
La Compañía de Minas Buenaventura continúa desplegando esfuerzos por reforzar y modernizar sus principales operaciones en el país. Esta vez, la atención se centra en la unidad minera Tambomayo, una mina subterránea de oro y plata ubicada en la provincia de Caylloma, región Arequipa, que opera desde el 2016 y que destaca por sus procesos combinados de flotación y cianuración.
En concreto, la minera presentó al Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace) un primer Informe Técnico Sustentatorio (ITS) para modificar el Estudio de Impacto Ambiental detallado (EIAd) de la Unidad Minera Tambomayo. El proyecto, que contempla una inversión de US$1.08 millones, busca optimizar diversas operaciones de la planta de procesos y fortalecer sus sistemas de gestión ambiental, sin ampliar su capacidad instalada.
Uno de los principales cambios propuestos es la actualización del proceso de cianuración del concentrado de zinc, con el fin de incrementar la recuperación de oro y plata en forma de barra doré a través del sistema Merrill Crowe. Esta modificación no implica un aumento en la capacidad de procesamiento de la planta.
Asimismo, la compañía planea implementar un nuevo circuito de separación plomo/cobre durante la etapa de flotación, lo que permitiría obtener un concentrado de cobre con contenidos significativos de oro y plata, incrementando así el valor del mineral tratado.
Otra de las modificaciones relevantes es el cambio en la tercera medida de contingencia para la cianuración de relaves de flotación. Se plantea reintegrar dos de los seis tanques propuestos originalmente, ajustando la logística operativa sin afectar la eficiencia del sistema ante eventuales riesgos de derrame.
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Gestión ambiental y adecuaciones normativas
En línea con su compromiso ambiental, la compañía plantea actualizar el plan de vigilancia de la Estrategia de Manejo Ambiental (EMA), incorporando una estación meteorológica local y dos piezómetros adicionales, lo que permitirá una mayor representatividad en el monitoreo climático e hidrológico de la zona.
Además, se proyecta una nueva disposición final para los lodos deshidratados generados en la planta de tratamiento de aguas residuales domésticas (PTARD), que ahora se destinarían al mejoramiento de suelos disturbados mediante su uso como abono orgánico.
Como parte del cumplimiento de la normativa vigente, Buenaventura actualizará también el manual de operación y mantenimiento del embalse de la unidad, en concordancia con el Decreto Supremo N.º 034-2023-EM. Asimismo, se afinarán las huellas operativas de componentes previamente aprobados en permisos ambientales anteriores.

Licenciado en Comunicación de la Universidad de Lima, con especialidad de periodismo y comunicación corporativa. Actualmente redacto en la sección negocios del Diario Gestión.