplazar la fecha a marzo. Cumplido el plazo, no se logró iniciar operaciones a tiempo, sino que se tuvo que esperar hasta el 1 de este mes.
“Estamos en un procedimiento de fiscalización, pidiéndole descargos (a LAP) para que nos indiquen cuáles serían las razones que impidieron se inicie en la fecha prevista (30 de marzo) (...)”, apuntó Zambrano.
Adelantó que este proceso durará seis meses, por lo que antes de que culmine el año se debe tener “identificado si ha habido infracción o no”.
“Obviamente pueden apelar porque es un procedimiento administrativo el que seguimos. Ellos tienen derecho a presentar todas las observaciones que se generen”, anotó.
La presidenta del regulador evitó adelantar juicio sobre cuál podría ser el eventual resultado.
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El nuevo terminal del Jorge Chávez
En otro momento, Zambrano aclaró que lo que Ositrán ha sido responsable es de analizar infraestructura y equipamiento, y a partir del inicio de operaciones, deben medir –como es su rol– los niveles de servicios y requisitos técnicos mínimos de calidad.
“Antes también los medíamos, en el antiguo terminal, pero por problemas de infraestructura no podíamos sancionar, así se había establecido en el contrato. Pero, a partir de ahora, el incumplimiento de niveles de servicios o requisitos técnicos mínimos van a generar infracciones”, explicó.
Esto que detalla Zambrano es un punto de partida para entender su respuesta al MTC. El ministerio había dicho, en un comunicado, que había encargado al Ositrán que fiscalice lo ocurrido con el abastecimiento del combustible en el aeropuerto.
Esto lo cuestiona el regulador porque esta situación no se generó ni por falta de infraestructura o equipamiento, por lo que era una situación netamente bajo el radar del ministerio.
“Ositrán lo que supervisa es que exista infraestructura y equipamiento. LAP cumplió con construir la red para distribuir el combustible y con colocar los puntos donde se deben poner las naves para dicho fin. También hemos verificado que cuentan con los equipos para el abastecimiento, tienen 33 vehículos (18 carretas y 15 móviles)”, repasó la presidenta del regulador.
“Si hubiera sido por infraestructura o equipamiento, no se resuelve solo con una resolución”, mencionó Zambrano.