
La minera canadiense Element 29 Resources Inc., que cotiza en bolsas de Toronto, Lima y Estados Unidos, anunció la renovación por cinco años del acuerdo de acceso a superficie con la comunidad que ocupa el área del proyecto polimetálico insignia Elida, en Áncash. Dicho proyecto se enfoca en la exploración de un gran yacimiento de cobre, molibdeno y plata (Cu-Mo-Ag) en depósitos de tipo pórfido, una clase geológica común para minas a gran escala.
El acuerdo renovado, vigente hasta abril de 2029, permite a la empresa mantener el acceso a la superficie para continuar con sus actividades de exploración actuales y futuras. Dicha autorización comunitaria es un requisito clave para avanzar en la solicitud de un nuevo permiso de perforación, el cual forma parte de una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) ampliada.
La canadiense ha pedido duplicar la cantidad de plataformas de perforación autorizadas, pasando de 20 a 40, y ampliar sus campañas de perforación por otros cinco años, como parte de una estrategia de exploración más ambiciosa para Elida.
El presidente y CEO de Element 29, Richard Osmond, destacó que esta renovación del acuerdo refleja la fortaleza de la relación con la comunidad y el compromiso de desarrollar el proyecto de manera responsable. “Estamos enfocados en avanzar con Elida de forma colaborativa, responsable y beneficiosa para ambas partes. Agradecemos profundamente el respaldo continuo de la comunidad”, señaló.
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Tercera fase de perforación
Element 29 también planea continuar su programa de perforación Fase III, autorizado con un permiso ambiental simplificado llamado Ficha Técnica Ambiental (FTA). Dicho programa tiene como objetivo ampliar la estimación actual de recursos minerales y mejorar las leyes del depósito.
Los primeros dos sondajes de esta fase, completados a fines de 2024, atravesaron amplias zonas mineralizadas desde la superficie del lecho rocoso hasta profundidades superiores a los 1,000 metros.
En paralelo, la empresa prepara un informe de impactos colectivos, necesario para solicitar una exención del proceso de consulta previa, requerido por la legislación peruana para ciertos permisos ambientales. El proceso de consulta previa busca garantizar que las comunidades indígenas u originarias sean informadas y consultadas antes de aprobar actividades que puedan afectarlas. Element 29 espera demostrar que no se afecta a ninguna población con este derecho en la zona del proyecto.
Como parte de su enfoque de inclusión local, la empresa ha contratado a miembros de la comunidad para participar en una campaña geofísica avanzada conocida como magnetotelúrica (MT).
Este método no invasivo permite estudiar la composición subterránea del terreno utilizando señales naturales del campo electromagnético de la tierra. Con más de 100 estaciones MT distribuidas en un área de 5 por 6 kilómetros, el estudio busca construir un modelo tridimensional de la resistividad del subsuelo, alcanzando profundidades mayores a los 2,000 metros.
“Esta información será clave para identificar zonas de mineralización más profundas y con mejores leyes de cobre, molibdeno y plata”, anotó en un comunicado.