
La búsqueda de trabajo en Perú, para un mercado donde no siempre abundan las oportunidades para todos, suele ser tortuoso. Pero, también es común que muchos de los que ya están contratados sigan interesados en conocer qué espacios se abren para su crecimiento profesional.
En este contexto, ¿qué pasa si se “sorprende” a un trabajador postulando a otro posible empleo durante su jornada laboral? ¿Podrían ser despedidos o ameritaría una sanción o llamada de atención? Gestión lo responde con expertos en derecho laboral.
De acuerdo con las voces consultadas, si bien la legislación peruana reconoce la libertad de trabajar, lo que incluye la búsqueda activa, existen agravantes que podrían motivar una separación del trabajo.
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Una “infidelidad” laboral
Jorge Toyama, socio en Vinatea & Toyama, remarcó que, por si misma, la acción de buscar empleo durante tu jornada laboral no es una acción que amerite una sanción, a pesar de la incomodidad que pueda generarle a tu jefe actual.
El abogado sostuvo que ello se deba a que, legalmente, el hecho de que una persona esté constantemente buscando oportunidades para crecer en su carrera profesional no es una falta.
“Captar al trabajador o al mismo jefe incluso buscando trabajo no es un hecho que por sí solo sea causa de despido. Esta posible ‘deslealtad’ o ‘infidelidad laboral’, si podemos llamarla así, no puede considerarse una falta disciplinaria”, remarcó.
Cecilia Guzmán-Barrón, socia de DLA Piper, profundizó en la base normativa detrás de esta posición. A criterio de la experta, en leyes se reconoce la libertad de trabajo, que habilita esta posibilidad de explorar nuevas oportunidades.
Tanto Toyama como Guzmán-Barrón fueron claros en señalar que, incluso utilizar equipos del centro laboral, como serían un celular o una computadora, tampoco sería, necesariamente, suficiente para justificar un despido o correctivo.
Sin embargo, hay un análisis más fino: sí sería una falta en caso se pruebe que, por hacer esta postulación, se incumplieron las tareas encargadas.
“Tiene que existir ese agravante. Por ejemplo, un periodista que, por atender temas personales, no acudió a una conferencia de prensa y se perdió la noticia. Tiene que existir un perjuicio para que valga, por ejemplo, el despido”, comentó Toyama.
Guzmán-Barrón agregó que esta posible desvinculación laboral no puede entenderse como una vulneración a la libertad de trabajo. “No sería una sanción a ese ejercicio, si no a haberse distraído de sus actividades laborales durante el tiempo de trabajo”, recalcó.
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“Ratos libres” no son excusa
La abogada de DLA Piper también manifestó que la situación no varía en caso el trabajador termine sus tareas diarias, antes que culmine su horario laboral, y por ello opte por hacer “actividades personales”, categoría en la que podría calzar buscar otros empleos.
De acuerdo con Guzmán-Barrón, al firmar un contrato laboral el trabajador se compromete a dar su tiempo, por un periodo determinado, al empleador para cumplir las labores que se le encarguen.
Bajo esa premisa, debería ser el mismo empleado quien solicite a su jefe actividades extra, en caso culmine las que se le encargaron inicialmente, antes de terminar su jornada. Ello podría entender como tener proactividad y tener iniciativa en el centro de trabajo.
“Los ‘tiempos muertos’ son espacios que deben estar siempre a disposición del empleador, mientras sean dentro del horario laboral. Si yo me distraigo, realizo otras actividades, no estoy poniendo a disposición lo que se conoce como fuerza de trabajo”, refirió.
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Una situación particular
Toyama, por su parte, enfatizó que no existen casos conocidos que hayan sido abordados en los juzgados laborales que hayan analizado la situación que este artículo aborda, al menos no de manera concluyente.
Sin embargo, el abogado puntualizó que en la práctica peruana es común la búsqueda de empleo constante. Son pocas las personas, salvo un despido abrupto, que optan por renunciar sin tener un nuevo trabajo disponible.
“Puede que en Perú hayan casos, pero no han sido difundidos. Pero en la práctica se suele presentar esta situación. Es lo normal y lógico: si no están conformes en su centro laboral actual, buscan opciones y cuando tienen una alternativa, renuncian. Las personas no se retiran y luego analizan nuevos empleos”, explicó el socio de Vinatea & Toyama.
Esta aclaración lleva a Toyama a dar otra recomendación. En caso el empleador descubra a su trabajador buscando otros empleos en su horario laboral, antes de buscar un agravante para despedirlo, podría conversar con él para identificar oportunidades de mejora conjunta.
A consideración del abogado, esta salida es una opción, en caso se identifique que la incomodidad, o necesidad del trabajador de buscar salir del centro laboral, puede ser resuelta.
“Se le puede llamar y conversar en privado sobre las insatisfacciones que tiene en la empresa y cuáles son sus razones. Salvo sean insostenibles, vale la pena explorarlo: si está buscando trabajo en su horario laboral es porque no le interesa lo que hace hoy”, expresó Toyama.

Periodista económico con más de 5 años de experiencia en el rubro. Licenciado en Comunicaciones por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Antes fui parte del equipo fundador del medio digital Sudaca. Cubro temas vinculados a proyectos de inversión público y privada en más de una modalidad y hago seguimiento a diversos sectores económicos.








