
El 2025 ya está casi “jugado” y presenta un buen dinamismo en los indicadores que mueven la economía peruana. Paul Castillo, gerente general del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), destacó que la actividad mantendría este ritmo en los siguientes meses, marcando así un buen inicio del 2026.
“Estamos entrando a buena velocidad [por los indicadores que tenemos actualmente]. Vamos a entrar [al 2026] con un buen ritmo de crecimiento. Eso haría que sean mejores de lo que anticipamos [las proyecciones económica del próximo año]”, comentó durante el evento “Perú: Crecimiento Sostenible y Perspectivas 2026”, organizado por las carreras de Economía de la Universidad Científica del Sur, la mañana de este martes 25 de noviembre.
A mediados de diciembre, el BCRP presentaría su reporte de inflación correspondiente a dicho mes, en el que podría ajustar sus estimaciones. Sin embargo, Castillo también indicó que un factor a considerar es la incertidumbre por las elecciones generales, lo que podría mitigar un mayor avance.
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Indicadores clave
El primer indicador que mencionó Castillo fueron los términos de intercambio comercial, que registra niveles históricos en más de 70 años, cuando menos.
Este panorama se sostendría durante el 2026, explicado en una alta demanda del cobre para cubrir la producción de vehículos eléctricos, el desarrollo de data center (impulsados por la expansión de la inteligencia artificial), entre otros.
Castillo también resaltó al sector exportador no tradicional. “Viene muy productivo y tiene la capacidad de competir fuertemente”, indicó.
Así, ante el superávit comercial generado y sus efectos (como una mayor recaudación tributaria), señaló que el reto estará en no malgastar los ahorros y, por lo contrario, orientarlos a inversiones que potencien el crecimiento del país.
“Esto podría darse, por ejemplo, con la modernización de infraestructuras. Se puede potenciar el crecimiento de largo plazo, gracias a los altos términos de intercambio”, comentó.
Castillo, además, valoró el crecimiento del empleo, apuntando que la masa salarial formal (que considera los niveles de empleo e ingresos) marca un crecimiento de casi 8%, en términos reales. “Esto genera un mayor gasto de consumo”, indicó.

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Optimismo moderado
Otra arista que abordó el funcionario fueron los niveles de expectativas empresariales. Como muestra, presentó que las importaciones de bienes de capital vienen aumentando a doble dígito.
“Este año se ha consolidado la confianza sobre el nivel neutral. Un optimismo moderado, que no es desbordante, pero sí suficiente para que se recupere la inversión privada, que registró un número interesante. Se tuvo un cambio en el sentimiento del consumidor, del empresario, hay un poco más de confianza”, refirió.
La entidad monetaria reportó que, en este tercer trimestre, la inversión privada se aceleró y anotó un crecimiento de más de 11%, su mayor rimo desde 2013.
Agregó que, si bien el Producto Bruto Interno (PBI) crece en alrededor de 3%, la demanda interna avanza a casi el doble de ese ritmo (cerca del 6%).
“En resumen, el Perú crece por factores positivos del entorno internacional, pero también porque tiene la capacidad de exportar en el sector no tradicional”, indicó.
A modo general, Castillo sostuvo que la evolución en el año resultó positiva respecto a lo que se esperaba, cuando en abril se dieron indicios de una guerra comercial.
“Se crearon condiciones para las economías emergentes, como la peruana. No ha tenido un impacto importante en el año. Ahora, partimos de una situación favorable: el ánimo, la confianza del consumidor se ha recuperado y hay stock de ahorro interno. Tenemos condiciones para seguir creciendo cerca al ritmo potencial. El reto es cómo acelerarlo”, complementó.

Bachiller en Comunicación y Periodismo en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), especializado en economía, negocios, mercado laboral, políticas públicas, tributario, procesos concursales.








