
Agroexportadora Sol de Olmos afianza su producción de ajo y páprika mientras diversifica con cítricos, palta y banano orgánico. La compañía ejecuta nuevas inversiones para atender tanto al mercado externo como al interno a nivel de infraestructura. Estos son sus planes.
Paulov Sifuentes, gerente comercial de Agroexportadora Sol de Olmos señala que la compañía opera con plantaciones ubicadas en la costa peruana y actualmente, el 100% de su producción se destina para exportación.
Así, aproximadamente el 30 % de la producción de Sol de Olmos proviene de cultivos propios distribuidos en Arequipa, Ica, Chimbote, Barranca y Olmos; el resto proviene de compras a proveedores locales y trabajo mediante cadenas productivas.
En cuanto a sus destinos de exportación, el ejecutivo indicó que incluyen Estados Unidos, que absorbe alrededor del 60% de sus exportaciones, seguido por México y Europa, que representan cerca del 20%, además de participaciones menores en Asia.
En cuanto a inversiones, la agroexportadora ha completado recientemente una planta de procesamiento de ajo en Barranca con una inversión de US$ 3 millones. El monto corresponde a la compra de terrenos, construcción de infraestructura y adquisición de maquinaria especializada.
“Esta nueva planta, cuenta con la capacidad para industrializar y procesar ajo pelado, ajo en pasta y otras presentaciones. Aunque está dirigida principalmente al mercado externo, también queremos atender el mercado local con productos industrializados, como ajo empacado al vacío, en pasta o molido”, señala Sifuentes.
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En paralelo, se instala una planta en Sullana para procesar palta y cítricos, con US$ 1.7 millones invertidos, cuya función será seleccionar, lavar, calibrar y empacar fruta para consumo doméstico y exportación. Se espera que esté lista al cierre del año.
La estrategia es que la primera etapa de esta expansión genere que cerca del 20 % de la facturación de la empresa proceda del mercado nacional, mientras que los productos transformados y presentaciones dirigidas al consumidor final serán el foco de las siguientes fases.

Mercado y proyecciones
En cuanto al ajo y páprika, Sol de Olmos dice tener cerca del 30 % de la participación entre los exportadores peruanos de dichos productos. La compañía trabaja en captar valor agregado y explorar nuevos nichos internos y externos.
“En el caso de ajos, nuestra venta bordea los US$ 40 millones y proyectamos que con los nuevos productos podamos sumar alrededor de US$ 7 millones adicionales en los próximos años”, señala el ejecutivo.
Para el cierre de 2025 mantienen un plan de crecimiento anual del 20 % en volumen exportado, aunque reconocen que los precios en dólar podrían mantenerse similares al año previo si persisten la presión internacional —como la competencia de China— en productos como ajo capsicum.

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