
En el Perú, el ejercicio de difundir la investigación científica, el desarrollo y la innovación tecnológica —resumidos en las siglas I+D+i— ha encontrado un impulso en la tributación. ¿De qué se trata?
Desde el 2016, las empresas nacionales cuentan con la posibilidad de reconocer sus inversiones en proyectos de esta tipología como gastos en la Declaración Jurada Anual del Impuesto a la Renta (IR). La superdeducción tributaria que se desencadena de este proceso puede alcanzar el 60%, el 90% o el 140%, lo que generaría hasta crédito fiscal.
En esa línea, Claudia Carpio, especialista del programa Beneficios Tributarios del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec), el organismo a cargo, recuerda que está a punto de vencerse el plazo de recepción de solicitudes 2025, conforme a lo establecido en la Ley N° 30309. ¿Cuándo? El 11 de octubre.
Asimismo, adelanta para Gestión las cifras que caracterizan la actual convocatoria.
LEA TAMBIÉN: Desde Julio C. Tello hasta la Ley Universitaria: así marcha la investigación en el Perú
Beneficio tributario: ¿hay acogida en Perú?
La experta señala que la postulación de este año no registra el pico de expectativas que Concytec planificó.
“En este 2025, ya tenemos como 40 solicitudes recibidas. Nuestra expectativa, para el año, es que por lo menos entren 100 solicitudes; y nuestra métrica es que, de dos [solicitudes], se apruebe una. Nosotros tenemos una plataforma de asistencia técnica previa: antes de hacer la postulación formal, las empresas nos consultan, las orientamos. Eso hace que, si se presentan 100, lo ideal sería aprobar 50 proyectos”, comenta Carpio.
Además, es tajante ante la consulta de si podría o no ocurrir un giro esporádico en el comportamiento de las empresas durante el tiempo que queda, que es poco más de una semana: “No. Esta meta la podríamos alcanzar si es que hay un aliento en relación a la ampliación de la norma”.
Se refiere a que, sumada a la preocupación sobre la acogida de esta medida, está la inquietud ante una futura decisión del Legislativo.
“La iniciativa empezó en el año 2016. Este beneficio tributario se ha ido renovando cada cierto tiempo; es decir, su primera vigencia cubrió desde el 2016 al 2019; luego, estuvo vigente 2020, 2021 y 2022; y la última renovación que ha sido 2023, 2024, 2025. Ahora estamos a la espera de que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) pueda derivar nuestro proyecto de ley al Congreso de la República para que se apruebe antes de que termine esta legislatura”, detalla.

LEA TAMBIÉN: Día del Inventor y del Científico: ¿Cuántos investigadores registrados hay en Perú?
Renovación de la norma: urgencia
Con respecto al vencimiento de este periodo para disponer de los beneficios tributarios, Carpio subraya que Perú requiere alinearse con las naciones vecinas en materia de difusión de la I+D+i.
“La renovación de la norma es importante porque es la única que existe en cuanto a promoción de la inversión privada vinculada. No existe otra igual y tenemos que estar a la par de todos los países que tienen más de una norma que impulsa la inversión masiva. Estas medidas son de larga data: debe haber tanto fondos concursables como estos fondos indirectos a través de la inversión masiva”, expone.
“Si finalmente no se logra la renovación, les pedimos a las empresas que nos contacten en este mes de octubre para que puedan presentarse y, por lo menos este año, nosotros hacer todo lo posible para que se apruebe una gran cantidad de proyectos que se ejecuten en el 2026. Hemos hablado con gremios como la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) y la Cámara de Comercio de Lima (CCL) para promover el beneficio tributario”, agrega.
Sin embargo, en este marco, Carpio encuentra una explicación sobre la baja participación empresarial peruana: “En la literatura internacional, a través de los artículos de la OCDE, las empresas se demoran de 10 a 15 años para internalizar que esto [la facilidad] existe. En Perú, la norma recién va a cumplir 9. Entonces, sí es un proceso de maduración que no es rápido, pero creemos que lo estamos logrando”.

LEA TAMBIÉN: Beneficio fiscal por innovación vence en el 2025 y aún no hay claridad
Inversión en I+D+i: otros aportes económicos
La especialista identifica contribuciones extras alrededor de este sistema tributario especial para aquellas organizaciones que apuesten por el I+D+i.
“En el caso de aquellas empresas que generan ingresos menores a 2,300 UIT, por cada S/100 ellas van a deducir no S/100, sino S/240. Es decir, S/100 más S/140, que es el porcentaje. Entonces, la reducción de la base imponible, y por tanto el pago del impuesto a la renta, es todavía menor”, aborda.
“Además de ello, lo que hemos visto a lo largo de los años es que se genera conocimiento para los trabajadores; o sea, una cultura de la investigación que no solamente va a ayudar al ámbito de la empresa, sino, inclusive, a las comunidades que están alrededor”, añade.
Ejemplifica, así, dos casos de índole social que se desprendieron de esta financiación estratégica:
“Por ejemplo, empresas mineras que han hecho inversiones vinculadas a temas agrarios porque les interesaba que las comunidades aledañas puedan tener algún provecho en relación a lo que ellos querían. [...] Hace algunos años también hubo un proyecto que estaba asociado con temas de acuicultura, y se logró que una comunidad tenga un mejor proceso en la crianza de truchas, y estas truchas ya ahora son vendidas en los supermercados de Lima”.

LEA TAMBIÉN: Congreso propone crear el Ministerio de Ciencias: ¿cerrará la brecha de innovación?
Reconocimiento a las iniciativas de I+D+i
La vocera apunta a que los esfuerzos del Concytec generan mejores resultados cada año, pero aún no es suficiente: se necesita un mayor grado de conciencia entre las organizaciones.
“Nosotros todos los años, cuando realizamos la Semana Nacional de la Innovación, premiamos a estas empresas que están ejecutando proyectos, porque creemos que están generando un superimpacto. [...] En conclusión, existen muchas externalidades positivas de esta norma, adicional a la financiera para la propia empresa”, resume.
En efecto, la última Semana de la Innovación se realizó en junio de 2025, en Trujillo, y culminó con una cifra récord de más 80,000 personas, quienes participaron en plenarias, talleres y ferias sobre tecnologías emergentes, economía circular, inteligencia artificial, innovación pública, beneficios tributarios y más.

Redactora de Economía en diario Gestión. Periodista piurana con seis años de experiencia profesional en el rubro.