
El mercado laboral en Lima sigue mostrando señales de recuperación en el arranque del 2025. ¿Quién sostuvo esta dinámica? Gestión revisó la data disponible.
Durante el verano, entre enero y marzo de este año, se registraron cerca de 5.5 millones de trabajadores en la capital. Esto significó un incremento de 1.7% respecto a similar periodo del año anterior, según información del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
El grueso de estos trabajadores tiene educación superior: 2.8 millones de empleados cuentan con carrera universitaria o no universitaria (para efectos prácticos usaremos también como sinónimo: estudios técnicos). Aun así, ambos grupos se han movido de manera distinta.
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Educación técnica y universitaria, las diferencias en el empleo en Lima
Los trabajadores con educación universitaria sumaron 1.6 millones en verano, es decir, 0.7% más que en similar periodo del 2024. En tanto, los trabajadores con educación no universitaria subieron a 1.2 millones, un aumento de 6.6% en el verano.
A esto se suma que las personas con formación técnica vieron un mayor crecimiento en empleos adecuados en estos primeros meses del año: 773,100 laboran 35 o más horas a la semana y reciben una remuneración por encima del ingreso mínimo, es decir, 19.1% por encima que enero - marzo del 2024.
Los trabajadores en empleos de calidad que cuentan con estudios universitarios, aunque en valor absoluto son más (1.2 millones), aumentaron 5.7%.
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Para Paola Herrera, economista del Instituto Peruano de Economía (IPE), estos resultados evidencian un buen panorama para el mercado laboral, que tenía usual desencuentro entre la oferta educativa y la demanda de las empresas.
“Esto nos indica que las personas que optaron por carreras técnicas también están encontrando mejores condiciones laborales y se están alineando con las demandas de habilidades o de ocupaciones que buscan las empresas formales. Quizá algunos jóvenes han podido ver que muchas profesiones con demanda tienen que ver con estudios técnicos y han decidido apostar”, comentó a Gestión.
Daniel Galdos, gerente comercial de ManpowerGroup Perú, coincidió en que se viene alcanzando un crecimiento sostenido en la demanda de perfiles técnicos.
Esta tendencia, sostuvo Galdos, responde a una transformación en la estructura productiva de varias industrias, sumado a una falta de trabajadores capacitados en campos técnicos para cubrir todas las vacantes disponibles.
“Esto responde a la transformación digital y productiva que atraviesan muchas industrias, que requieren personal capacitado para implementar, mantener y operar estos nuevos procesos. Además, hay una escasez estructural de talento técnico que profundiza esta demanda”, señaló.
Cabe mencionar que, un reciente estudio de ManpowerGroup indicaba que entre las industrias con mayores problemas para encontrar trabajadores adecuados estaban las de Energía; Finanzas y bienes raíces; Transporte, logística y automotriz; Ciencias de la Salud; y Servicios de comunicación.
Ahora, de acuerdo con ManpowerGroup, la mayor demanda de técnicos se concentra en sectores como la industria manufacturera, energía, logística, construcción y agroindustria.

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¿Los técnicos tienen más facilidad para encontrar trabajo?
Aunque las carreras universitarias, podría parecer, ofrecen mejores perspectivas a largo plazo, el representante de ManpowerGroup apuntó que los técnicos están teniendo mayores facilidades para insertarse rápidamente en el mercado laboral.
“La educación técnica ofrece una salida laboral más rápida, especialmente en sectores con alta demanda y escasez de talento”, indicó.
Si bien se observa que la formación técnica responde mejor a las necesidades que tienen las compañías respecto a las habilidades prácticas y de adaptación inmediata que valoran en sus empleados, aclaró que no necesariamente se están priorizando las contrataciones de técnicos.
Por su lado, Herrera del IPE señaló que la facilidad que tendría cada profesional para lograr ser empleado depende del sector en el busque desempeñarse y qué habilidades específicas demande ese rubro.
“En muchos casos, una carrera técnica de calidad puede favorecer a aquellas personas que hayan leído bien las demandas de las empresas. Pero, ahora, con las tendencias de la recuperación del mercado laboral y de la situación de las empresas, se siguen demandando puestos para ambos (técnicos y universitarios)”, refirió.
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¿Qué esperar para los próximos meses?
Ambos especialistas coinciden en que las perspectivas para el empleo técnico son positivas para los próximos meses. El IPE estimó que, al menos hasta el primer semestre se continuará con la tendencia.
“Las oportunidades sí están mejor que hace un par de años, por todo el contexto de recuperación económica. Por lo menos en esta primera mitad del año se mantiene ese escenario optimista para estas personas con carreras técnicas”, dijo Herrera.
Si bien se observa con temor la economía a partir del segundo semestre, cuando estaremos a puertas de las Elecciones 2026, esto no necesariamente sería un obstáculo para las contrataciones de trabajadores.
Galdos resaltó que, aun en contextos económicos desafiantes, “los perfiles técnicos son esenciales para mantener la operación en muchas industrias. “Por eso, esperamos que la demanda se mantenga firme e incluso crezca en sectores clave”, destacó.
A esto, añadió, se suma el hecho de que la competencia por talento técnico ya trasciende las fronteras locales, con empresas de otros países ofreciendo mejores condiciones laborales para atraer profesionales peruanos.
“Cada vez vemos más empresas de Latinoamérica, Europa y Asia; ofreciendo puestos con condicionas más atractivas, e incluso dándoles todo el soporte necesario en los trámites para residencia y/o permisos de trabajo”, agregó.
Si bien esto abre nuevas oportunidades para la empleabilidad, también supone un reto para las empresas locales, que tendrán que mejorar sus condiciones para atraer y retener a estos profesionales.

Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de San Martín de Porres con experiencia en radio, tv, redes sociales y medios impresos. Escribo y hablo sobre economía y finanzas desde el 2020.