
La seguridad en el lugar de trabajo no es solo una responsabilidad ética, sino también una estrategia para asegurar la continuidad operativa y evitar costos asociados a interrupciones o siniestros. En este contexto, un enfoque profesional en la gestión de instalaciones puede marcar la diferencia.
“Creemos que la seguridad debe gestionarse con anticipación y estrategia, no con suerte”, señala Renzo D’Alessio, director de Service Operations de Sodexo Perú.
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La compañía comparte cinco buenas prácticas que aplica en sus propias operaciones y que pueden servir de guía para cualquier organización que busque reducir accidentes y elevar sus estándares de seguridad:
- Mantenimiento preventivo y correctivo riguroso: Un plan periódico de mantenimiento ayuda a identificar y corregir fallas en instalaciones, equipos y sistemas críticos antes de que se conviertan en amenazas reales, prolongando la vida útil de los activos y garantizando la seguridad de los espacios y , principalmente, minimizando riesgos de accidentes por fallas mecánicas o estructurales.
- Capacitación continua del personal: Es necesario asegurar que todos los colaboradores reciban formación continua en seguridad laboral, uso adecuado de equipos y protocolos de emergencia, fomentando una cultura de prevención.
- Tecnología y automatización al servicio de la prevención: Es indispensable el uso de sensores, software de monitoreo y herramientas de gestión de mantenimiento para detectar fallos antes de que ocurran, mejorando la seguridad operativa y reduciendo tiempos de inactividad. Este tipo de tecnología avanzada permitirá monitorear el estado de las instalaciones y prevenir anomalías; además reduce la intervención humana en tareas críticas y mejora la capacidad de respuesta frente a eventualidades.
- Cumplimiento estricto de normativas: Verificar que todas las instalaciones y procesos cumplan con las normativas nacionales e internacionales de seguridad industrial, incorporando auditorías regulares para identificar y corregir posibles riesgos. Sodexo, por ejemplo, está alineado con las normas internacionales ISO 45001 (Seguridad y Salud en el Trabajo) e ISO 55001 (Gestión de Activos), además de respetar la normativa local.
- Gestión de riesgos y planes de contingencia: Identificar posibles escenarios de riesgo y desarrollar planes de contingencia y protocolos de actuación ante incidentes, asegurando que todo el personal sepa cómo reaccionar en caso de emergencias para minimizar daños y pérdidas. Un plan de emergencias bien diseñado puede salvar vidas.
Estas acciones no solo reducen la probabilidad de accidentes, sino que también optimizan la operación y la vida útil de los activos de la empresa.
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En esa línea, el modelo de Facility Management (FM) se ha convertido en una herramienta clave para las empresas que buscan entornos seguros, eficientes y sostenibles. Más allá del simple mantenimiento, esta solución integral permite delegar la gestión de activos e infraestructura a especialistas, mientras la compañía se enfoca en su negocio principal.