
¿Cuáles son los desafíos que enfrenta la generación de más de 50 años? Este fue el eje central del Primer Foro Generación Plateada: Edición Empleabilidad, organizado ayer por la Fundación Romero y el BID Lab. El evento puso el foco en una población que supera los 4 millones de personas en el Perú.
Al respecto, Martín Pérez, director ejecutivo de la Fundación Romero, destacó que uno de los principales retos que enfrenta esta población es la brecha digital, la cual limita sus oportunidades laborales. “Para ser empleable después de los 50, es indispensable manejar herramientas básicas como Excel, PowerPoint o Word. Hoy en día, incluso hablamos de inteligencia artificial”, señaló.
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Más allá del esfuerzo del sector privado, el exministro enfatizó la importancia de que este tema sea abordado desde el ámbito público. “Los países deben generar políticas que respondan a estos fenómenos sociales. No podemos pasar por alto la alta tasa de informalidad laboral entre las personas mayores de 50 años”, dijo.
En esa línea, el abogado laboralista Jorge Toyama reveló que dos de cada cinco personas mayores de 65 años continúan trabajando en el Perú, siendo en su mayoría trabajadores independientes (alrededor del 65%). “Siempre se habla de la alta informalidad en el país, que alcanza el 70%, pero poco se menciona que en el caso de los mayores de 65 años, la informalidad supera el 83%”, señaló.
A esta realidad se suma otro factor y es que, a diferencia de los trabajadores jóvenes, este grupo etario percibe ingresos más bajos, con un sueldo promedio de apenas S/ 1,211. Según datos del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), en el país hay alrededor de 4 millones de trabajadores mayores de 50 años en situación de informalidad laboral, frente a solo 750,000 que están registrados en planilla formal.
Frente a este panorama, Pérez propuso una serie de medidas para fomentar la empleabilidad y el bienestar de los adultos mayores. Entre ellas, mencionó incentivos fiscales para las empresas que contraten o retengan trabajadores mayores de 65 años, la flexibilización de ciertos beneficios laborales y la creación de entornos que promuevan el ejercicio físico y el desarrollo cognitivo, con miras a un envejecimiento activo.

“No se trata de aplicar una solución única, sino de diseñar estrategias diferenciadas. Por ejemplo, una persona en la informalidad buscará jubilarse para acceder a una pensión, por más baja que sea; mientras que alguien en el sector formal podría preferir seguir trabajando varios años más”, explicó.
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Por su parte, Toyama advirtió que existen mecanismos legales disponibles que son poco difundidos y utilizados. Uno de ellos es la figura de la reinserción laboral (dirigida a personas entre los 45 y 65 años), que permite su contratación sin costos laborales adicionales, siempre y cuando hayan estado desempleadas durante un año.
“Este es un beneficio muy poco aprovechado por las organizaciones. Solo el año pasado, apenas 42 personas accedieron a este mecanismo, lo que se tradujo en apenas 67 convenios firmados”, precisó.
Datum: los factores que juegan en contra
Urpi Torrado, CEO de Datum Internacional, presentó los resultados de un estudio que exploró las principales barreras que enfrentan los adultos mayores para acceder o mantenerse en el mercado laboral. La investigación incluyó 401 encuestas a personas mayores de 50 años y 100 encuestas a gerentes de Recursos Humanos, realizadas entre el 22 de abril y el 14 de mayo.
Según detalló Torrado, tanto empleadores como personas de la generación silver reconocen que la edad impacta negativamente en la empleabilidad. El 40% de los empleadores admite que la edad influye en sus decisiones de contratación, mientras que el 41% de los mayores de 50 años señala que su edad ha sido un obstáculo para conseguir empleo o mantenerse en su puesto actual.
Un hallazgo relevante, principalmente entre los hombres, es que para el 85% de los encuestados, el trabajo representa uno de los aspectos más importantes de su vida. Asimismo, el 76% considera que el empleo les permite sentirse activos y útiles, aunque un 37% asegura haberse sentido discriminado por su edad al no conseguir oportunidades laborales.
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Torrado remarcó que estos resultados contrastan con la percepción de los propios empleadores. Si bien el 85% reconoce que las personas mayores de 50 años aportan experiencia a sus organizaciones y el 75% las considera comprometidas, solo el 30% implementa programas de capacitación continúa dirigidos a este grupo. Esta falta de inversión formativa es contradictoria si se tiene en cuenta que el 73% de los adultos mayores está dispuesto a seguir aprendiendo y capacitándose.
Otro factor que juega en contra de su empleabilidad, según el 28% de los empleadores, es la supuesta falta de adaptabilidad tecnológica y resistencia al cambio. No obstante, Torrado aclaró que no se trata de una limitación real, ya que siete de cada diez personas mayores de 50 años están abiertas a capacitarse. Incluso, el 80% de ellos prefiere recibir formación de manera presencial.
Inserción financiera: una brecha pendiente
Elizabeth Minaya Fernández, representante del BID Lab, señaló que una de las barreras menos visibilizadas que enfrenta la generación silver es la falta de acceso al financiamiento, pese a tratarse de un grupo con capacidad de consumo. “Deberíamos pensar en la creación de un ecosistema emprendedor inclusivo, que contemple incluso capital semilla o redes de inversionistas ángeles dirigidas a startups lideradas por personas mayores, quienes actualmente no cuentan con el mismo respaldo que reciben los jóvenes”, afirmó.
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Por su parte, Norberto Osaka de Emprende UP, sostuvo que es necesario cambiar la mentalidad y comprender que emprender después de los 50 años sí es posible. “Quien emprende por necesidad está destinado al fracaso, porque aún no ha identificado una necesidad real del mercado”, advirtió. En ese sentido, enfatizó la importancia de la capacitación, ya que no es lo mismo emprender tras una vida laboral dependiente, sin conocer a fondo lo que implica gestionar un negocio propio.
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Licenciada en Periodismo por la Universidad Jaime Bausate y Meza con 20 años de experiencia profesional. Laboró en medios de comunicación como TV Perú y Perú21. También ejerció en gremios como la SNMPE y SNI. Desde el 2016, es parte del diario Gestión.