Es comprensible sentirse molesto por tener que demostrar su valía ante un nuevo jefe. (Foto: Difusión)
Es comprensible sentirse molesto por tener que demostrar su valía ante un nuevo jefe. (Foto: Difusión)
Redacción Gestión

Durante años, ha sido un jugador de equipo dedicado en su empresa, un empleado estrella con excelentes relaciones en todos los niveles del organigrama. Pero de repente llega un nuevo jefe a la escena y todo lo que alguna vez amó de su trabajo se ha convertido en una fuente de agonía y frustración.

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