
La emoción de las carreras de caballos también se viven en Perú. Existe una cultura consolidada de apuestas hípicas, cuyo epicentro es el Hipódromo de Monterrico, donde se realizan importantes competencias y múltiples reuniones con asistencia de público, copropietarios y apostadores.
Este interés del público es la apuesta de The Race Horse Experience, empresa peruana dedicada a la compra, venta y gestión de caballos de carrera, que convierte a los aficionados en copropietarios de ejemplares de carrera con una inversión inicial desde US$ 350.
Inspirado en modelos internacionales como MyRaceHorse (EE.UU.), el emprendimiento opera con un enfoque de copropiedad.
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“El objetivo es acercar la hípica a más personas y recuperar la afición por un espectáculo que combina historia, pasión y competitividad”, explica Gustavo Rubio, socio cofundador del proyecto.
Un modelo inédito en Latinoamérica
El negocio, lanzado en mayo de 2024, nació de una constatación: el número de propietarios de caballos de carrera en el Perú se ha reducido en los últimos años, afectando la competitividad del circuito.
“Es caro comprar y mantener un caballo de carrera, y para hacerlo no solo tienes que tener los medios, sino también la afición”, comenta Rubio en conversación con Gestión.
Modelo del negocio. El primer paquete de lanzamiento incluyó tres ejemplares —Rosa Luz, Suemy y Romario—, con acciones valorizadas en US$ 500 cada una. Pero, en el nuevo caballo Ceferino, la firma decidió reformular el esquema y ofrecer cuatro niveles de participación con distintos porcentajes y tarifas, con el fin de promover que los aficionados adquieran más de una acción.
En el paquete inicial, cada caballo se estructuró en 200 participaciones con un valor total de US$ 100,000. Los fondos se distribuyeron entre la compra de los ejemplares (40%) y su mantenimiento y entrenamiento (60%) durante tres años y medio.
En los nuevos paquetes, los porcentajes y montos varían según el número de acciones adquiridas.
Actualmente, The Race Horse Experience cuenta con más de 70 copropietarios y ha levantado más de US$ 40,000 en inversiones. El ticket promedio se ubica en US$ 700, con perfiles mayoritariamente de ejecutivos y empresarios de entre 30 y 60 años, residentes en Lima y algunas provincias, además de participantes del extranjero.

Experiencia y retorno
El atractivo de la propuesta no se limita al componente emocional. Los copropietarios participan directamente en los premios obtenidos por los caballos, en proporción a su inversión.
En promedio, Rubio estima que pueden recuperar alrededor del 10% del monto invertido, aunque los resultados varían según el desempeño deportivo.
“Los premios se abonan en la billetera virtual de cada copropietario y se pueden usar para una futura compra de un próximo caballo”, precisa.
“El sentido de pertenencia es muy potente, más aún en un espectáculo como las carreras de caballos. Sentir la emoción de las carreras de caballos no te la pueden contar, lo tienes que vivir; y qué mejor con tus propios caballos”, comenta Rubio.
Nuevos caballos y expansión
El plan de crecimiento es claro: incorporar uno o dos caballos por año y construir una comunidad de 500 copropietarios hacia 2027. La empresa acaba de sumar a Ceferino, un potrillo de dos años y medio nacido en Kentucky, que se convierte en el cuarto ejemplar del portafolio y en un hito en la internacionalización del proyecto.
Para este nuevo caballo, se han diseñado cuatro paquetes de inversión que van desde el oro, plata, bronce y estándar.
“Queremos incentivar a que los clientes adquieran más de una acción y tengan mayor porcentaje de copropiedad. Quienes compren más participaciones reciben beneficios adicionales”, contó Rubio.

Registro, estado y resultados
La gestión de cada caballo se apoya en una plataforma digital que permite a los copropietarios acceder a toda la información relevante: historial, próximas competencias, estado físico y resultados.
“La página web es la plataforma oficial y contiene toda la información de los caballos, así como también de los copropietarios a través de su usuario. En 2026 aspiramos lanzar una aplicación móvil para ampliar la experiencia”, adelanta.
La startup opera con capital propio, aunque Rubio no descarta buscar inversión externa en 2027, cuando la operación gane tracción.
Un impulso para la hípica peruana
El surgimiento de The Race Horse Experience coincide con los esfuerzos del Jockey Club del Perú por atraer a una nueva audiencia a las tribunas de Monterrico. Rubio considera que su iniciativa puede cumplir un rol catalizador en la reactivación del sector.
A mediano plazo, el emprendimiento busca expandirse dentro del país antes que replicar el modelo en otros mercados. “Podríamos, pero tendría que ser con un socio local. Lo que sí nos interesa es captar clientes en provincia que vengan a Lima por el fin de semana a disfrutar del espectáculo de las carreras de caballos en el imponente Hipódromo de Monterrico”, sostiene Rubio.
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Licenciado en Ciencias de la Comunicación, con especialidad en Periodismo, por la Universidad Tecnológica del Perú, con más de 12 años de experiencia en medios de comunicación. Actualmente escribo sobre política, economía y actualidad.








