
Perú perdió dinamismo en el segundo trimestre del año: creció 2.8% entre abril y junio de este año, según la información del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP). Sin embargo, la demanda interna estuvo casi inamovible, con un indicador clave que no se puede ignorar: la inversión privada.

Ad portas de un periodo electoral, es necesario mantenerse atento a este indicador, así como al consumo privado, pues es usual que hacia adelante la incertidumbre pueda cambiar el escenario. ¿Cómo se cerró la primera mitad del 2025?
Perú vio “un pico”. La inversión privada creció 9% entre abril y junio de este año, su mejor nivel en 15 trimestres, es decir, desde finales del 2021. Esto va en línea con lo que algunos analistas han adelantado: el impacto del año preelectoral aún se verá hacia finales de este año.
En el segundo trimestre de 2025, según la información del BCRP, el desempeño de la inversión privada estuvo caracterizado por la expansión a dos dígitos de la inversión no residencial no minera (por ejemplo, el gasto privado en nuevas construcciones, así como en maquinaria y equipo, que no está directamente relacionado con el sector de la minería).
También se explicó por el avance, por segundo trimestre consecutivo, de la inversión residencial y de los proyectos del sector minero.
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Otro indicador relevante es el del consumo privado. En el periodo analizado avanzó 3.6%, con lo que sumó siete trimestres consecutivos de expansión. El resultado fue impulsado por la recuperación del poder adquisitivo de los hogares, tras el incremento del empleo y los ingresos, así como la moderación de la inflación.









