
La persistente incertidumbre global genera un entorno desafiante para las economías de América Latina, lo que refuerza la necesidad mantener la estabilidad macroeconómica y de impulsar reformas, concluyó la conferencia “Reordering Global Trade and Finance in a Shock-Prone World”.
Durante la conferencia organizada por el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), el Reinventing Bretton Woods Committee (RBWC) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se destacó que estas tensiones llevan a un menor crecimiento global y de cambios en los patrones de comercio y en las cadenas globales de suministro.
En tanto, el aumento de las expectativas de inflación en Estados Unidos y las recientes medidas fiscales refuerzan la cautela de la Reserva Federal (Fed) e impactan en la cotización del dólar.
Pese a estos choques, los impactos sobre América Latina han sido moderados en la mayoría de los países, con excepción de México, uno de los más afectados por las tarifas impuestas.
Este menor impacto en la mayoría de países latinoamericanos, explicaron, se debe a que los aranceles impuestos han sido menores a los aplicados a otros países, como los de Asia. En paralelo, los precios de las materias primas continúan en niveles altos y no se observan reversiones en los flujos de capitales.
Si bien el impacto está siendo moderado, la inversión directa aún es limitada y se espera que la incertidumbre persista, lo que implicará que cada país establezca líneas de acción.
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En este sentido, subrayaron la importancia de mantener la coherencia entre la política monetaria y la política fiscal para evitar presiones inflacionarias adicionales.
“Una política fiscal excesivamente expansiva puede generar presiones inflacionarias de demanda y dificultar la labor del banco central para alcanzar la estabilidad de precios. De otro lado, la consolidación fiscal es una tarea pendiente en varios países de la región, en particular en aquellos donde la deuda pública permanece muy por encima de los niveles previos de la pandemia”, advirtieron.
En materia monetaria, se enfatizó que los bancos centrales deben mantener el rumbo para reducir la inflación o acercarla a sus metas, evitando flexibilizar la política monetaria muy pronto.
Además, resaltaron la urgencia de impulsar reformas estructurales para lograr crecer a tasas altas y sostenibles. Entre ellas, se tiene un crecimiento sostenido, como la mejora de la infraestructura, la digitalización, la modernización laboral y la adecuación de los sistemas de protección social frente al cambio demográfico.
A nivel regional, indicaron que las tensiones comerciales globales y los cambios en las cadenas de suministro podrían abrir oportunidades para dinamizar el comercio entre regiones. Sin embargo, las deficiencias de infraestructura y las barreras comerciales internas siguen siendo limitantes.
Cabe mencionar que, la presentación tuvo la participación de Julio Velarde, presidente del BCRP; Marc Uzan, director ejecutivo del RBWC; y Laura Alfaro, economista jefe del BID.
También participaron Alexandre Tombini, del BIS; José Darío Uribe, presidente ejecutivo del FLAR; Rodrigo Valdés, director para el Hemisferio Occidental del FMI; Verónica Frisancho, economista jefe de la CAF, así como los gobernadores de los bancos centrales de Chile y Colombia.