El presidente del Consejo de Ministros, Eduardo Arana, se presentó ante el Congreso de la República de Perú con los lineamientos de la política general de Gobierno, para pedir el voto de confianza. Uno de los puntos incluidos es la “reactivación” del llamado shock desregulatorio, una estrategia orientada a simplificar normas, eliminar trámites innecesarios y reducir la burocracia que limita la inversión privada y la actividad económica, especialmente en regiones.
Hay que recordar que este shock fue elaborado durante la gestión de José Salardi, en el ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y contaba con más de 400 medidas. Al Arana mencionarlo en su discurso, se entiende que el nuevo ministro del MEF, Raúl Pérez Reyes, va a continuarlo.
Arana mencionó que el enfoque planteado incluye una visión de inclusión productiva y competitividad regional, con el objetivo de generar un entorno más eficiente y ágil para empresas y ciudadanos. Según el texto, esta medida podría aportar entre 0.8% y 1% adicional al crecimiento del PBI al cierre de 2025.
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Para ello, se asigna al Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) la tarea de continuar con la eliminación de 5,050 procedimientos administrativos considerados barreras burocráticas, como parte de un esfuerzo nacional por facilitar la formalización y dinamizar la economía.
Aunque no se detalla un cronograma de implementación, la inclusión de esta propuesta dentro del plan oficial representa una señal de continuidad y ampliación respecto a iniciativas previas en materia de simplificación regulatoria.
