
En un contexto donde la agroindustria peruana enfrenta retos logísticos, fluctuaciones de precio y la necesidad de innovar, Lopesa cumple cinco décadas y apuesta a una nueva etapa de crecimiento extensivo. Históricamente reconocida por sus sazonadores y condimentos, la empresa ha ampliado su portafolio hacia líneas B2B y cuenta con dos plantas en Huancayo dedicadas a la producción de deshidratados, salsas y líquidos. Ahora, con planes de abrir una tercera planta orientada al mercado externo, busca consolidar su presencia en Estados Unidos —hoy destino del 70 % de sus exportaciones— y proyecta un crecimiento a doble dígito para cierre de este año.