
El ministro de Economía y Finanzas, Raúl Pérez Reyes, ha encargado al Congreso de la República de Perú hacer realidad un deseo que tiene desde cuando dirigía el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC). En la propuesta de Ley de Endeudamiento para el 2026 se ha incluido la posibilidad de crear el modelo híbrido para proyectos de infraestructura, que combinaría las modalidades de Asociaciones Público-Privadas (APP) y Gobierno a Gobierno (G2G).
Así lo establece la segunda disposición complementaria final de la propuesta normativa, que ahora el Poder Legislativo deberá discutir y aprobar, junto a la Ley de Presupuesto Público del próximo año.
Con ello, el actual titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) le daría respaldo legal a una propuesta que, vía ProInversión, busca financiar obras como la Línea 3 y 4 del Metro de Lima, pero también la Nueva Carretera Central, entre otros que podría sumarse en el camino.
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El planteamiento y el sustento del MEF
Según indica el proyecto de ley, el MEF busca que se autorice a ProInversión “a utilizar esquemas híbridos de inversión que combinen las modalidades de contratos G2G y APP”. De recibir esta potestad, la agencia suscribiría los acuerdos, en nombre del Estado peruano, y coordinaría lo necesario con otros sectores del Gobierno para sostener este modelo.
Su objetivo sería impulsar varias fases de “proyectos de inversión de alta complejidad, con altos niveles de inversión y/o financiamiento, que involucren intervenciones multisectoriales o la combinación de más de una de dichas características”, aunque no se listan qué obras se tienen en mente.
Las fases que podrían desarrollarse así serían diseño, formulación, financiamiento, despliegue, operación y mantenimiento. También se indica que los “criterios, requisitos y procedimientos” se describirán en el reglamento de la nueva ley APP, que también está pendiente de publicación desde el MEF.

La exposición de motivos del planteamiento normativo deja saber que fue la Dirección General de Política de Promoción de la Inversión Privada del MEF quien propuso incluir esta disposición en la Ley de Endeudamiento para el 2026.
Aparte, allí se señala que el ministerio considera que hay 5 frentes donde las fortalezas probadas de las APP y el G2G podrían complementarse. Estos son eficiencia y celeridad en la ejecución, optimización de la asignación de riesgos, transferencia de conocimientos y capacidades, transparencia y control; e impacto socioeconómico.
El resumen de las ventajas allí descritas gira en torno a que el G2G dota al proyecto de estándares internacionales, que reducen el riesgo de corrupción, mientras que las APP transfiere riesgos, sobre todo económicas, al privado, dando también sostenibilidad en la operación a largo plazo.
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Los proyectos que despegarían con el esquema híbrido
Si bien la propuesta legislativa no lo indica explícitamente, es posible listar varios proyectos que se verían “beneficiados” por la mezcla del G2G con APP.
Solo en mayo, el ministro Pérez Reyes señaló a Gestión que las Líneas 3 y 4 del Metro de Lima utilizarían este modelo. “Lo que haremos es, vía G2G, el tema de la construcción; y vía APP la reestructuración financiera y operación de mantenimiento”, dijo entonces.
Hace una semana también el MTC informó que Corea del Sur tenía interés en el proyecto. El país asiático presentaría una “solución integral” para ambas líneas férreas, que incluiría diseño e ingeniería de su trazo, construcción, operación y mantenimiento.
Pero aparte de las Líneas 3 y 4, otros 7 proyectos podrían utilizar el esquema híbrido. Cuando recién tenía menos de un mes dirigiendo el MEF, Pérez Reyes presentó ante inversionistas una “cartera de megaproyectos” por casi US$ 50 mil millones con esta visión.

Estos son la Nueva Carretera Central y 6 ferrocarriles más: Lima-Ica, Lambayeque-Cajamarca, Chancay-Pucallpa, vinculado al llamada Corredor Bioceánico que uniría el puerto de Chancay con Brasil; Trujillo-Barranca, Lima-Barranca, e Hidroeléctrica Quillabamba.
“Bajo ese mecanismo el Estado peruano no se endeudará, sino lo hará el concesionario. Anualmente, si le falta cubrir pagos por la operación, el Estado pondrá la diferencia”, explicó en un evento de la Sociedad Nacional de Construcción e Infraestructura (SNCI) en su primera semana al mando del MEF.
Pero, como es de público conocimiento, Pérez Reyes tenía esta idea en el tintero desde que estaba en el MTC. En mayo, días antes de pasar al MEF, Transportes informó vía prensa que manejaban una cartera de inversiones, por S/ 236,788 millones en total, que utilizarían un G2G y APP en su impulso. Allí se listaron también los 8 proyectos ya mencionados aquí.
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Propuesta preocupa por su poca transparencia
Leonie Roca, presidenta de la Asociación para el Fomento de la Infraestructura Nacional (AFIN), recalcó a Gestión que ve con preocupación la forma en la que se pretende establecer este modelo híbrido.
Según la líder gremial, no se sabe qué elementos han determinado utilizar el G2G en los proyectos señalados y menos si cuentan con el presupuesto para esos proyectos, considerando el déficit fiscal existente.
“Son proyectos que no tienen un costo fijo en la actualidad, ni se sabe cuánto esfuerzo fiscal demandarían. El Gobierno está haciendo un nuevo plan de infraestructura, ¿se han incluído en este? ¿están prespuestados en los marcos multianuales a 3 o a 5 años? Son cuestiones que deberían considerarse", puntualizó.
También consideró que puede generarse mayor participación de los actores involucrados en torno a cómo se vienen promoviendo y manejando la gestión de futuros proyectos.

Al respecto, José Salardi, extitular del MEF, recordó que la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN) se encuentra hoy en la situación que indicó AFIN. Su temor es que, de hacerse mal, el modelo híbrido genere un problema de paralización de obras mayor. En el caso de la ANIN, la misma autoridad estima forados en su presupuesto hasta el 2031 al menos. Dichos proyectos usan contratos NEC, clásicos en los G2G.
“De lo que hay duda es que el modelo G2G es un esquema donde el Estado debe afrontar pagos en el tiempo. Indudablemente no hay capacidad presupuestal para abordar tantos proyectos a la vez. Si se lanza todo en poco tiempo, sumando los flujos de pagos, se generaría un problema como el de la ANIN, pero potenciado muchas veces”, advirtió.
Salardi comentó también que este modelo híbrido es inédito. De acuerdo con la revisión que ha realizado el exministro, no existen esquemas similares en el mundo. A su criterio, ello haría dudar a los inversionistas para sumarse a esta idea.
“No sé si el mercado tomará un esquema así, no está quedando claro hasta ahora. Si el MEF ha simulado los flujos y ven resultados positivos, sería bueno que los den a conocer de forma transparente. Si no, los proyectos se dilatarán más tiempo del que ya llevan (como la Línea 3 y 4)”, agregó.

Periodista económico con más de 5 años de experiencia en el rubro. Licenciado en Comunicaciones por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Antes fui parte del equipo fundador del medio digital Sudaca. Cubro temas vinculados a proyectos de inversión público y privada en más de una modalidad y hago seguimiento a diversos sectores económicos.