
La Cámara Baja de EE.UU. respaldó un paquete legislativo que impone un impuesto de 3.5% a las remesas enviadas por migrantes sin ciudadanía ni residencia permanente hacia sus países de origen. Big Beautiful Bill lleva por nombre el proyecto de la Casa Blanca que ha causado revuelo en el Congreso, incluso entre los republicanos.
La versión original del proyecto proponía una tasa del 5%, pero fue reducida tras la presión de un grupo de republicanos de estados fronterizos preocupados por posibles repercusiones diplomáticas y electorales.
Según Bloomberg, el impuesto a las remesas afectará al consumo de los hogares, particularmente, las más pobres o con pocas opciones de ingreso ya que estos recursos se destinan a los gastos y consumo.
Ante este escenario, surgen preocupaciones acerca del impacto que podría tener la medida en las remesas que se envían desde Estados Unidos hacia el nuestro país y cómo afectaría a los peruanos.
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Efectos del impuesto
En el 2024, el Perú recibió remesas por un valor total de aproximadamente de US$ 5,000 millones, de acuerdo con datos del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP). De este total, cerca de la mitad (US$ 2,500 millones) se enviaron desde Estados Unidos.
José Arango Dipas, jefe de Negocios de JetPerú, indicó que Estados Unidos es el principal originador de remesas para nuestro país. Entonces, un impuesto generaría una reducción en los montos de envíos, es decir, que el remitente mande menos dinero.
Asimismo, “ocasionaría un poco de presión sobre las empresas del rubro, las cuales tendrían que ver la forma de enfrentar esta demanda de dos maneras: absorber el costo adicional o transferirlo al remitente”, dijo.
El ejecutivo refirió que, en estos casos, las empresas pueden optar por aplicar directamente el sobrecosto en la tarifa de envío o en el tipo de cambio. Esto quiere decir que, de alguna u otra forma, se ven perjudicados tanto el que envía la remesa como el que la recibe.
María José Artacho, country manager de Globla66 Perú, señaló que la imposición de un impuesto a las remesas incrementaría el costo total de envío de dinero, lo cual es crucial en un contexto donde la inflación ya ha erosionado el poder adquisitivo en varios países de la región.
“Esto significa que el mismo monto enviado desde el extranjero alcanza para comprar menos bienes y servicios en el país receptor. Si a esto se le suma un impuesto, el monto neto que recibe el beneficiario se reduce aún más, disminuyendo su capacidad de gasto”, explicó.
Dicho esto, las familias peruanas tendrían menos dinero disponible para cubrir sus necesidades básicas, lo que inevitablemente llevará a una reducción en el consumo. Esta disminución afectaría directamente a las economías locales, especialmente en aquellas ciudades o regiones que dependen en gran medida de las remesas, generando una ralentización de la actividad económica.
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Endurecimiento en el costo de remesas
José Arango Dipas refirió que el costo de envíos es de entre el 4% al 6% del monto que se transfiere. Ahora, si se le agrega el impuesto del 3.5%, la cifra subiría hasta casi un 10%.
“Entonces, esto reduciría el monto de dinero que se envía desde EE.UU. y que se recibe en Perú. No creo que las operaciones se reduzcan tanto, sino más bien los montos, ya que siempre va a haber la necesidad de enviar remesas del extranjero para los familiares, eso no va a cambiar”, añadió.
Por su parte, María José Artacho consideró que la imposición de un tributo a las remesas podría generar una disminución en el volumen de transacciones a corto plazo, ya que los remitentes podrían buscar alternativas o reducir la cantidad de dinero que envían.
“El impuesto en sí mismo representa un costo adicional que se suma a las comisiones y otros cargos asociados con la transferencia de dinero. En este contexto, el reto para las empresas del sector está en seguir manteniendo costos de envío bajos para los usuarios y en poder sostener esos precios”, sostuvo.
Si antes un migrante en Estados Unidos enviaba US$ 1,000 a Perú y se aplica un impuesto del 3.5% (como se ha propuesto), el monto disponible para el envío se reduce en US$ 35, quedando US$ 965, dijo la ejecutiva.
Otras repercusiones
José Arango Dipas señaló que otro efecto que se podría dar es que los envíos se hagan de manera informal, mediante familiares o por alguna encomienda, ello con el fin de evadir este impuesto.
Además, refirió que existe posibilidad de que las criptomonedas se conviertan en una opción para las remesas, ya que hay muchas empresas que ahora transfieren mediante esta moneda digital.
“Ahora, las empresas de cripto tienen negocios o relaciones comerciales con empresas locales que pueden hacer la conversión de criptos a monedas fiat, sea en dólar americano o en sol peruano. Entonces, los remitentes podrían buscar alternativas de envío para tratar de puentear ese costo de 3.5%”, mencionó Arango Dipas.
“La medida incentiva un poco más a la informalidad y a la digitalización de otros tipos de canales de envío de dinero, por sobre el sistema tradicional, que es la transferencia de dinero mediante agentes que están regulados y que cumplen con los parámetros legales”, concluyó.

Licenciado en Comunicación y Periodismo en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC). Con más de 6 años de experiencia en prensa escrita y digital. Actualmente, se desempeña como redactor en Diario Gestión.