
En diciembre último, las miradas del retail capitalino estuvieron fijas en el sur de Lima, específicamente, en los distritos de Lurín y Punta Hermosa, donde aterrizaron los centros comerciales KM40, cuyo inversor es el futbolista y empresario Jefferson Farfán, y Boulevard Puntamar, desarrollado por el Grupo Algeciras. A partir de ello y a tres meses de ser inaugurados, ¿cuáles son aquellas situaciones que están marcando el desempeño de estos malls?
Gerson Hernández, socio de la consultora Novofranquicias, en el marco de una investigación para un grupo empresarial local interesado en invertir en la ejecución de un tercer mall en el sur chico de Lima, realizó un análisis del flujo y ocupación de ambos centros comerciales; además, de sus fortalezas y debilidades. Así, el especialista identificó que el primer gran problema que enfrentan los dos establecimientos es la llegada de visitantes, considerando que para el formato strip center que poseen (desarrollos entre 5,000 m2 y 15,000 m2), el flujo mensual debería estar entre 100,000 y 250,000 personas, sujeto a la extensión del mall.
“En una primera etapa deberían alcanzar esa cifra; sin embargo, dudo que estén llegando a ese flujo aún cuando estamos en temporada de verano. Lo que se esperaría es que la captación de público se pueda consolidar entre los seis meses y el primer año de funcionamiento”, remarcó Hernández.
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KM40, ¿qué está faltando?
El representante de Novofranquicias indicó que KM40, con 8,700 m2 en área arrendable y una inversión de aproximadamente S/ 55 millones, actualmente tiene casi el total de sus tiendas ocupadas, a excepción de dos espacios pendientes de alquiler. El mall dentro de su oferta tiene a Wong como tienda ancla, Smart Fit, Edo Sushi Bar, Sarcletti, Freddo, entre otras firmas.
“Partiendo de su ubicación y el posible consumo de las poblaciones adyacentes, la debilidad de este centro comercial es que, aún tratándose de un strip center, la oferta gastronómica no es amplia y no existe una propuesta de experiencia. Hay módulos donde se vende waffles, helados, bubble tea, pero no hay un patio de comidas”, detalló.
En tiempos en que propiciar nuevas experiencias para el público es una tendencia a nivel de centros comerciales —destacó Hernández—, la falta de este atributo puede jugar en contra del mall de la denominada ‘Foquita Farfán’. “Todos los malls lo vienen entendiendo, a la vez que han generado condiciones que permitan crear valor agregado; es decir, fidelizar al público para que no solo compre y se retire del establecimiento. Esto significa hacer actividades de modo de que el visitante se quede más tiempo: conciertos, ferias gastronómicas, festivales, activaciones, campañas”, precisó el vocero.

Ante la posibilidad de una ampliación que viabilice la incorporación de espacios de experiencia, Hernández señaló que otro aspecto a tomar en cuenta es que dicho mall no posee área para expandirse horizontalmente, a menos de sumar nuevos niveles a los dos pisos existentes.
“Es necesario que en el tiempo se realicen acciones para revertir estas debilidades o de lo contrario, una vez pasada la novedad, lo que sucedería es que se convierta en un mall transaccional, donde la gente llega por algo específico y nuevamente sale”, expresó.
En torno a su ubicación, el representante dijo que KM40 tiene una importante fortaleza en ese punto, toda vez que está situado en una zona comercial de Lurín, con fácil acceso de los visitantes, quienes pueden llegar a través de transporte público o privado.
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Boulevard Puntamar y su mix comercial
Hernández señaló que Boulevard Puntamar, con más de 9,000 m2 en tiendas y un desembolso de US$ 25 millones, tiene como principal debilidad aquella cualidad que es fortaleza de KM40, exactamente, la ubicación.
“A pesar de solo estar a solo 10 minutos de distancia de KM40, la llegada a Puntamar no es tan accesible como la del otro mall en el que los visitantes rápidamente pueden llegar incluso con transporte público”, remarcó.
Actualmente, el centro comercial tiene como marca ancla a Tottus, así como también otras del nivel de Aruma, Claro, Free Jump, Bembos, Papa John’s, Juicy Lucy y demás. “Próximamente también llegará Sodimac, lo cual sacaría cierta ventaja a KM40. Incluso en cuanto a precios, es posible que ahora Tottus esté ganando más visitas que Wong”, añadió.
En esa línea, el experto sostuvo que este centro comercial tiene a su favor el ofrecer un mayor mix comercial, así como el disponer de una área extensa en caso de ampliaciones. “Este mall tiene una zona soundtrack en el que se encuentran Papa Johns, Juicy Lucy, Bembos; tiene más oferta de experiencia en relación a KM40″, afirmó Hernández, aunque reconoció que sus niveles de ocupación están aún por debajo del establecimiento de Farfán.
Menos ventas, ¿ problema de los malls o de las tiendas?
El portavoz de Novofranquicias aclaró que; por ejemplo, el mall de Jefferson Farfán “financieramente a la fecha es positivo”, toda vez que los locales, en su mayoría, se han logrado alquilar. Sin embargo, recordó que es importante para el operador del mall impulsar las ventas dentro del establecimiento, pues ante un mayor nivel de transacciones mensuales de las tiendas, los locatarios pagan una renta variable.
El ejecutivo manifestó que dependiendo de las ubicaciones, las tiendas tienen un costo de alquiler de entre S/ 70 y S/ 180 mensuales por m2; en tanto, los módulos alcanzarían hasta los S/ 4,000 al mes.
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Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional del Santa. Con 11 años de experiencia profesional en comunicación escrita y digital. Trabaja en el Diario Gestión desde noviembre del 2021. Laboró anteriormente en la Sociedad Nacional de Industrias y el diario La Industria de Chimbote.