
La criminalidad ha expandido sus “tentáculos” en un área clave para la economía peruana: la construcción. Este espacio, que es atractivo para los inversionistas, lamentablemente también “ofrece” un terreno con precaución y miedo cada vez más altos. ¿Qué otros delitos conforman el entramado?
Al respecto, la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco), extendió un recordatorio: “El problema de inseguridad ciudadana, que empezó en el sector construcción por los años 2003 o 2004 [con el cobro de cupos], ahora tiene una ‘sofisticación’”, sostuvo Guido Valdivia, vicepresidente ejecutivo.
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“Diversificación” del delito
Valdivia fue enfático en su análisis y especificó que, más que un pico de violencia, hay una expansión de manifestaciones delincuenciales en el rubro.
“Hay un proceso cada vez más extendido de ‘diversificación’ de la acción criminal. Las bandas ya no solamente se dedican a la extorsión o al sicariato, sino al tráfico de tierras, a la construcción informal, al crédito ‘gota a gota’, a actividades comerciales dentro de las urbanizaciones informales, que se han desarrollado desde el 2015 o 2016 fácilmente. Y, además, todo esto se vincula con el lavado de activos”, consideró.
Coincidió Nicolas Zevallos, director del Instituto de Criminología: “La figura de una organización criminal dedicada a un solo tema en este momento no existe. En términos territoriales, una banda trata de sacarle ‘todo el jugo’ posible a una zona. La lógica, justamente, es la de ‘predator’-extractiva. Entonces, la trata de personas, la violencia sexual, la extorsión, el gota a gota... Todo lo que pueda hacer el negocio es una oportunidad explotable. Hay una agenda de amplia diversificación".
Enumeró otras actividades recurrentes en el sector construcción: “La contratación falsa, el pago directo, el cobro de cupos, el cobro para dar seguridad o la obligación de comprarle a cierto proveedor de ladrillos. Incluso hay un término acuñado en el sector construcción: ‘Paz social’. [...] Lo que hacen muchas empresas es poner en su contabilidad un rubro con este nombre”.
Con dicho ítem se normaliza un dinero destinado a cubrir los “gastos extra” que avalan una ejecución tranquila de la obra.

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Ecosistema de la criminalidad
Para que los infractores gesten un escenario que les permita operar desde inicios del siglo XXI y “subsistir” hasta la actualidad, se han apoyado en varios elementos hasta constituir un ecosistema delictivo: “Son organizaciones criminales sofisticadas que, además, han cooptado a autoridades locales, como alcaldes, policías, jueces de paz, que sirven como coartada legal para todas sus actividades”, mencionó Valdivia.
Incluso han tomado ventaja de una de las vías más comunes de acceso a la vivienda. “También es favorecida por una política gubernamental de antaño, que es la invasión. Que invadan, no importa, [yo, autoridad] los titulo, los organizo, les doy agua, les pongo pistas. Entonces hay un modelo que está incentivando esto”.
Zevallos fortaleció la premisa: “En la construcción civil, [los delincuentes] se adecúan mucho a los mecanismos disponibles; por ejemplo, el de los puestos fantasma. El canal por el cual se cobra cupo a la empresa es mediante la contratación falsa de determinado número de personas. Eso se avala con los pseudosindicatos: la regulación de la figura sindical les permite tener esa pantalla para generar recursos”.
Es tan marcada la tendencia que “en algunas zonas es más difícil ir a trabajar”, determinó el vocero de Capeco. “Hay un impacto en cuanto al desarrollo de las actividades constructoras y de la economía. Por ejemplo, en la zona norte de Trujillo, en la zona del Callao, en el norte chico, naturalmente en las zonas donde hay minería informal o hay actividades como la tala ilegal de bosques”, detalló.

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El factor empleo
En octubre, según recabó el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), la cifra de anuncios de vacantes de empleo ascendió un 10.5% en comparación con el mismo periodo de 2024. No obstante, desde el Instituto Peruano de Economía (IPE) señalaron que la curva favorable no abarcaba a un sector: el de la construcción. “Hay un poco más de cautela”, señaló en su momento Paola Herrera, analista senior.
Al tratarse de un campo vinculado con la inversión, es más vulnerable a las variables externas, como la inestabilidad política o la delincuencia. Así también lo reconoció Valdivia: “El empleo en construcción está creciendo a diferentes ritmos, motivados fundamentalmente por la marcha de los proyectos. Es decir, si hay mayor inversión formal, va a haber mayor empleo”.
No obstante, la búsqueda de la formalidad se estanca. “Inclusive en este tema de la construcción formal tenemos dificultades para la formalización laboral. ¿Por qué? Porque sobre todo en gobiernos subnacionales, municipales o regionales, en los presupuestos de obra no se consideran los salarios y las inversiones de seguridad y salud en el trabajo que establecen los pactos colectivos entre Capeco y la Federación de Trabajadores”, observó el líder de Capeco.
Se trata, así, de un círculo vicioso: “Estas circunstancias promueven que las empresas informales y trabajadores poco capacitados se encarguen de estas obras. Y dentro de ello, naturalmente, la acción de estas bandas delincuenciales termina creciendo".
Y finalizó: “Cuando hay informalidad, se promueven, por ejemplo, las cuotas sindicales. [...] Si no hay cumplimiento de las obligaciones laborales, ese pago no se hace formalmente, se hace por lo bajo, que es lo que quieren las organizaciones criminales".

Redactora de Economía en diario Gestión. Periodista piurana con seis años de experiencia profesional en el rubro.








