
Tras retroceder en el 2023 –periodo de recesión–, la inversión privada en el país “rebotó” el año pasado. Para este 2025, la situación se ve mejor: el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) proyectó recientemente que este indicador aumentaría 6.5% este año y se desaceleraría a 3.5% en el 2026.
Si se revisa en detalle, un tema llama la atención: después de tres años seguidos “en rojo”, la inversión residencial –que considera los recursos destinados por hogares o empresas a la construcción de nuevas viviendas o a la mejora de las infraestructuras residenciales existentes– crecería este (3%) y el próximo año (3%).
En la misma línea, para este año, la entidad monetaria revisó al alza el crecimiento de la actividad constructora, de 3.8% a 4.3%, aunque para el 2026 mantiene una proyección de desempeño menor, de 2.0%.
Este año prácticamente está jugado, pero, en un contexto donde la incertidumbre política va en aumento, el 2026 ya no se ve tan claro.
Mercado inmobiliario
Según data de la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco), el mercado inmobiliario mantiene un crecimiento sostenido, en donde los créditos hipotecarios entre agosto del 2024 y julio del 2025 crecieron 20.3% en colocaciones, y 26.7% en montos otorgados, logrando un récord de S/ 15,848 millones desembolsados.
Para conocer lo que se espera para la inversión privada residencial, Gestión consultó a Iván Portocarrero, director de análisis sectorial de Apoyo Consultoría, que elaboró un informe sobre la inversión inmobiliaria que desarrolla la Confederación de Desarrolladores Inmobiliarios del Perú (CODIP).
El experto refirió que las proyecciones del sector para el desempeño de la inversión privada residencial en el país están relativamente cercanas con las del BCRP, es decir que esperan crecimientos en torno al 3% para este año y el próximo.
Autoconstrucción dinámica
Portocarrero recuerda que este tipo de inversión es la combinación de dos historias distintas, una de la autoconstrucción, que representa el 70% de la inversión privada residencial y que en su mayoría es informal, mientras el otro 30% lo explica el sector inmobiliario, que es completamente formal.
En el caso de la autoconstrucción, refirió que, tras el “pico” de crecimiento que alcanzara el 2021 a raíz de la pandemia del covid, en los años posteriores había registrado caídas, por el aumento del gasto familiar fuera del hogar, pero esperan que tenga una recuperación para este año.
Para el cierre del año estiman que dicho segmento podría crecer en torno al 4%, aunque para el 2026 proyectan que podría alcanzar un desempeño menor, del 2.5%.
Inversión inmobiliaria
En cuanto a la inversión inmobiliaria, indicó que esperan un crecimiento de alrededor del 2% para el 2025, y del 3% para el 2026.
Vale indicar que, en el 2023, el sector inmobiliario había crecido solo 0.4%, mientras que el 2024, según había estimado ASEI, la inversión en ese segmento, particularmente en Lima Metropolitana, había crecido en 30% frente al año anterior, al incorporar un poco más de 4,900 viviendas nuevas respecto al periodo anterior y totalizar 21,479 unidades inmobiliarias vendidas.
“Hemos estado en la fase de un ciclo al alza en la inversión inmobiliaria; basta con ver las nuevas ofertas que se están desarrollando en diversos distritos de Lima, para darse cuenta del dinamismo que ha venido teniendo el sector”, aseveró Portocarrero.
En esa línea, refirió que el dinamismo en la construcción se va a venir dando, conforme vayan avanzando los niveles de ventas (en el sector inmobiliario), y “si los niveles de ventas vienen muy rápidos y vas agotando stocks, entonces las inmobiliarias van invirtiendo”.
“La velocidad de crecimiento en general de la economía viene bastante bien; hay una buena velocidad de entrada a un año que es complejo, que es un año electoral”, subrayó.