La economía peruana tendría un mayor dinamismo este año luego de caer 0.55% en el 2023. Esto se daría por un menor impacto del fenómeno de El Niño (FEN) y recortes de tasas de interés, pero uno de los riesgos es que persistiría el ruido político, indicó el reciente informe de Thorne & Associates.
La consultora que lidera Alfredo Thorne, exministro de Economía y Finanzas, reportó que revisaron su proyección de crecimiento del producto bruto interno (PBI) para el 2024 de 1.7% a 2.5%, y en el 2025 de 2.8% a 3%.
Explicó que los indicadores de alta frecuencia han mostrado un repunte a inicios del año, por lo que anticipan un “rebote” de 2% en el primer trimestre y de 2.8% en el segundo trimestre. En tanto, en el segundo semestre se espera que el crecimiento se ubique en 2.5%.
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Además, señaló que habría crecimiento del consumo privado de 2.3% en 2024 y de 3.3% en 2025; así como del “rebote” de la inversión privada de 3.7% este año.
En línea con la mejora de la demanda interna, su proyección del sector no primario es de 2.1% para 2024 y 3.1% en el 2025.
“Esto es reflejo de la mejor perspectiva de los sectores comercio y servicios –que están relacionados al consumo privado- y de la manufactura no primaria y la construcción –asociados a la inversión privada-. El sector primario también presentaría una mejora debido al menor impacto del FEN. No obstante, la producción minera se seguiría desacelerando por la falta de grandes proyectos”, dijo Thorne.
Agregó que, en el mediano plazo, un impulso importante será el hub portuario con la entrada del puerto de Chancay a fines de 2024. “Sin embargo, la economía seguiría convergiendo al 3% por el deterioro del crecimiento potencial y la productividad. Vemos una falta de impulso a la inversión privada, principalmente por el lento destrabe de los proyectos mineros”, anotó.
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Riesgo de la incertidumbre política
Si bien hay mejores perspectivas para la economía peruana, Thorne comentó que hay riesgos a nivel local y que van en el lado político. Explicó que el Gobierno no buscaría elevar las tensiones con el Congreso, pero seguiría persistiendo una alta incertidumbre política hasta las elecciones de 2026, que podrían afectar a las inversiones.
Detalló que hay tres cambios en su escenario político base: continuidad de la fragilidad del Gobierno llevó a reestructurar el Gabinete ministerial, incluyendo el premier; se aprobaron tres reformas políticas, pero ven riesgos que podrían llevarlas al fracaso; y la conflictividad social viene disminuyendo en los últimos meses.
“En este contexto, esperamos una moderación de nuestro indicador de prima por riesgo política, aunque seguiría por encima de sus niveles de 2019. Un riesgo que ha surgido y que puede intensificar la crisis política es la investigación de la Fiscalía a la presidenta (Dina Boluarte) por el presunto enriquecimiento ilícito debido al uso de relojes marca Rolex. Si esto se concretara, podría resultar en una vacancia presidencial y adelanto de elecciones, donde podría surgir un candidato autoritario”, dijo.
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Para Franklin Huaita, director del Departamento de Economía de la Universidad de Piura, la inversión no está tomando impulso, debido a la inestabilidad política.
“Un tema tiene que ver con la percepción de la seguridad ciudadana, eso afecta principalmente al microempresario peruano, que genera gran cantidad de puestos de trabajo. Así que la sensación de inseguridad retrae las expectativas empresariales de este sector. A eso se suma la inestabilidad política y la inseguridad jurídica, que tiene un efecto sobre la inversión más grande”, aseveró.
Precisó que, si bien el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) estima que la inversión privada será positiva (2.3%), aún es bastante limitada.
“Hay una debilidad del Gobierno (de Dina Boluarte) y el Congreso de la República lo ha notado, así que pretende realizar política económica desde el Parlamento. Como el séptimo retiro del fondo de AFP que tiene efecto sobre la economía y pensiones a largo plazo, así como en el gasto público porque habrá gente que no tendrá pensiones y el Estado seguro tendrá que implementar políticas de alivio a la pobreza”, dijo.
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Licenciado en Periodismo en la Universidad Jaime Bausate y Meza. En el 2009 ingresó a formar parte del equipo de Perú21 y el 2021 se desempeñó como periodista del área Núcleo de Economía del Grupo El Comercio. Actualmente como redactor en Gestión.
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