
La población ocupada en el Perú, o que cuenta con algún tipo de empleo, ascendió a más de 17.3 millones de trabajadores al cierre del primer trimestre, representando un incremento de 1.3% o un equivalente a casi 215 mil más frente al mismo período del año anterior, dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
En un contexto de una pobreza más urbana en los últimos años, vale anotar que el resultado de más empleo estuvo explicado por un aumento de la población urbana (1.7%), mientras que la rural se contrajo en 0.4%.
Destaca empleo adecuado
Por tipo de empleo, el mercado laboral también presentó mejoras, una en particular. Gestión identificó que, por primera vez desde el 2022, el nivel de empleo adecuado, conocido como “empleo de calidad”, representó más de la mitad del grupo que cuenta con algún tipo de trabajo durante el periodo abril 2024 – marzo 2025.
En los últimos 12 meses a marzo reciente, las personas con empleo adecuado sumaron más de 9.3 millones, un crecimiento de 4.2% respecto al mismo período del año previo. Esto se destacó frente a la variación negativa del subempleo (-2.5%).


En detalle, para este período de análisis anual, el grupo de empleados adecuadamente representó el 50.7% del total de la Población Económicamente Activa (PEA). Este resultado se consiguió luego de dos trimestres consecutivos en los que ganó terreno, considerando un 49.4% al tercer trimestre del 2024 y un 50% al cierre de dicho año.
De hecho, luego del cierre del 2022, cuando tuvo una participación de 50.6% del total de la PEA, la proporción del empleo adecuado fue subiendo desde un 48.6%.
El informe del INEI también evidenció que, en el último año a marzo, el ingreso promedio mensual proveniente del trabajo alcanzó los S/ 1,780.4, al incrementarse en 5% o un equivalente S/ 85.2 frente al mismo período del año anterior.
Con este resultado, de acuerdo con el Instituto Peruano de Economía (IPE), los ingresos laborales a nivel nacional están cerca de 4% por debajo de su nivel prepandemia (casi S/ 70), en términos reales.
La cifra, sin embargo, mostró una mejora respecto a inicios del 2024, cuando la brecha fue de 5%, aunque resaltaron que el avance es insuficiente.
Foto momentánea
En general, Juan Carlos Odar, director de Phase Consultores, indicó que es importante la mejora en la calidad del empleo creado, pero observó que la base de expansión es baja, haciendo referencia al crecimiento de solo 1% en el último año.
“El año pasado, estábamos entre el 1.5% y cerca del 2% en la población ocupada. La primera lectura es que hay una desaceleración del empleo a nivel nacional. Es positivo que las nuevas plazas sean de más calidad, pero han sido relativamente pocas”, señaló a Gestión.


A su turno, Claudia Sícoli, directora de la Carrera de Economía y Negocios Internacionales de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), destacó que es importante que el subempleo disminuyó en 207 mil personas respecto del mismo periodo del año anterior.
“También es importante remarcar que el desempleo, a nivel nacional, disminuyó en un 2.5%, implicando que 25 mil personas menos están desocupadas y están en [algún tipo de] empleo”, indicó.
La observación de Odar se extendió también al considerar el dinamismo de la economía peruana, que anotó un crecimiento de casi 4% en el primer trimestre del año. “No se ve que haya ido de la mano”, agregó.
La encuesta de expectativas empresariales del Banco Central de Reserva (BCR), de abril, mostró que la contratación de personal se encuentra en terreno optimista, aunque con una variación mixta para los 3 y 12 meses.
“El contexto nos dice que hay cierta cautela por parte de las empresas. Hay perspectivas favorables, pero no necesariamente son duraderas. Es un optimismo moderado”, sostuvo. Esto se explicaría, en mayor medida, por el factor aracenlario global.
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En esta línea, Odar señaló que “será complicado sostener” el indicador de que más de la mitad de trabajadores en el país cuenta con un empleo adecuado.
“La foto de hoy es positiva, pero el problema es que es vulnerable y está expuesto a crecimientos lentos. Se revertiría, lamentablemente. No se observa, para los siguientes meses, una subida excepcional ni una caída dramática de la economía, pero el balance de riesgos está cargado a la baja: la cautela de acentúa en el empresario”, resumió.
Hacia el cuarto trimestre, ya con una mayor presencia del impacto de las elecciones generales del 2026, se marcaría este retroceso en el empleo adecuado como proporción de la PEA total.
Por su parte, Miguel Jaramillo, investigador principal de Grade, mencionó que se tendrían dos semestres diferenciados. El primero mantendría la tendencia del cierre del 2024 de aumentar el empleo, pero caracterizada por un ritmo lento.
Sin embargo, sobre todo este escenario, Jaramillo apuntó que todavía se tienen niveles de subempleo casi un 30% adicional al nivel prepandemia.
“Hay un empobrecimiento fuerte del mercado laboral, del cual todavía no nos recuperamos. Hay mejoras, pero son marginales”, complementó.

Bachiller en Comunicación y Periodismo en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), especializado en economía, negocios, mercado laboral, políticas públicas, tributario, procesos concursales.