
La canadiense Condor Resources Inc. anunció que el Ministerio de Energía y Minas (Minem) aprobó la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de su proyecto de exploración Cobreorco, ubicado en Apurímac. El yacimiento ocupa aproximadamente 50 km², en una extensa faja de pórfido de cobre de edad Eoceno‑Oligoceno conocida como la faja Andahuaylas‑Yauli, en la zona de la deflexión de Abancay, que alberga grandes depósitos como Las Bambas, Tintaya y Antapaccay.
Dicha aprobación representa un hito para el avance del proyecto, que actualmente es gestionado por una subsidiaria de Teck Resources Limited, una de las principales compañías mineras del mundo. Condor espera beneficiarse sustancialmente de los resultados que se obtengan en la etapa de exploración, cuyo enfoque está dirigido a identificar mineralización de tipo skarn y pórfido de oro-cobre.
En diciembre de 2023, Condor suscribió un acuerdo de opción y joint venture con Teck sobre el proyecto Cobreorco. En virtud de este acuerdo, Teck puede obtener una participación del 55% en el proyecto durante un periodo de tres años a partir de la obtención de los permisos, comprometiéndose a invertir US$4 millones en gastos de exploración y realizar pagos en efectivo por US$500,000.
Una vez ejercida esta primera opción, se constituirá una sociedad de cartera conjunta para continuar con el desarrollo del proyecto. Teck tendrá entonces la posibilidad de incrementar su participación hasta un 75%, mediante una inversión adicional de US$6 millones en exploración y pagos adicionales por US$600,000.
Chris Buncic, presidente y CEO de Condor Resources, enfatizó que Cobreorco tiene el potencial de aportar un valor sustancial a sus accionistas. “Proyectos de esta escala y calidad son extremadamente raros, y estamos sólo en el comienzo de lo que creemos será un viaje emocionante con nuestro socio”, indicó.
LEA TAMBIÉN: Exploración minera en Tacna: Tier One Silver prepara nueva fase de perforación en Curibaya
Características del proyecto Cobreorco
Cobreorco es un sistema mineralizado de tipo pórfido-skarn, lo que significa que combina dos estilos de depósitos muy buscados en la minería: los pórfidos, que son grandes cuerpos de roca intrusiva con diseminaciones de minerales valiosos como cobre y oro, y los skarns, formaciones que se generan cuando fluidos calientes del magma alteran químicamente las rocas calizas cercanas, concentrando metales.
En la superficie del proyecto se observan afloramientos —zonas donde la roca mineralizada está expuesta— con estructuras de stockwork (entramados de vetillas minerales), así como zonas de skarn-gossan, áreas oxidadas que indican la presencia de mineralización subyacente. Estas zonas están enriquecidas en magnetita (un mineral de hierro) y otros óxidos, lo que sugiere procesos geológicos intensos y con alto potencial económico.
Durante las campañas de prospección, los muestreos de roca arrojaron resultados destacados: el 32 % de las muestras analizadas contenían más de 1 ,000 partes por millón (ppm) de cobre —un umbral que indica mineralización significativa—, y el 44 % superó los 100 partes por 1,000 millones (ppb) de oro. En una zona de aproximadamente 2 kilómetros cuadrados, se registraron leyes de hasta 1.95 % de cobre y 19.3 gramos por tonelada (g/t) de oro, lo cual es altamente prometedor para un proyecto en etapa temprana.
En la fase inicial de exploración, se llevaron a cabo estudios básicos como el muestreo ambiental de agua, suelo y aire, y más de 226 muestras de canal (recolecciones sistemáticas a lo largo de cortes en la roca). En julio de 2020, se realizó además un levantamiento geofísico magnetométrico con drones, cubriendo 68 km lineales, lo que permitió identificar al menos dos posibles centros intrusivos —zonas donde antiguos cuerpos de magma podrían haber introducido metales— que coinciden con zonas mineralizadas en superficie. A partir de estos datos, se definirá el plan de perforación.