
Tras días de espera, el presidente José Jerí tomó juramento a su gabinete ministerial. El objetivo de este gobierno de transición será mantener la estabilidad del Perú hasta que culmine su mandato en 2026, tras las elecciones generales que se realizarán el próximo año.
De cara a las expectativas macroeconómicas, que miden el pulso empresarial, el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), ya reportaba un deterioro ligero sobre los indicadores de situación actual. ¿Se agravará la perspectiva con Jerí en el poder? Especialistas creen que si no se consolida el gabinete, sí.
A pesar de lo anterior, hay motivos para mantenerse optimistas, como reflejan aún las perspectivas a 3 y 12 meses, que trascenderían al periodo electoral y los primeros meses de las próximas autoridades.
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Solidez del gabinete será clave
Para las voces consultadas por Gestión, la poca solvencia y firmeza que muestre el gabinete, que ahora liderará Ernesto Álvarez en la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), será más determinante para el futuro de las expectativas macroeconómicas que la vacancia de Dina Boluarte y la cercanía de las elecciones presidenciales del 2026.
Claudia Sícoli, directora de la Carrera de Economía y Negocios Internacionales de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), explicó que esto se debería a lo que ello significaría para la toma de decisiones empresariales.
En ese sentido, a raíz de las protestas anunciadas para el día de hoy, si el gabinete Alvárez no logra respaldo de la población, repitiendo lo que ocurrió en el breve gobierno de Manuel Merino, esto sí podría deteriorar las expectativas macroeconómicas en el corto plazo.
“No podríamos decir cuánto impactaría, pero la incertidumbre que ello traería sería negativa obviamente. Si no se afianza el gobierno de Jerí, claramente podría generar efectos contrarios a lo positivo que se ve hasta ahora para la economía en estos meses”, aseguró la académica de la UPC.
En una línea similar, Gabriela Espinar, economista de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES), recordó que el constante cambio de presidentes registrados en este quinquenio ya es un hecho normalizado para los inversionistas.
Por lo anterior, más allá de quien ocupe Palacio, un deterioro mayor en el pulso empresarial solo podría explicarse por una ausencia de tomadores de decisiones desde el Estado.
“Recordemos que hay proyectos, por ejemplo de Asociaciones Público-Privadas (APP) y Obras por Impuestos (OxI), que requieren una cooperación importante del público y privado. Podrían retrasarse si hay incertidumbre y no está claro el panorama político”, consideró la economista.

Así iban los indicadores previo a la vacancia de Dina Boluarte
Los últimos datos que se tenían disponibles respecto a los resultados de la Encuesta de Expectativas Macroeconómicas del BCRP son con datos hasta septiembre. Sin embargo, fueron publicados recién el pasado 5 de octubre, es decir, días antes de que José Jerí asuma la presidencia del Perú.
Según lo que reportó allí el banco central, respecto a los indicadores de situación actual, aunque la mayor parte se mantenía en el tramo positivo, la mayoría se deterioraron respecto al mes previo.
Entre ellos están, por ejemplo, la situación actual del negocio, que pasó de 55.8 en agosto a 54.2 en septiembre. También se registraron caídas en ventas (de 59.3 a 58.3) y órdenes de compra respecto al mes anterior (de 56.5 a 53.4).
En el caso de los indicadores de expectativas, la gran mayoría, al contrario de los de situación actual, se recuperaron en septiembre comparados a agosto. En esta línea estaba el más relevante de todos: el resultado del flujo de la economía, tanto a 3 meses (pasó de 54.4 a 55.6) como a 12 meses (de 60.1 a 61.1), crecieron.

Sobre este panorama, Espinar planteó que mucho de ello se explica porque Perú es una economía abierta. El contexto internacional, a pesar de algunos retos, trae buenas noticias para el desempeño del país, como mantener altos términos de intercambio.
“A nosotros nos afecta mucho lo que ocurre en el exterior. Hoy hay tensiones geopolíticas, Estados Unidos parece perder ritmo y su presidente es volátil. Entonces, muchos inversionistas grandes prefieren mover sus capitales a países emergentes como Perú, que mantiene buenos indicadores macro”, indicó.
Sícoli, por su lado, recordó también que a estas alturas del año, la gran mayoría de inversiones no se pueden retrotraer. “Si vemos los datos de importaciones de bienes de capital y bienes intermedios, siguen aumentando. Es muy difícil que eso lo congelen porque significaría perder dinero. Por ahora el panorama se mantiene bastante positivo”, acotó.
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¿Los primeros indicadores en deteriorarse?
Si bien se mantenía positiva la perspectiva, con la mayor parte de los indicadores en perspectiva positiva, el reporte del BCRP a septiembre dejó claro que dos indicadores se habían deteriorado, al menos en el corto plazo.
El primero es la contratación de personal. A 3 meses la expectativa cayó ligeramente, pasando de 55.9 en agosto a 55.2 en septiembre. Por el lado contrario, la misma sensación a 12 meses creció un poco: se movió de 62.4 a 62.8.
En el caso de la expectativa de inversión en sus empresas, el resultado también marcó un ligero retroceso, pero en ambas sendas de tiempo. A 3 meses pasó de 56.2 a 55.9 y a 12 meses de 65.4 a 64.1.
Sobre ello, Sícoli manifestó que responde al momento político que se encuentra el país. Para los empresarios es complicado apostar, desde ya, por más contrataciones o inversiones sin tener certeza de lo que pueda pasar en las elecciones.
“Invertir implica asumir compromisos al menos por 2 o 3 años. Eso puede estar ahora en pausa y la apuesta es por mantener en funcionamiento lo que hoy tienen y que rinda lo más posible. En función a los resultados electorales es que esas variables empezarán a mejorar o no”, refirió la vocera de la UPC.
Para Espinar, no hay duda que indicadores como las contrataciones de personal, como las inversiones a 3 y 12 meses, serían las primeras en deteriorarse si la crisis política se agrava en los próximos meses.
“Si siguen los disturbios o la incertidumbre se alarga más, definitivamente se afectará la creación de empleo y las contrataciones, más allá de que se venga la campaña navideña. Tal vez no sea de manera significativa, pero la incertidumbre sin duda les pegará un poco más a ambos indicadores”, estimó la economista.

Periodista económico con más de 5 años de experiencia en el rubro. Licenciado en Comunicaciones por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Antes fui parte del equipo fundador del medio digital Sudaca. Cubro temas vinculados a proyectos de inversión público y privada en más de una modalidad y hago seguimiento a diversos sectores económicos.