Durante su interpelación en el Pleno del Congreso, el premier Gustavo Adrianzén aseguró que el rescate financiero del Estado, en favor de Petroperú, evitó daños al orden fiscal.
“No hay un drenaje de recursos en favor de Petroperú (...) No hacer nada hubiera traído efectos adversos en finanzas públicas. Perú tendría que haber atendido, de manera inmediata, obligaciones que superan al 1.5% del PBI”, comentó ante un Legislativo semivacío —a pesar de tratarse de la interpelación al principal heraldo del gobierno de Dina Boluarte—.
Adrianzén sostuvo que el apoyo a Petroperú (DU 013-2024) no trajo gastos adicionales porque dichas garantías no implican salida de recursos del Tesoro Público.
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“La capitalización de US$ 750 millones y el pago de vencimiento de bonos y préstamos se hizo dentro del marco presupuestal disponible para el endeudamiento público del MEF”, resaltó.
Así, insistió en que Petroperú, a pesar de sus falencias económicas, es una empresa estratégica que “llega donde el privado no lo hace”: por ejemplo, comunidades de la selva o zonas altoandinas.
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Finalmente, el premier Gustavo Adrianzén señaló que Petroperú en los últimos diez años ha generado ingresos por US$ 6,763 millones, y en los últimos cinco meses, ha tenido resultados “auspiciosos” con la optimización de recursos y reducción de gastos para hacerla más eficiente.
