
La Asociación de Empresas Inmobiliarias del Perú (ASEI) y la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios del Perú (ADI) anunciaron su integración bajo una nueva representación gremial: la Confederación de Desarrolladores Inmobiliarios del Perú (Codip). Dicha organización busca fortalecer la voz del sector ante el Estado y mejorar su capacidad de incidencia en políticas públicas relacionadas con el desarrollo urbano y habitacional.
Con esta fusión, la Cocip concentra una representación que incluye a cerca del 85% de la oferta formal de vivienda en Lima y a los principales habilitadores urbanos del país, además de actores relevantes en los segmentos de oficinas y comercio. De acuerdo con sus voceros, la confederación surge en un contexto de necesidad de mayor articulación sectorial frente a los retos urbanos y económicos.
“Consolidarnos como una sola institución nos permite generar sinergias, evitar la duplicidad de esfuerzos y coordinar de manera más efectiva con los stakeholders. Todo esto con un mismo norte: promover el acceso a una vivienda formal para las familias peruanas”, mencionó José Espantoso, presidente de la Codip.
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¿Cuál es la actualidad del sector inmobiliario?
Según cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el sector inmobiliario representó el 9.2% del Producto Bruto Interno (PBI) en el 2024, una participación similar a la de sectores clave como la minería. No obstante, pese a su relevancia económica, enfrenta desafíos vinculados con el crecimiento de la informalidad, la inseguridad jurídica tras recientes aprobaciones legislativas, algunos procesos de habilitación urbana y la necesidad de marcos regulatorios más modernos y eficientes.
En ese contexto, la creación de una confederación gremial con mayor cohesión permitiría al sector tener una interlocución más ordenada con el Estado y otros actores clave, además de facilitar procesos de autorregulación. La Codip ha anunciado que se enfocará en fomentar la formalidad, establecer criterios estrictos de afiliación y promover estándares de calidad en los proyectos inmobiliarios.
“Esta estructura gremial más sólida y profesional genera una actividad empresarial con mayores filtros y controles; el gran beneficiado es el comprador de vivienda, quien puede sentirse más seguro al acceder a una oferta inmobiliaria formal, ética y de calidad”, resaltó Espantoso.
La Codip no reemplaza las funciones ni las obligaciones del Estado, ni representa a todo el sector - como los gremios de autoconstrucción o inmobiliaria social-, pero se perfila como una plataforma con capacidad técnica con experiencia previa para contribuir en las soluciones habitacionales y urbanas.