
Fundada en 1952, Universal Textil fue durante décadas una de las empresas más emblemáticas de la industria textil peruana. Reconocida por su icónica marca Polystel, fue pionera en la fabricación de uniformes escolares y llegó a confeccionar prendas para marcas internacionales. Tras años de éxito en los mercados local e internacional, la compañía entró en liquidación en 2020. Un año después, en septiembre de 2021, el Grupo Flores —empresarios del emporio comercial de Gamarra— adquirió los activos de la firma, incluyendo un valioso portafolio de marcas como Polystel, Unitex, Consul y Legant. Así nació Universal Textil GF S.A.C., con el objetivo de recuperar el legado de la compañía original y reposicionarse como líder en la comercialización de tejidos de poliviscosa y poliéster-lana en el mercado peruano. Humberto Cubas, gerente comercial de la nueva empresa, detalló el proceso de recuperación, los desafíos superados y la visión estratégica que impulsa su crecimiento.
¿Cómo se encuentra el negocio actualmente?
Las ventas han venido creciendo entre 10% y 15% anual, dentro de lo proyectado. En el primer semestre de este año mantenemos ese ritmo, trabajando con más de 350 clientes a nivel nacional. Nuestra red incluye confeccionistas, tiendas, distribuidores y algunos actores históricos, como un distribuidor de la gestión anterior con el que seguimos colaborando.
Desde que el Grupo Flores adquirió la marca, ¿cuáles fueron los principales retos?
Enfrentamos una situación compleja. Para competir con productos chinos de bajo costo, se había optado por importar tela desde India, pero sin los controles adecuados. Eso deterioró la calidad del producto y afectó la imagen de la marca.
Recuperar el posicionamiento ha tomado más de tres años. Fue necesario hacer un trabajo técnico riguroso para volver a los estándares de calidad que caracterizaron a Polystel, tradicionalmente reconocida por su durabilidad.
¿Qué acciones concretas se tomaron para revertir esa situación?
Se reforzó el equipo técnico y se retomó el control de calidad avanzado, incluso viajando a India para validar procesos y proveedores. Aunque no contamos con planta propia, hemos alcanzado niveles de performance de calidad a los históricos.
¿Qué posición ocupan actualmente en el mercado?
Hoy nos ubicamos en el segundo lugar entre los 40 principales importadores de telas del segmento. Estamos muy cerca de alcanzar el primer puesto, tanto en volumen como en ventas físicas.
¿Todo el proceso de producción se realiza en India?
Somos una empresa con un modelo híbrido. Parte de la producción es tercerizada localmente, especialmente para la campaña escolar, que exige diseños personalizados por colegio. El resto se importa desde India, donde tenemos una red de plantas aliadas.
¿Cuál es la expectativa de crecimiento para este año?
Proyectamos cerrar el año con una facturación cercana a los S/20 millones, lo que representaría un crecimiento entre 15% y 18% respecto al ejercicio anterior. De concretarse, sería el mejor resultado en los últimos cuatro años.

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Principales ejes de crecimiento
¿Seguirán realizando mejoras a su cadena operativa?
Estamos en constante optimización. Parte de este proceso incluye viajes para visitar proveedores, validar estándares y mejorar la logística, asegurando entregas en volumen, tiempo y calidad adecuados.
Si bien hubo mucho interés por ser parte de nuestra cadena debido al posicionamiento de la marca, se priorizó la experiencia y criterio técnico de los hermanos Flores, actuales propietarios, con más de 35 años en el sector textil.
¿Alistan lanzamientos de nuevas telas?
Tenemos un proyecto para sumar una nueva línea dentro de la marca Polystel, enfocada en el segmento de poliviscosa. Tras testearla a nivel nacional, estamos listos para su implementación. Ofrecerá mejoras en calidad, diseño y rendimiento, lo que representará un punto de inflexión para la marca.
¿Será para este año?
La introduciremos al mercado este año, pero por el momento no podemos revelar mayores detalles.
¿Contemplan inversiones en infraestructura?
Estamos invirtiendo en maquinaria para el área de control de calidad. Aunque la producción textil es tercerizada o importada —por ejemplo, desde India—, todas las telas pasan por nuestros procesos internos: revisión técnica, corte, empaque y presentación en piezas de 45 o 50 metros, según la demanda.
¿Están explorando nuevas oportunidades de crecimiento inorgánico?
Tenemos marcas propias y adquiridas que aún no se han desarrollado comercialmente. La prioridad actual es consolidar Polystel en todas sus variantes. Sin embargo, a mediano plazo podríamos expandirnos hacia otras fibras como algodón, modal o tencel. En la adquisición de la compañía también se adquirió un portafolio de marcas, inventario, maquinaria y parte del equipo técnico.
Aunque aún no sea una prioridad, ¿cuáles de esas marcas ven con mayor potencial de ser reactivadas?
El portafolio incluye entre 10 y 12 marcas, como Unitex o Consul. Todas están en pausa por ahora, a la espera de un mejor contexto económico y empresarial. Nuestra estrategia es clara: no diversificarnos sin haber consolidado primero Polystel y, a futuro, activar marcas que puedan atender nichos específicos dentro del mismo mercado. Hay espacio para crecer, pero lo clave es hacerlo con estructura.

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Oportunidades de crecimiento por segmento
¿Dónde ven mayores oportunidades de crecimiento en los próximos meses o años?
Históricamente, nuestra principal línea ha sido el uniforme escolar, pero en los últimos 18 meses hemos acelerado nuestra presencia en el segmento institucional. La estrategia ha sido fortalecer la gestión comercial y promocional, con énfasis en calidad y capacidad de abastecimiento.
Gracias a ello, hoy participamos activamente en el sector institucional, tanto público como privado, con una creciente preferencia frente a otras marcas. Este crecimiento se apalanca en alianzas con confeccionistas que concretan las ventas, modelo que ha funcionado eficientemente.
¿Qué tan relevantes son actualmente las licitaciones estatales?
Son un canal relevante, aunque demandan gestión paciente. El proceso puede extenderse debido a los calendarios presupuestales y nuevas instancias como el “núcleo” creado por el Ministerio de la Producción, que supervisa las compras institucionales, además de plataformas como Compras Perú. A pesar de los tiempos prolongados, acompañamos cada etapa del proceso, lo que nos permite estar presentes cuando las decisiones de compra finalmente se concretan.
¿Actualmente están atendiendo algún mercado extranjero?
Por ahora, solo atendemos el mercado nacional. Las condiciones (operativas) internas de los últimos años nos han llevado a priorizar el fortalecimiento local. Más adelante lo evaluaremos, pero sabemos que el entorno global está muy competitivo: así como nosotros importamos de India, esos mismos proveedores también atienden Bolivia, Ecuador, entre otros.
¿Hay cambios en el comportamiento del consumidor peruano final?
Sí, observamos una lenta pero sostenida recuperación del vestir formal. Tras la pandemia, se está revalorizando el buen vestir, con apoyo de marcas e influencers que promueven una estética cuidada sin necesidad de grandes presupuestos.
Nuestra apuesta es fomentar esa cultura, destacando que una prenda bien diseñada puede marcar la diferencia. Si bien no somos referentes como Milán o Buenos Aires, creemos que se puede aspirar a modelos cercanos como Santiago de Chile, donde el hábito del buen vestir se mantiene vigente.

Licenciado en Comunicación de la Universidad de Lima, con especialidad de periodismo y comunicación corporativa. Actualmente redacto en la sección negocios del Diario Gestión.