
En un contexto de finanzas públicas deterioradas y complicadas resulta clave vigilar la calidad del gasto público que viene realizándose. La inversión pública tuvo un importante dinamismo en el primer bimestre del año al crecer en más de 27% respecto al mismo período del año pasado. Sin embargo, en los meses posteriores el ritmo fue desacelerándose de manera significativa a niveles de solo un dígito, incluso, menores al 3%. En mayo, apenas creció en 0.9%.
En contraparte, el gasto público destinado a remuneraciones y al pago de locadores de servicios presentó niveles de crecimiento importantes y sostenidos, identificó en un reciente análisis el Instituto Pulso Fiscal.
Es más, el de locadores de servicios viene manteniéndose a doble dígito y en los tres niveles de gobierno. En el primer bimestre del año creció en 33%, en marzo mantuvo un nivel similar (28.5%) y, en los últimos dos meses, por encima del 12%.
Por su parte, los recursos para el pago de remuneraciones tiene una tendencia al alza, desde un 5.8% en el primer bimestre a un 10% en mayo. Se concentró, principalmente, en el sector educación, salud, personal militar, policial y administrativo.
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Dentro del gasto público, lo destinado al pago de remuneraciones y locación de servicios, vinculados al gasto corriente, “le restan espacio a la inversión pública” en lo que va del 2025, precisaron desde el instituto.
“Esta situación sería una de las razones por las que el Ejecutivo habría manifestado su intención de proponer una revisión del límite de déficit fiscal”, complementaron.
Precisamente, es importante recordar que el titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Raúl Pérez Reyes, anunció que solicitarán una flexibilización del límite del déficit fiscal, ubicado en un 2.2% del PBI para este año, en un contexto donde se camina a un tercer incumplimiento consecutivo anual.
Sin embargo, el 2.5% también sería incumplido ante un consenso de analistas que vira más hacia un 3%.
“Hay una regla de déficit fiscal y, en este momento, estamos por encima de esa, estamos en 2.7% del PBI de déficit anualizado. En este contexto, el gasto corriente está creciendo más que la inversión pública”, advirtió Adrian Rodas, CEO del instituto, en diálogo con Gestión.

¿Opciones ante un elevado gasto público?
Un mayor análisis del gasto público en mayo último reveló un incremento de más de S/ 1,200 millones, equivalente a una variación de 7%.
El detalle y observación que se realizó desde el instituto es que el incremento respondió, principalmente, a componentes de gasto corriente, cuando lo destinado a la construcción de obras que aporten al cierre de la brecha de infraestructura se desacelera.
Así, las transferencias corrientes crecieron en más de S/ 770 millones, mientras que únicamente las de remuneraciones lo hicieron en casi S/ 640 millones.
“El gasto en remuneraciones aumentó S/ 639 millones (+10%) debido a pagos de la CTS (en gobiernos regionales, principalmente), seguido por los aumentos salariales al personal del magisterio, CAS y personal administrativo. Este tipo de gasto es el único que tuvo un aumento constante en lo que va del año, generando rigideces en la asignación presupuestal”, precisó.
En tanto, la de inversión pública apenas subió en S/ 39 millones, equivalente a un 0.9%. El impulso responde, principalmente, al gobierno nacional, pues los subnacionales presentaron caídas.

Ante este panorama, Rodas indicó que la experiencia internacional muestra que, en panoramas fiscales complicados, suele reducirse el gasto en inversión pública. “Es lo que más rápido se ajusta en estos contextos”, indicó.
Sin embargo, dicho componente ya muestra un menor gasto, por lo que no sería una opción factible. Así, la solución debería pasar por cambios en el gasto corriente, entre el gasto en remuneraciones y el de locadores de servicios. Esto, también considerando que son gastos no tan productivos como la inversión.
“Si es que el Gobierno quisiera cumplir con la regla, una opción es hacer ajustes en locación de servicios para mitigar el incremento del gasto corriente. Ahí hemos visto que el gasto en locación de servicios, incluso, está creciendo más que la inversión pública”, subrayó.
Agregó que resulta preocupante esta tendencia porque estos tipos de gasto corriente tienen un componente “muy rígido”.
“La opción que está siguiendo el Gobierno es más bien no ajustar locaciones, no ajustar gasto corriente y, más bien, le está dando más espacio a la inversión pública”, mencionó Rodas, haciendo referencia puntual al anuncio del próximo crédito suplementario. “[Para esto] se necesita flexibilizar o relajar la regla de déficit fiscal. Ese es el camino que estaría siguiendo el Gobierno”, analizó.

Bachiller en Comunicación y Periodismo en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), especializado en economía, negocios, mercado laboral, políticas públicas, tributario, procesos concursales.