
El mercado energético tiene los ojos puestos en el Lote 58, un área de extracción de gas natural que se ubica en Cusco, Perú. Resulta atractivo porque Jorge Montero, ministro de Energía y Minas (Minem), ya ha estimado que su producción —agendada para el primer trimestre del 2026— incrementará en 30% las reservas de este hidrocarburo.
La empresa a cargo del megaproyecto es China National Petroleum Corporation (CNPC), la misma que acaba de resolver los últimos trámites ambientales y se encuentra lista para iniciar las operaciones en el periodo acordado.
Sin embargo, su viabilidad ha dependido mucho de una reducción en el presupuesto: una estimación inicial de US$ 4,000 millones se convirtió, finalmente, en una de US$ 500 millones. ¿Por qué?
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Conectividad en infraestructura: la ventaja
La entrada en operación del Lote 58 implica —además del uso oportuno de un contrato firmado hace dos décadas (2005)— el incremento de las reservas, las cuales pasarán de 10 a 13 trillones de pies cúbicos (TCF).
Todo el plan es admisible porque esta iniciativa no requiere de infraestructura adicional, sino de decisiones operativas y regulatorias claras.
Diego Díaz, socio de Macroconsult, detalla que el proyecto original comprendía la edificación de una planta de procesamiento y nuevas facilidades de transporte para conectar la producción del Lote 58 con la cadena de valor del gas.
“Conectarlo con el midstream (fase de transporte, almacenamiento y procesamiento) y el downstream (consumidor final) de la industria", puntualiza.
Pero, hay un elemento a favor del Lote 58: se ubica cerca de la Planta de Procesamiento de Gas Malvinas y del Gasoducto de Transportadora de Gas del Perú (TGP), lo que facilita su integración al mercado.
“Es una solución que es mucho más costo-efectiva, porque se está aprovechando la capacidad de producción que ya existe en la zona y se está integrando un pozo que va a traer nuevas reservas y que va a permitir, justamente, mantener un nivel operativo de la planta”.
Sin estas piezas en el mapa, otra sería la historia.
“En la reconfiguración del proyecto, se ha buscado hacerlo viable mediante la infraestructura existente. Si es que no la hubiera, el Lote 58 tendría que construir su planta y estaríamos hablando de un proyecto de más de US$ 4,000 millones”, calcula.
La cifra es ocho veces menor al final: “Una inversión de US$ 500 millones“, fija Díaz.
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Lote 58: factor comercialidad
Erick García, exencargado de la Dirección General de Hidrocarburos del Ministerio de Energía y Minas (Minem), opina que la proximidad con la Planta de Procesamiento de Gas Malvinas y el Gasoducto de Transportadora de Gas del Perú (TGP) también le otorga al Lote 58 el factor comercialidad.
“Al tener cercanía a instalaciones de procesamiento de transporte, cumple un criterio que se llama comercialidad. Al ser comercializable, ya se puede considerar como reserva”, sostiene.
En ese sentido, recuerda que en el 2021 hubo una “caída” de reservas de gas, pero en realidad se trató de una “reclasificación”.
“Como el Lote 58 no tenía facilidades de comercialidad, se pasó a un recurso contingente; o sea, estaba ahí, pero sin comercialización no se considera como reserva probada”, explica.


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Las regalías del Lote 58 para el Perú
En cuanto a las regalías, el MEF estima que se podrían generar más de S/2,000 millones hasta el año 2044. Este monto se suma a otro beneficio: el canon, un mecanismo clave de redistribución de la riqueza que generan los recursos naturales.
“El 50% de las regalías se convierte en canon; y ese canon, a su vez, se distribuye a los gobiernos subnacionales, lo que contribuirá a sus arcas fiscales. Aporta significativamente a Cusco”, formula Díaz.
Alude, en ese sentido, a que el Perú es un país gasífero. “Perú no es una potencia en petróleo, al menos desde el punto de vista regional. Pero, lo es en gas. El hecho de que haya pasado tanto tiempo (desde la firma del contrato en el 2005) y que nos esté costando tanto lograr nuevos proyectos es una señal de que debemos, como Estado, tener una política de promoción mucho más estructurada y coherente. En lo regulatorio, en lo institucional y en la planificación energética”.
Afirma que el inicio de operaciones en el Lote 58 debería marcar un punto de inflexión. “Hay diversos proyectos que están en etapa de exploración, algunos son, por ejemplo, offshore, en el mar peruano, y que son interesantes”, complementa.
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Operatividad de Camisea
De acuerdo con Díaz, después de casi 12 años ingresará un nuevo lote en operación en Camisea.
“(El inicio de la producción del Lote 58) va a permitir que se mantenga el nivel de operatividad de Camisea en los próximos años. Los lotes de Camisea, en particular los que entraron en operación a inicios del proyecto, ya están enfrentando una etapa de mayor maduración y su producción empieza a reducirse”, contextualiza.
Además, desarrolla otro atributo: el gas del Lote 58 se podrá utilizar para la separación de líquidos de gas natural.
“Esos líquidos van a la planta de Pisco, que es donde se produce el GLP, por ejemplo. Entonces, va a permitir que se mantenga el nivel de gas transportado y la producción fiscalizada. ¿Todo eso en qué se traduce? En regalías para el Estado, en Impuesto a la Renta y en mantener un abastecimiento energético sólido en el país", ilustra.
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Desafíos que enfrenta CNPC
De cara al primer trimestre del 2026, CNPC deberá habilitar una estrategia para mitigar el conflicto social, considera García.
“Uno de los principales problemas es el conflicto social. Las familias de la zona piden algo concreto, el cierre de brechas; entonces, es una necesidad básica. Además, es una oportunidad para la empresa de poder hacer lo correcto, socializar su proyecto para que tenga apoyo de la población”, remarca.
En su lista de desafíos, el especialista en hidrocarburos también involucra a las acciones de remediación; es decir, a las medidas para concentrar la contaminación en un punto y reducirla hasta niveles seguros para la salud y el medio ambiente.
“No se han visto muchas acciones de remediación puntuales en la zona. Ese será un reto. Si cualquier proyecto de hidrocarburos se maneja adecuadamente, genera divisas, empleo, oferta... Va a depender mucho de lo que la empresa ha proyectado como negocio principal”, advierte.
El dato:
- La producción empezará con 60 millones de pies cúbicos por día y crecerá, progresivamente, hasta los 260 millones de pies cúbicos por día.

Redactora de Economía en diario Gestión. Periodista piurana con seis años de experiencia profesional en el rubro.