
Estados Unidos genera preocupación en los mercados internacionales y podría impactar en el Perú. La política proteccionista impulsada por el presidente Donald Trump abre la posibilidad de una nueva guerra comercial con China y viene impactando en los precios de los commodities como el cobre.
En el caso de Perú, donde el cobre es el principal producto de exportación, la volatilidad en el precio de este metal podría tener impacto en los ingresos fiscales del 2026, es decir, del próximo gobierno que ingresará tras las elecciones generales.
Alonso Macedo, economista del Instituto Peruano de Economía (IPE), explicó que la cotización del cobre se refleja en el valor de nuestras exportaciones. Si las empresas mineras venden más al exterior, mayores serán los recursos de la caja fiscal del país.
“La recaudación de las empresas mineras supone una proporción bastante importante de la recaudación total que realiza el Estado peruano y cuando los precios son altos, sobre todo el cobre, eso conlleva una mayor rentabilidad de las empresas y, por ende, una mayor recaudación del impuesto a la renta”, comentó a Gestión.
Por su parte, Juan Carlos Odar, economista y director de Phase Consultores, precisó que no todos los efectos del precio del cobre en la recaudación son inmediatos, pues también se da una regulación de impuestos.
Según precisó, un buen año en términos de precio del cobre impacta no solo en la posición fiscal del mismo año, sino también en el siguiente año.
“Cuando las empresas han tenido utilidades extraordinarias, es decir, niveles de utilidad mayores a lo esperado, entonces tienen que hacer la regularización en la campaña del año siguiente. Entonces, un buen año en términos de precio de cobre tiene un impacto sobre todo en una mejora de la posición fiscal, no solamente ese año, sino también en el siguiente”, explicó.
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¿Impacto temporal?
En los últimos meses, el precio del cobre ha mostrado una tendencia al alza, impulsada en parte por la expectativa de nuevos aranceles en Estados Unidos. Por ahora, la cotización del metal rojo ronda los US$ 4.40 por libra en la Bolsa de Londres.
En el último boletín del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) se recogió que, del 19 al 26 de marzo, la cotización del cobre bajó un 0.3% a US$ 4.48 la libra. Entre las causas está las preocupaciones sobre el impacto de tensiones comerciales sobre la economía mundial.
Las empresas estadounidenses quieren abastecerse antes de que se implementen aranceles, lo que ha llevado a un repunte del precio, precisó Macedo, del IPE. Sin embargo, se trata de un efecto temporal.
Este impulso podría desvanecerse en las próximas semanas si efectivamente se materializan los aranceles al cobre con los que viene amenazando Trump.
“Cuando vengan los aranceles se va a acabar esa rentabilidad y el desempeño del precio del cobre va a estar más impulsado por los factores de siempre, es decir, por el desempeño del sector manufacturero global con especial énfasis en China”, sostuvo.
Ese es el punto que podría impedir una mayor recaudación. En los últimos meses, ya se advertía que China, el mayor consumidor de cobre del mundo -con más del 50% de la demanda global-, podría verse golpeado con nuevos aranceles que podrían llevarlo a una desaceleración económica que reduciría su consumo de cobre.
Este escenario, señaló Macedo, sería el mayor miedo de los países que le exportan metal rojo a China, entre ellos el Perú, pero ¿qué tan preocupante es la situación de este mercado?
Por el momento, indicó, sin un panorama claro sobre los anuncios de aranceles para determinar un impacto preciso, en China se vienen preparando para tomar las medidas que requieran para reactivar su economía. Esto incluye un incremento de la previsión fiscal en 4% a China, la mayor en 30 años.
El economista del IPE resaltó que, al menos en estos primeros meses del 2025, ya se observa cierta recuperación en el consumo y en la producción industrial china.
En tanto, otra preocupación podría ser la situación global que se tendría si continúa escalando la guerra comercial.
“El problema con la estrategia de Trump es que no ha considerado que los países afectados pueden tomar medidas de represalia. La guerra comercial podría escalar y el impacto en el comercio global sería significativo. Esto podría hacernos quedar cortos en las proyecciones, va a depender de lo que pase en los siguientes meses”, agregó Odar, de Phase Consultores.
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¿Cuál sería el balance para la recaudación del 2026?
A pesar del panorama de incertidumbre, Macedo del IPE estimó que, con el promedio anual del precio del cobre que se observa, todavía se esperaría una recaudación alta para el cierre de este año.
“Los precios del cobre para este año tienen riesgos a la baja, pero si se mantienen por encima de los US$ 4, todavía se podrían sostener los ingresos fiscales en 2025”, señaló.
Sin embargo, en 2026 la situación cambiará, pues los ingresos extraordinarios que se están viendo en 2025 —producto de la regularización del impuesto a la renta y actualización en los coeficientes— no se repetirían.
El economista del IPE consideró que, en este momento, tenemos una situación fiscal positiva por el lado de los ingresos, lo cual no sería igual de cara al próximo año.
“Hacia 2026 probablemente no tengamos esa situación y ahí es preocupante especialmente por el contexto del déficit. Si con esta ayuda (de mayores precios) no se logra reducir el déficit (en 2025), el 2026 será un año aún más difícil”, anotó.
Por ahora, las proyecciones del IPE indican que el déficit fiscal, en 2025, se reduciría a 2.8% del PBI, pero seguiría incumpliendo la regla fiscal, establecida en 2.2%. Para 2026, se espera que el déficit suba a 3.1% del PBI, marcando el cuarto año consecutivo en el que no se alcanza la meta de 2.2%.
Odar coincide con esta posibilidad de incumplimiento fiscal. Para el 2025 se estima que el déficit fiscal podría reducirse a 2.5% del PBI, mientras que, en 2026, se calcula que aumentaría a 3% del PBI.
“El próximo año ya habrá otro Gobierno y la segunda mitad del 2026 será una incógnita. Dependerá de quién llegue, qué políticas adopte y si será promotor de inversión pública con más crecimiento del gasto o, por el contrario, si es que va a ser más austero”, señaló.
En medio de esto, añadió, continúa la incertidumbre sobre el impacto que podrían tener las tensiones comerciales más allá de 2026, pues habrá que ver si estas medidas se extienden o se endurecen, y si podrían terminar afectando el crecimiento económico no solo en China y Estados Unidos, sino en todo el mundo.

Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de San Martín de Porres, con experiencia en radio, tv y web. Escribo y hablo sobre economía y finanzas desde el 2020.