
A menos de un año de las elecciones generales de 2026, el Congreso de la República mantiene una alta producción de proyectos de ley en materia laboral, muchos de ellos con potencial impacto en el sector privado.
Desde el inicio del actual periodo legislativo (2021), se han presentado más de 400 iniciativas laborales, pero solo 41 han sido convertidas en ley, según el último informe de Axpen -una alianza entre Apoyo Consultoría y Vinatea & Toyama- actualizado al 14 de mayo de 2025.
De este total, hay 82 dictámenes, es decir proyectos de ley que ya recibieron “luz verde” en las respectivas comisiones parlamentarias.
Axpen identificó al menos ocho dictámenes laborales de alto impacto que podrían modificar aspectos sustanciales del régimen laboral privado.
Hay otro grupo que ya dio un paso más y está en la agenda del pleno del Congreso. Es más, se acaban de sumar nuevos proyectos recientemente a esa agenda, como la propuesta que permitiría extender la edad de jubilación hasta los 75 años.
En un escenario político cambiante, estas iniciativas podrían cobrar protagonismo en la recta final del Congreso actual.
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Dictámenes que podrían cambiar las reglas laborales
Ocho dictámenes aprobados en comisión concentran los cambios más significativos en evaluación. Aunque no han llegado aún al pleno, su eventual aprobación modificaría pilares del régimen laboral actual.
Entre ellos se encuentran el que otorga calidad de título ejecutivo a las resoluciones de Sunafil, lo que permitiría exigir directamente ante el Poder Judicial el cumplimiento de obligaciones laborales.
Otro plantea ampliar la protección contra el despido a los padres durante la gestación y el primer año de vida del hijo, incluso si están en periodo de prueba o son trabajadores de confianza.
También figuran propuestas que extienden la responsabilidad solidaria en tercerización a cuatro años, amplían los días de descanso postnatal a 70, y reconocen el derecho a ajustes laborales razonables —como teletrabajo o reubicación— para trabajadores que cuidan a personas con enfermedades raras o de alta dependencia.
A pesar de su alcance, estos dictámenes no han sido aún incluidos en la agenda del pleno, y su futuro dependerá del contexto político en los próximos meses.

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Temas políticos desplazan el debate laboral
Consultado por Diario Gestión, Ricardo Valdiviezo, jefe del área de investigación y desarrollo de Vinatea & Toyama, atribuye el bajo nivel de aprobación legislativa en materia laboral a dos factores clave: la sobrecarga política del Congreso y la falta de consensos en torno al régimen del sector privado.
“Los plenos del Congreso están muy abocados a temas de política pura y dura: interpelaciones, censuras, comisiones investigadoras y conflictos con el Ejecutivo. Eso consume no solo recursos económicos, sino también el tiempo legislativo. Muchas sesiones se enfocan en casos como el de Pedro Castillo, Dina Boluarte o temas judiciales con fiscales, dejando fuera temas laborales que sí podrían tener impacto favorable”, señaló.
Además, Valdiviezo advierte que la fragmentación política también limita los avances.
“Hay bancadas muy inclinadas hacia la izquierda, otras más hacia la derecha, algunas sin una posición clara. Eso hace que no exista un interés real por mover la agenda laboral privada. En cambio, en el sector público sí se han aprobado más leyes, porque hay intereses concretos sobre regímenes estatales”, agregó.
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¿Qué tipo de proyectos predominan?
Más allá del bajo nivel de aprobación, el perfil de los proyectos laborales presentados durante este periodo legislativo permitió identificar dos grandes tendencias. Según Ricardo Valdiviezo, la primera correspondió a propuestas de corte regulatorio y restrictivo, promovidas principalmente por bancadas de izquierda como Perú Libre, el Bloque Magisterial o Juntos por el Perú.
“Fueron iniciativas que buscaron limitar las causales de despido, reducir el uso de contratos temporales, restringir la tercerización —especialmente en el núcleo del negocio— y fortalecer la protección contra el cese. Apuntaban a un cambio estructural en las reglas del mercado laboral”, explicó.
La segunda tendencia estuvo conformada por propuestas de carácter más simbólico o popular, impulsadas por congresistas de perfil pragmático o sin una línea ideológica clara. Estas plantearon licencias específicas por motivos personales o de salud, como licencias por exámenes oncológicos, fallecimiento de mascotas o cuidado de familiares con enfermedades graves.
“Estas medidas generaban impacto operativo para las empresas, pero no modificaban el modelo laboral de fondo. Eran más fáciles de aprobar, generaban simpatía y ofrecían visibilidad política”, comentó Valdiviezo.
En contraste, las iniciativas orientadas a flexibilizar la normativa laboral —como jornadas más adaptables o modalidades de contratación alternativas— fueron prácticamente inexistentes en este Congreso.
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Proyectos en agenda del pleno
Además de los dictámenes aún pendientes de debate, existen proyectos que ya han ingresado a la agenda del Pleno del Congreso y se encuentran más avanzados en el trámite legislativo.
Algunos de ellos ya fueron aprobados en primera votación y están a la espera de su confirmación. Aunque su impacto puede ser menor en comparación con los dictámenes estructurales, estas iniciativas también podrían modificar ciertas obligaciones laborales en el corto plazo.

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Avances recientes y perspectivas en un año electoral
En mayo, el Proyecto de Ley (N° 1505-2021) —que permite a los trabajadores solicitar la extensión de su edad de cese hasta los 75 años con respaldo médico— fue reincorporado a la agenda del Pleno.
Asimismo, la Comisión de Trabajo aprobó dos nuevos dictámenes: uno que amplía la condición de derechohabiente a hijos mayores con enfermedades crónicas, y otro que establece bonificaciones para inspectores de Sunafil en función de la recaudación por multas.
Estos avances legislativos recientes podrían marcar el inicio de una fase más activa en materia laboral dentro del Congreso, especialmente considerando que el país se encamina a un proceso electoral en 2026.
Según el informe de Vinatea & Toyama, varios congresistas estarían buscando impulsar “leyes bandera” orientadas a ganar simpatía entre los trabajadores, ya sea a través de beneficios, licencias o protecciones reforzadas.
“La situación es volátil. Proyectos que estuvieron congelados por meses pueden reactivarse si se alinean con intereses coyunturales o con el cálculo electoral de ciertos grupos políticos”, advirtió Ricardo Valdiviezo.
En ese contexto, no se descarta que también aparezcan iniciativas dirigidas a sectores empresariales, con el objetivo de ganar respaldo económico o mediático. Para los actores del mercado laboral, esto implica la necesidad de seguir monitoreando de cerca tanto el Pleno del Congreso como las comisiones.
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Abogado especialista encargado de Enfoque Legal en Diario Gestión - Actualmente, ocupa la posición de analista legal en el área de Economía en el Diario Gestión.