
La globalización exige que la competitividad camine al mismo ritmo de la conservación de recursos naturales. Ante la urgencia, Perú se encuentra en la lucha por traducir el interés sobre economía circular en capacitación e inversión.
Europa, por ejemplo, enfrenta el desafío climático a través de prácticas verdes en sectores como construcción, agroalimentación, pesca, turismo o textil. Así lo resaltó Alejandro Abellán, embajador de España en Perú, durante el “Foro empresarial de economía circular”.
El evento, a cargo de la Cámara de Comercio de España en alianza con Gestión, se desplegó este 28 de octubre. ¿Cuáles son los highlights?
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Perú: mecanismos de inversión
En la búsqueda de un crecimiento circular, el primer paso es mirar los recursos que se encuentran a la mano.
“En todo momento se debe pensar qué es lo más eficiente y que, a la vez, pueda reducir costos. Lima es un desierto y lo que más nos falta es agua. [...] Si no sabemos aprovechar los recursos, estamos condenados a una sequía en unos años”, sostuvo Darwin Pardavé, director general de Programas y Proyectos en Construcción y Saneamiento del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS).
En esa línea, debe haber un encadenamiento productivo entre los sectores. Por ejemplo, agua que sirva para la agricultura y para la vivienda. En suma, “aprovechar las sinergias”. Por ello resaltó que, aunque hay ciertos marcos normativos favorables, el desafío es encontrar “formas para transversalizar el enfoque”.
Y agregó: “Es momento de compartir la experiencia y que eso nos sirva para conceptualizar modelos más eficientes”.
Por su parte, Iván Lucich, director de Servicios al Inversionista de ProInversión, destacó el factor innovación que llega por descontado con las compañías interesadas en Perú. “Las empresas que invierten en el país vienen con tecnologías, prácticas y diseños vinculados a la economía circular. [...] La inversión extranjera no solo trae tecnología, sino que tiene la capacidad de difundirlas hacia las demás empresas en el país”.
E insistió en la prevalencia de contratos que, desde el inicio, incluyan prácticas verdes: “Que desde el diseño participen empresas con altos estándares”.
Citó como ejemplo el tratamiento de aguas residuales: “Para el tratamiento de aguas residuales hay que trabajar articulando los intereses de distintos sectores. [...] En la fase de estructuración, se deben realizar estudios para mirar la demanda potencial”.
Coincidió Mariana Caballero, gerente general de ALOXI: “Es importante incorporar prácticas de economía circular desde la estructura. [...] Hoy el reto es fortalecer las capacidades y entender que la economía circular no es un gasto, es una inversión”, dijo.
Puntualizó: “El reto es también hablar de infraestructura y crear soluciones que tengan una mirada a largo plazo”.
Por ello hizo un llamado a generar evidencia. “Necesitamos proyectos que demuestren ganancias. Que algo es bueno para el medio ambiente, pero también rentable para nuestro país”.
No fue ajena al tema de la criminalidad: “La circularidad requiere de instituciones sólidas, no puede prosperar si convive con economías ilegales”.
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Percepción de la economía circular
La exposición de los mecanismos de inversión de economía circular encuentra un respaldo en la información cuantitativa que Datum recabó: el estudio “Percepción empresarial de la economía circular: datos relevantes de encuesta”.
Urpi Torrado, CEO de Datum, explicó que el interés por las prácticas verdes no es una tendencia, sino una estrategia, y las empresas ya empiezan a reconocerla como tal. No obstante, aún se está tejiendo la correlación entre la curiosidad y la ejecución.
Si bien en el Perú se registran diferentes niveles de implementación, la medición de huella de carbono, con 44%, se posiciona en el top de las certificaciones que una empresa peruana persigue.
Continúan los reportes de sostenibilidad (34%), el ISO 14001 (32%), la certificación de carbono neutro (12%), los ecosellos o certificaciones empresariales sectoriales (7%) y, con el mismo registro del 5%, la certificación de sostenibilidad y el certificado azul.
Ante este escenario, la especialista observó que la inversión seguirá en aumento, lo cual representa una gran oportunidad para que, en el interín, diversos agentes sociales se unan con el fin de masificar información y capacitación sobre economía circular: academia, sector público y sector privado.

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Otras “ventanas” para hallar prácticas verdes
Durante el evento, se colocaron sobre la mesa algunas alternativas de financiamiento extranjero para la economía circular en Perú.
Resaltaron las participaciones de Marina Yzú, gerente general adjunta de la Cámara de Comercio e Industria Peruano-Alemana (AHK Perú); Manuel Caamaño, analista de Mercado Jefe de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Perú; César Cavero, encargado de asuntos comerciales y membresías de la Cámara de Comercio Italiana del Perú; y Jacob Hidrowoh, asociado senior de Finanzas Sostenibles de Global Green Growth Institute.
Todos sugirieron programas de prácticas verdes que las empresas podrían evaluar con el fin de dar un salto hacia un desarrollo más amigable de sus negocios.
Asimismo, Pedro Lerner, CEO de UNACEM; Joe Koechlin, presidente y CEO de Inkaterra; y Diego Balarezo, gerente general de Ecoban compartieron con la audiencia cómo la adopción de economía circular les ha permitido tener un mejor posicionamiento en el podio de sus sectores.









