
El comercio mundial podría enfriarse en 2026 debido al aumento de los aranceles en Estados Unidos y a las medidas proteccionistas en otras economías grandes, advirtió la Organización Mundial del Comercio (OMC). Según su informe, este escenario haría que el intercambio de bienes crezca solo 0.5% el próximo año y ¿cómo quedaría el Perú?
Por ahora, el Marco Macroeconómico Multianual (MMM) del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) proyecta que las exportaciones totales del Perú crecerían 4.9% el próximo año ante una mejora de la oferta primaria y una mayor demanda externa.
En tanto el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) estimó que los envíos sumarían un valor de US$ 91,370 millones durante el 2026.

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¿Salvados por los altos precios?
Aunque el panorama es similar a lo sucedido entre 2018 y 2019, con la anterior guerra comercial entre Estados Unidos y China en el primer gobierno de Donald Trump, la diferencia se da en el efecto de los precios internacionales, comentó Rafael Zacnich, gerente de estudios económicos de ComexPerú.
Por ejemplo, en el oro, se estima que las exportaciones vienen alcanzando un crecimiento de casi de más de 30% en valor, pero una caída de 3% en volumen. De hecho, la cotización de este metal incluso ha llegado a los US$ 4,000 por onza.
“El oro y el cobre están volando, lo que encubre una caída en volúmenes. Hoy el sector minero crece más de 20% en valor, pero sus volúmenes caen cerca de 17% por un efecto precio. Va a ser bastante notorio el hecho de que vayamos a tener cifras positivas, pero en algunos productos seguramente menor volumen de exportación”, explicó a Gestión.
Zacnich recordó que sin el impulso generado por las cotizaciones de commodities, en 2019, la guerra comercial generó en Perú una caída de 3.3% en las exportaciones y una desaceleración del PBI, que pasó de crecer casi 4% a solo 2% pues la economía del país depende en más de un 60% del comercio exterior.
“De que nos va a afectar, sí nos va a afectar. El menor crecimiento de la economía global reduce la demanda por manufacturas, minerales y productos agroindustriales. Pero si logramos mejorar nuestra infraestructura y aprovechar los precios internacionales, podríamos atenuar el golpe”, comentó.

A su vez, Gabriel Arrieta Padilla, jefe de Estudios Económicos e Inteligencia Comercial de la Asociación de Exportadores (ADEX), consideró que con el escenario actual, un comercio mundial más débil no detendrá el crecimiento de las exportaciones peruanas, pero sí lo moderará.
“En el 2024 hemos tenido crecimientos de dos dígitos y este 2025 también hasta el momento, según el último dato, estamos creciendo cerca de 19% entre enero y agosto. Pero ya en el 2026, considerando que hemos tenido un crecimiento muy importante en términos de valor, esperamos que la tasa de crecimiento sea de un dígito, entre 4 a 9%”, precisó.
Pese a que los aranceles ya vienen afectado algunos sectores como el de joyería -cuyos envíos a Estados Unidos han caído cerca de 80% mensual desde abril-, el representante de ADEX resaltó que a diferencia de la teoría, el comercio peruano no se ha visto “completamente perjudicado” por estas tarifas.
“El agro siguió creciendo, la minería resistió y los sectores no tradicionales se comportaron bien. Lo que hemos visto es que el país tiene margen para adaptarse, aunque dependerá de mantener políticas públicas que acompañen al sector privado”, señala.
Además de los precios, señaló que lo que viene sosteniendo el crecimiento de los envíos son las renegociaciones de contratos y otras acciones que tomaron las empresas exportadoras, que están redirigiendo productos a nuevos mercados y adaptando su producción.
Para sostener esa fortaleza, Arrieta resaltó la necesidad de atraer mayor inversión aprovechando el puerto de Chancay y las zonas económicas especiales e impulsar la promoción comercial de productos peruanos en nuevos mercados.
Zacnich resaltó que, teniendo en cuenta que los envíos mineros del Perú representan un 65% del total de las ventas al exterior, será clave el inicio de nuevos proyectos para evitar desaprovechar los altos precios del cobre y oro.
Sin embargo, indicó, uno de los mayores riesgos para las exportaciones peruanas está en la posible desaceleración mundial,principalmente por una eventual menor demanda de China, que hoy crece a cerca de 4.5%.
“Si China se desacelera aún más podría haber una menor demanda de cobre. En años anteriores China crecía a dos dígitos, y ahora está creciendo menos y eso te marca mucho la aguja respecto de sus compras en materia de manufacturas, de minerales para el desarrollo de la industria, infraestructura y demás”, refirió.
Por ahora, el reporte de inflación del BCRP indica que se espera que los términos de intercambio -que miden la relación entre los precios de exportación e importación- sigan mejorando con los altos precios de los metales y el menor precio del petróleo. Solo ese indicador alcanzaría el nivel más alto desde 1950, lo que favorecería los ingresos por exportaciones.
Además, pese al riesgo que genera la guerra comercial, los datos del ente emisor apuntan a que el país cerraría con un superávit comercial de US$ 32,390 millones en 2026 no solo por los precios, sino también por mayores volúmenes exportados de productos no tradicionales agrícolas y pesqueros.

Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de San Martín de Porres con experiencia en radio, tv, redes sociales y medios impresos. Escribo y hablo sobre economía y finanzas desde el 2020.