
El Rocoto, uno de los restaurantes arequipeños más emblemáticos de Lima, llega a 2025 con 40 años de operación continua y un balance que destaca en un año retador para el sector. Con dos locales —el tradicional de Surco y la reciente sede de San Isidro— la marca proyecta cerrar el año con ventas entre S/ 4,5 y S/ 4,8 millones solo en su local principal, lo que representa un crecimiento cercano al 10 % frente a 2024. El negocio familiar apunta a seguir creciendo con la apertura de un nuevo local en Lima y la mirada puesta en el extranjero. ¿Cuál es el plan estratégico que se han trazado para los próximos años?
De cara a 2026 y 2027, el restaurante se prepara para una expansión ambiciosa que incluye la apertura de una tercera sede en La Molina. Paralelamente, El Rocoto evalúa dar su primer salto internacional con posibles aperturas en tres ciudades claves. Así, la marca peruana ingresa a su quinta década con un plan claro: crecer dentro y fuera del país sin perder la esencia arequipeña que ha sustentado su permanencia en el mercado limeño durante cuatro décadas.
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Crecimiento y expansión en Lima: nuevo local en la Molina
El Rocoto cerrará 2025 con un crecimiento cercano al 10% respecto a 2024, un resultado positivo en un año complejo para el sector gastronómico. Desde la pandemia, la sede de Surco ha sostenido un avance constante: pasó de vender alrededor de S/ 1,8 millones en el año inicial, a S/ 2,5 millones, luego S/ 3,2 millones y más de S/ 4 millones en los periodos siguientes, bordeando hoy los S/ 4,5 a S/ 4,8 millones proyectados para este año. La nueva sede, que aún no completa un año en funcionamiento, ya marca entre S/ 250.000 y S/ 280.000 mensuales, consolidando cifras positivas. Su ticket promedio de S/ 120 a S/ 140 y un sistema de delivery propio de alto valor refuerzan un modelo que ha sabido adaptarse al mercado.
La expansión en Lima será una de las apuestas centrales de El Rocoto, que ya prepara la apertura de una nueva sede en La Molina. Según detalla Miguel Quiroz, gerente general del restaurante, la decisión responde al perfil de consumo del distrito. “La Molina lo queremos hacer más pequeño, un restaurante para 80 comensales, pero que la estrategia sea más la venta por delivery”, explica. Por ello, la marca busca una ubicación estratégica, rodeada de viviendas y con oficinas cercanas para captar flujo entre semana. “Queremos que esté en el centro de varios puntos donde la gente normalmente no sale”, afirma. Con este proyecto programado para desarrollarse en 2026, El Rocoto apunta a completar un triángulo clave entre Surco, San Isidro y La Molina, consolidando su presencia en Lima.
El plan considera una inversión moderada y eficiente. Miguel Quiroz señala que el presupuesto no superará los US$ 200.000 si alquilan el local, aunque admite que preferiría operar en un espacio propio. “No me gusta alquilar locales, prefiero comprarlos”, comenta. La idea es asegurar la rentabilidad desde el inicio con un aforo menor y un modelo diseñado para potenciar el delivery.

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Salto al extranjero: tres mercados principales
El salto internacional es uno de los objetivos más ambiciosos de El Rocoto para los próximos años. Según detalla Miguel Quiroz, la marca mantiene conversaciones avanzadas con tres mercados: Santiago de Chile, Ciudad de Panamá y El Salvador. Aunque no hay una fecha de apertura definida, el gerente señala que uno de estos destinos será, con alta probabilidad, la primera franquicia fuera del país.
Entre ellos, Santiago aparece como el mercado más sólido, debido a la presencia consolidada de restaurantes peruanos y a la afinidad con el concepto arequipeño que caracteriza a El Rocoto.
La expansión internacional contempla replicar la misma carta y experiencia que distingue a la marca en Lima, adaptando solo aspectos menores al paladar local. El ejecutivo asegura que el abastecimiento de insumos ya no representa un obstáculo gracias a la disponibilidad global de productos peruanos. Así, el eventual debut en el extranjero marcaría el paso más importante de El Rocoto en los 40 años de historia de la marca.

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Canales de ventas: Revolución del delivery
La transformación del delivery fue uno de los hitos más importantes para El Rocoto en los últimos años. Tras 35 años sin ofrecer reparto a domicilio, la pandemia obligó a reinventar el modelo. La solución fue desarrollar un sistema propio desde cero: compraron dos motos y dos minivans, las plotearon y las equiparon con calefacción para preservar la calidad de los platos arequipeños, cuyo ticket promedio es más alto que el del mercado. El personal fue entrenado específicamente para este canal y la apuesta dio frutos inmediatos. “Nuestro sistema de delivery fue genial. Las cuentas no bajaban de 350 o 400 soles; habían cuentas de 1.200 solo en delivery”, detalla Quiroz.
Hoy, el delivery es un pilar de la operación. En la sede de Surco, los canales de venta se dividen en un 70 % consumo en salón y 30 % delivery y recojo en tienda, una proporción impensable antes de 2020. La nueva sede de San Isidro también mantiene una dinámica sólida, con ingresos mensuales entre S/ 250.000 y S/ 280.000, apoyados en este sistema. Con un ticket promedio de S/ 120 a S/ 140, el delivery no solo amplió el alcance del restaurante, sino que se convirtió en un componente estratégico para la expansión futura. De hecho, la nueva sede proyectada para La Molina estará diseñada con este canal como eje principal, reflejando cómo la “revolución del delivery” pasó de ser una solución de emergencia a una ventaja competitiva para El Rocoto.
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Proyecciones 2016-2027: nuevas tendencias
De cara a 2026 y 2027, El Rocoto proyecta una etapa de crecimiento sostenido basada en nuevas tendencias de consumo y en la consolidación de su operación actual. Para Miguel Quiroz, el foco estará en fortalecer la rentabilidad del negocio mientras se expanden hacia zonas con alto potencial de delivery. “Queremos seguir conservando la identidad, mejorando el local y activando nuevos festivales de gastronomía”, señala, anticipando cartas renovadas, colaboraciones con chefs locales y extranjeros, y una estrategia para reforzar los productos de alta rotación, como los camarones, de los que la marca compra 200 kilos al mes.
En cuanto al crecimiento proyectado para El Rocoto el próximo año, el gerente general señala que, si bien 2025 fue un periodo “muy duro para todo el rubro”, el restaurante mantuvo un avance de aproximadamente 10% respecto a 2024. En el contexto del holding completo, Quiroz detalla que esperan un crecimiento conjunto de alrededor del 30 %, cifra que incluye el desempeño de El Rocoto y sus otras operaciones.
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