
Con una nueva Ley Agraria a puertas de ser aprobada por el Congreso de la República del Perú y enviada al Poder Ejecutivo para su promulgación -u observación-, el sector agroexportador se prepara.
Cabe recordar que el texto plantea beneficios tributarios escalonados para las grandes empresas, como una tasa de Impuesto a la Renta reducida del 15% hasta el 2035, deducciones por compras a pequeños productores y una mayor depreciación para inversiones en infraestructura de riego.
En este contexto, Gabriel Amaro, presidente de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP), analizó el impacto que tendrá la nueva legislación frente a los desafíos que vienen enfrentando las agroexportaciones en medio de una compleja coyuntura global.
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Expectativas por una nueva ley agraria
- Respecto a la nueva Ley Agraria que ya se ha aprobado en primera votación en el Congreso, ¿cuál es la expectativa de AGAP?
Esta ley va a ayudar a enfrentar distintos riesgos (como la coyuntura adversa en el lado internacional), pero también tiene elementos adicionales para ayudar a la pequeña agricultura, a la formalidad y acceder a los mercados.
Va a ser un incentivo muy potente para poder hacer que las empresas actuales reinviertan. Además, esta ley va a permitir que haya interés nuevamente de inversionistas extranjeros en proyectos agrarios en el Perú de largo plazo.
- ¿Cómo había estado la inversión en los últimos años con la última ley que entró en vigor en el 2021?
Esa ley agregó una serie de sobrecostos adicionales y ha afectado el dinamismo y la flexibilidad que tenía el sector. Se ha ralentizado también la generación de empleo.
Las inversiones que estaban previstas se perdieron o se han reducido al mínimo. Hubo inversión en procesos de tecnología, para la compra de empresas, pero no nuevos proyectos como antes.
- ¿Cuánto podría aumentar la inversión en el sector con esta nueva ley?
Antes que se derogue una ley anterior (en el 2020) teníamos previsto que iban a venir en los siguientes 5 años entre 30,000 y 40,000 hectáreas de inversiones nuevas.
Ya con lo que el Perú ha transitado en el desarrollo del sector y como el mundo está muy complicado respecto a oportunidades de inversión, el país puede aprovechar esta situación y traer más de inversiones por más de 50,000 hectáreas en los siguientes 5 años.
- ¿Qué otros aspectos se deberían tener en cuenta en favor del sector?
El Gobierno lanzó 23 proyectos de irrigación con más o menos un millón y medio de hectáreas nuevas y mejoradas. Esas hectáreas también necesitan de una ley promotora como la que se está discutiendo en el Congreso.
Son miles de hectáreas que si no le damos el marco jurídico adecuado la promoción y la seguridad jurídica que requiere la inversión para establecerse en este sector, lo que va a pasar es que pueden invadirlas. Hay que actuar rápido.
- Se ha advertido que esta norma podría tener un costo fiscal significativo, ¿cuál sería la respuesta del gremio?
Se ha demostrado con la ley de promoción agraria que se ha recaudado mucho más y se ha traído más divisas.
Por ejemplo, cuando no existía la ley de promoción agraria, el Perú exportaba US$ 700 millones con todo lo que involucra en empleo y en pago de impuestos, nunca pasó los US$ 1,000 millones por décadas. Con la ley promoción agraria hemos llegado a US$ 12,000 millones.

Agroexportaciones avanzan, pero con temores
- ¿Cómo va la proyección de crecimiento de las agroexportaciones para este año?
Es un año mejor que el anterior. No ha habido tantos sobresaltos respecto al clima o agua, y se viene recuperando respecto a años muy malos, pero todavía es muy prematuro hacer una estimación.
Las perspectivas son buenas para este año, mientras no exista algún problema en el segundo semestre. Todavía hay elementos que evaluar, cómo el estrés hídrico que nos afectó el año pasado en el norte; los aranceles, que todavía generan mucha incertidumbre; y la propia ley agraria.
- Hasta la fecha, ¿qué productos perciben que liderarán el crecimiento y cuáles, al contrario, están mostrando un menor desempeño del que se esperaba?
Uvas: aunque la temporada fuerte es hacia fin de año, hay buenas perspectivas; arándanos: vamos a ver la producción fuerte a partir del segundo semestre; y espárragos y cítricos. Además, el cacao hasta ahora está superando los resultados del año pasado.
Entre las que tienen una caída están la banana, que ojalá se pueda superar en el segundo semestre o por lo menos equilibrar respecto al año pasado; y el café, que tiene un retroceso importante tanto en toneladas como en valor en los primeros meses de este año.
- Sobre los aranceles, ¿ya ha habido un efecto por la guerra comercial en los resultados de las agroexportaciones?
El problema que tenemos es que un principal competidor que tiene muchos productos como los nuestros es México y ellos tienen cero arancel. En nuestro caso tenemos un arancel de 10% y lo que está sucediendo es que muchos mayoristas para poder competir están trasladando ese sobrecosto al productor, al exportador. Ha generado toda una distorsión al mercado.
- En el caso de las inversiones, ¿ese panorama ha generado que se invierta menos en el sector?
Sí, se han afectado porque hay mucha incertidumbre. Esta guerra comercial no solamente ha afectado al mercado americano, sino a todos los mercados. Las inversiones van a depender de si el clima de negocios, el marco regulatorio para atraer inversión agraria se mejora. Hay mucha preocupación (sobre lo que se pueda anunciar el próximo mes tras la pausa de aranceles).

Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de San Martín de Porres con experiencia en radio, tv, redes sociales y medios impresos. Escribo y hablo sobre economía y finanzas desde el 2020.