
Cada segundo domingo de mayo, los peruanos celebran el Día de la Madre, una fecha especial para demostrar cariño y gratitud. Pero, ¿qué quieren realmente las mamás de hoy? En especial, las de la generación millennial —nacidas entre 1981 y 1996— que combinan maternidad, trabajo, tecnología y bienestar en su día a día.
A diferencia de otras generaciones, las mamás millennials valoran cada vez más los momentos de calidad, los regalos con intención y las experiencias que les permitan reconectar consigo mismas. En este contexto, los regalos tradicionales dan paso a propuestas creativas, sostenibles y significativas.
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“Las mamás de hoy buscan un equilibrio entre la funcionalidad, la conexión emocional y el respeto por el entorno, donde cada regalo no solo refleja el cariño de quienes lo dan, sino también una conexión profunda con su bienestar y valores. Más allá de lo material, prefieren experiencias que les permitan crear recuerdos duraderos, relajarse y sentirse valoradas”, dice Miguel Ángel Estupiñán, gerente comercial de LEGO en Perú.
Además, al ser una actividad que se puede disfrutar en solitario o en familia, armar estos sets se convierte en una forma de reconectar: con uno mismo, con los hijos o con la pareja. Este sería un plan ideal para una mamá que aprecia los momentos tranquilos, los detalles con intención y el arte de regalar algo duradero.
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Otras de las opciones, para compartir un regalo como mamá, podrían ser: experiencias significativas.
Un desayuno en familia sin prisas, una sesión de spa, una salida cultural, una caminata en la naturaleza o incluso un momento de silencio con un buen libro pueden tener más impacto que el regalo más costoso. Para ellas, la calidad del momento supera con creces al valor monetario.
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También buscan obsequios con intención: productos sostenibles, detalles personalizados, objetos útiles que combinen diseño y funcionalidad. En lugar de lo efímero, prefieren lo duradero; en lugar de lo predecible, lo pensado. No es raro ver a muchas optar por experiencias que pueden disfrutar en soledad o compartir en familia, con el fin de reconectar consigo mismas y con quienes aman.
Otro rasgo distintivo de estas madres es su sensibilidad hacia el medio ambiente y el consumo responsable. Unas rosas, podrían ser una gran alternativa.
Finalmente, este tipo de regalos se destacan no solo por su belleza, sino por la experiencia única que ofrecen. Son mucho más que un detalle material; representan un momento compartido entre madre e hijo, un espacio para conectar, crear y disfrutar juntos.