
Perú alcanzó exportaciones por más de US$ 74 mil millones en 2024, impulsadas por sectores clave como la minería, agroindustria y pesca. Sin embargo, deficiencias estructurales en logística elevan los costos de transporte entre un 20% y 50% del valor del producto, una carga que resta competitividad frente a países miembros de la OCDE, donde los costos son considerablemente menores, según el Banco Mundial.
“Si bien factores externos, como los aranceles, representan obstáculos importantes, existen deficiencias que tanto el sector público y privado deben prestar atención para mejorar la eficiencia y competitividad del país en el escenario global”, afirmó el Ing. Edwin Holguin Gogin, Jefe de la carrera de Ingeniería Industrial de la Universidad Cayetano Heredia.
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La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) tiene como finalidad promover el desarrollo integrado de sus países miembros; sin embargo, la adhesión de Perú al organismo tiene muchas grietas que cerrar antes de concretar su incorporación. Entre ellas, la infraestructura deficiente, la fragmentación del transporte, los engorrosos trámites aduaneros y la congestión en los puertos son algunos problemas que se tiene para el traslado de mercancías desde la chacra hasta el barco.
“Perú aspira a ser miembro de la OCDE desde 2022; sin embargo, el país tiene muchas deficiencias que no están siendo atendidas. Por ejemplo, el 70% de los caminos rurales están en mal o muy mal estado o, en el Callao, principal terminal marítimo del país, los camiones pueden esperar hasta 14 horas para ingresar, mientras que la falta de coordinación entre las inspecciones de SUNAT, SENASA y SUCAMEC provoca rupturas de la cadena de frío”, explica el experto.
Para lograr la membresía de la OCDE se debe articular una política de Estado de carácter permanente y transversal a los distintos gobiernos. En comparación internacional, la brecha es evidente: mientras que Colombia logra exportar café con costos logísticos de entre 9% y 14% del valor del producto, en Perú estos costos alcanzan el 21%. En el caso de la cebolla, Nicaragua enfrenta costos de logística que representan apenas 27% del valor del producto, casi la mitad de lo que cuesta en el Perú. Cerrar esta brecha no es solo un desafío técnico, sino una exigencia económica, sobre todo si se planea adherirse a la OCDE.
En el año 2024 se incrementaron las exportaciones de arándanos con 327 mil toneladas y US$ 2,266 millones; las uvas de mesa con 566 mil toneladas y US$ 1,586 millones; las paltas con 599 mil toneladas y US$ 1,248 millones; el café con 244 mil toneladas y US$ 1,100 millones; y la estrella de las exportaciones agroindustriales, el cacao con 159 mil toneladas y US$ 1,260 millones, con incrementos en 45% en volumen y 324% en dinero.
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A pesar de algunos avances —como las obras de modernización en los puertos de Pisco y Salaverry para integrarse al futuro dinamismo del puerto de Chancay—, el progreso es insuficiente. Para consolidarse como un hub logístico regional y capitalizar los más de 20 tratados de libre comercio vigentes, el país necesita políticas de Estado sostenidas y articuladas.
Mientras no se derriben estas barreras, Perú no alcanzará ser una potencia agroexportadora y los mercados a los que se dirija serán limitados, pese a que el país tiene potencial de exportación en todos sus sectores, recalca el docente de la U. Cayetano Heredia.