El Proyecto Integración Coroccohuayco, una iniciativa que permitirá prolongar la minería en Espinar (Cusco), compensando la caída de producción del yacimiento Antapaccay, implicará una inversión que llegará a US$1,800 millones, apuntando a recursos minerales con 0.8% de cobre en los primeros 10 años, indicó Karim Batallanos, gerente general de Compañía Minera Antapaccay, empresa del Grupo Glencore.
Hasta el año pasado, el capital estimado para el desarrollo de dicha iniciativa de cobre se ubicaba en más de US$1,500 millones.
De acuerdo con el ejecutivo, la empresa ahora viene trabajando en la fase de prefactibilidad del proyecto Coroccohuayco para pronto entrar a etapa de factibilidad. En simultáneo, están coordinando con el Gobierno el desarrollo del estudio de impacto ambiental y los permisos.
“Este es un proyecto que es prácticamente la sustitución de los recursos en este momento que ya se están agotando en Antapaccay. A fin de cuenta termina Antapaccay, e inmediatamente empezamos con Coroccohuayco”, dijo Batallanos a ProActivo.
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En tal sentido, remarcó que una vez culminada Antapaccay, en 2034-2035, entrará Coroccohuayco, pues los recursos se están agotando. En efecto, detalló que la calidad de los recursos de la operación actual está disminuyendo, pues la ley es más baja e incluso han procesado leyes de 0.19%.
Lo que se espera con Coroccohuayco
La perspectiva que tiene Compañía Minera Antapaccay con Coroccohuayco es casi triplicar la producción actual de la empresa, pues inicialmente prevén 300,000 a 350,000 toneladas de cobre por año. Actualmente, están entregando entre 110,000 y 140,000 toneladas al año.
“Básicamente son cuatro veces el aporte (entre impuesto a la renta y regalías) de lo que hemos estado haciendo en Antapaccay. Esta es la real oportunidad”, declaró Batallanos.
En una entrevista a Gestión en 2023, la compañía estimó que Coroccohuayco produciría alrededor de 250,000 toneladas de cobre por año.
Finalmente, el gerente general de la minera Antapaccay mencionó que, si bien el proyecto Coroccohuayco era concebido como subterráneo, han trabajado en su rediseño para definirlo como un pit (excavación a cielo abierto). De este modo, implementarán una zona de chancado y una overland (sistema de transporte de mineral) de casi 7 km, además de hacer sinergia con las instalaciones que actualmente tienen en Antapaccay.
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