
Luego de un 2023 y 2024 “en rojo”, las exportaciones de pisco vuelven a elevarse en lo que va del año. La gran pregunta es si continuarían por ese camino en lo que resta del 2025.
A mayo, los envíos de la bebida bandera del Perú crecieron 8.4% al sumar poco más de US$ 4 millones, informó la Asociación de Exportadores (Adex). Pese a que este avance aún presenta una serie de retos, tanto Adex como el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) se mantienen optimistas.
“(Los envíos de pisco) se han venido recuperando frente a la caída que tuvieron el año pasado. Tenemos una mejora en el volumen de las exportaciones y creo que esa tendencia va a marcar lo que queda del 2025”, dijo la viceministra de Comercio Exterior, Teresa Mera, en el marco del Día Nacional del Pisco, que se celebra cada cuarto domingo de julio.
En promedio, en el segundo semestre se deberían sumar al menos US$ 5 millones adicionales en despachos de pisco para superar los casi US$ 8.5 millones que se alcanzaron en el 2024.
Sin embargo, César Tello, presidente de Adex, es aún más optimista. Consideró que se esperaría cerrar el 2025 con un total exportado de entre US$ 10 millones a US$ 12 millones, superando los años previos.
“Todavía tenemos un espacio para seguir creciendo en exportaciones. Para el cierre de año debemos estar bordeando los US$ 10 millones. Si lográramos cerrar el 2025 en US$ 10 millones o US$ 12 millones, sería un éxito”, comentó.

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Cambio en los principales mercados
En lo que va del año, si bien las exportaciones de pisco fueron positivas en general, se contrajeron en 10 de sus 15 principales destinos, de acuerdo con información del Sistema de Inteligencia Comercial ADEX Data Trade.
Los despachos retrocedieron en destinos como Japón (-60%), Bélgica (-17%), Italia (-66%), Colombia (-49%), Argentina (-62%), Australia (-9%), Alemania (-79%), Canadá (-63%). Incluso en Taiwán y Bolivia la caída fue total, es decir, no se habría exportado ni un sol en los últimos meses.
Pese a ello, Carmen Robatty, presidenta del Comité de Pisco de Adex, considera que hay potencial para crecer en la región, especialmente en Bolivia, Ecuador y Argentina, así como reforzar la presencia en mercados más grandes como Brasil y Chile.
Por ahora, la situación ha sido compensada principalmente por las mayores exportaciones a Países Bajos, que aumentó en 414% su demanda de pisco peruano en esta temporada.
“Ahora está como el tercer país donde se envía pisco. El crecimiento ha sido importantísimo y esto se debe a que se están haciendo acciones comerciales de posicionamiento, de difusión y de custodia del pisco”, afirmó Robatty.
A pesar de la incertidumbre generada por los aranceles, Estados Unidos se mantiene como el principal destino de las exportaciones de pisco. Durante los primeros cinco meses del año, los envíos con dirección al país norteamericano vienen creciendo 16%.
En tanto, España continuó como el segundo mercado con un avance de 31%. Otros países que aumentaron sus importaciones de pisco fueron Brasil (37%) y Ecuador (50%).
Pese a que en los últimos años se viene enfocando la necesidad de abrir nuevos mercados, Robatty precisó que gran parte del comercio de pisco se realiza a nivel local, es decir, muy poco de la producción se exporta.
“Ni el 10% (de lo que producimos) lo exportamos, 90% es mercado local. Tal vez es un poco de capacidad y oferta exportable en cuanto a la producción, pero es que justamente es un producto que no se puede lanzar como masivo, sino como de alta gama”, sostuvo.

¿Qué podría limitar el crecimiento?
Uno de los factores que limita la expansión internacional del pisco es estructural y está relacionado al volumen de producción. Según explicó Tello, a diferencia del tequila o el ron, el pisco no se ha industrializado a gran escala.
“Tenemos una capacidad limitada. Tenemos bastantes bodegas, pero de capacidades pequeñas. Vienen cadenas o marcas grandes de Estados Unidos o de Europa y el volumen que a ellos les interesa comprar es enorme y no tenemos la capacidad para poderlos atender”, señaló.
Incluso indicó que los productores han formado alianzas y cooperativas para poder producir una mayor cantidad, pero aún así no alcanza.
Robatty señala que una forma de planificar mejor la estrategia es actualizar el censo de variedades de uvas pisqueras para conocer la disponibilidad real de materia prima.
“De ahí podríamos determinar cuánta cantidad de mosto se puede trabajar en pisco para exportar y cuánta se quedaría para el mercado local”, sostuvo.
Otra amenaza proviene del frente legal por la disputa por la denominación de origen. Como se recuerda, recientemente India anunció que permitirá a Chile usar la denominación pisco, quitando la exclusividad que tenía el Perú.

Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de San Martín de Porres con experiencia en radio, tv, redes sociales y medios impresos. Escribo y hablo sobre economía y finanzas desde el 2020.