
El mercado peruano se ha convertido en un destino atractivo para las empresas de educación digital. La creciente demanda de formación en habilidades técnicas, idiomas y competencias transversales ha impulsado a numerosas EdTech a ampliar su presencia en el país. Este escenario también alcanza a i-ED Educación Digital, proveedor regional que opera en cinco mercados: Perú, Chile, Colombia, México y, desde este año, Argentina.
A través de alianzas con plataformas, la empresa ha superado los 22 millones de usuarios en América Latina, y solo en Perú ha alcanzado 1.7 millones de estudiantes activos, con una tasa de retención del 75%.
“En Perú, a veces vemos el vaso medio vacío, pero hay una demanda creciente de cursos de inteligencia artificial generativa, por ejemplo, que crece a más de 400% al año”, destaca Gilbert Leiva, presidente de i-ED, en entrevista con Gestión.
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Y aunque sus ingresos todavía no se revelan a nivel regional, en Perú la compañía facturó US$ 3.5 millones en 2024 y espera cerrar el 2025 con US$ 5 millones, impulsados por la creciente demanda de universidades, empresas y entidades públicas. “Este año duplicamos la inversión respecto al anterior, y proyectamos hacer lo mismo en 2026”, asegura Leiva.
Apuesta por el buen contenido
i-ED no desarrolla cursos propios. Su labor consiste en diagnosticar las necesidades de capacitación de cada cliente, definir rutas formativas, dar seguimiento al avance y certificar a los participantes. Para ello, se apoya en dos plataformas globales: Speexx, especializada en la enseñanza de idiomas para entornos profesionales, y Coursera, que ofrece cursos y certificaciones de instituciones académicas y empresas de todo el mundo.
A diferencia de otras EdTech, i-ED no comercializa cursos individuales ni licencias masivas. Su propuesta se centra en programas de aprendizaje estructurados, alineados a los objetivos que cada empresa establece para su personal. El cumplimiento de esas metas es, según la compañía, la medida real de su éxito.
Ese enfoque les permite incluso plantear modelos de cobro por resultados, con esquemas que premian el cumplimiento de metas de aprendizaje, más allá del número de usuarios o licencias vendidas.
Presencialidad como refuerzo, no como sustituto
Aunque su ADN es digital, i-ED también despliega consultores o coaches presenciales en ciertas empresas o instituciones educativas. Su rol, explica Leiva, no es dictar clases, sino asegurar que lo aprendido se traduzca en conocimiento útil.
“El coach no va a enseñarte, para eso está la tecnología. El coach va a asegurarse del aprendizaje; no con exámenes, sino con historias de éxito, casos, conversaciones, compartiendo experiencias”, precisa.
Esta estrategia ha sido especialmente efectiva en programas piloto como el de la Institución Educativa Emblemática 6050 Juana Alarco de Dammert, donde i-ED implementa módulos STEM para niñas. “Con ellos tenemos una tasa de finalización del 95%. Queremos replicar eso en otras escuelas del país”, señala Leiva.

El reto de crecer en la región
La expansión regional de i-ED es sostenida, pero cuidadosa. En Chile crecen a un ritmo del 35% anual, mientras que en México el avance es del 25%, y Argentina, recién incorporado, muestra un comportamiento similar al peruano.
¿Nuevos mercados? Leiva aclara que, aunque ya venden en países como Paraguay, Bolivia y Ecuador, aún no hay planes de abrir oficinas físicas. “Nos interesa consolidarnos como el mejor proveedor en cada país donde operamos. No necesariamente el más grande, pero sí el que trabaja con las mejores herramientas”, indica.
A nivel local, Leiva afirma que Perú sigue siendo una apuesta central. No solo por la demanda creciente en Lima, sino también por las oportunidades en regiones. Si bien ya trabajan con universidades y empresas regionales, aún no han iniciado proyectos con gobiernos regionales ni con el Ministerio de Educación. “Es una deuda pendiente, pero estamos listos”, afirma.
Una industria que se transforma
Según los datos de i-ED, las competencias más demandadas hoy por las empresas en Latinoamérica incluyen IA generativa, idiomas, habilidades blandas, ciberseguridad, Python, y administración de bases de datos. No obstante, los cursos más solicitados siguen siendo herramientas básicas como Excel y Windows, lo que revela una brecha digital que aún debe cerrarse.
Otro dato llamativo es el crecimiento de la participación femenina en carreras STEM a través de plataformas como Coursera. En el Perú, menos del 25% de mujeres elige estas áreas en la educación tradicional, pero esa cifra sube a 40% en cursos online.
“Tal vez lo híbrido o virtual sea una forma más efectiva de cerrar esa brecha de género”, reflexiona Leiva.
Proyección y visión
Para los próximos años, i-ED se visualiza como mucho más que una EdTech. “Nos interesa que nos vean como un partner confiable, no solo como un simple proveedor. Como un agente de transformación, alguien que sabe cómo aplicar bien la tecnología educativa”, enfatiza su presidente.
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Y si bien el crecimiento económico y la rentabilidad siguen siendo los indicadores primarios de éxito —“somos una empresa, y medimos nuestras metas comerciales como tal”—, el verdadero motor del equipo es el impacto.
“Nada nos llena más que cuando un colegio nos dice: ‘Gracias, mi niña tiene hoy una oportunidad que no habría tenido’”, concluye Leiva.
Datos clave de i-ED Educación Digital
- Facturación Perú 2024: US$3.5 millones
- Meta 2025: US$5 millones
- Usuarios de Coursera en Latam: 22 millones
- Usuarios en Perú: 1.7 millones
- Tasa de retención de cursos: 75%
- Crecimiento anual de inversión en Perú: 100%
- Número de colaboradores: 42
- Tasa de finalización en pilotos escolares: 95%
- Cursos de IA generativa en Perú: +400% de crecimiento anual