Los futuros del café subieron en Nueva York al nivel más alto desde 1997 debido a la preocupación por sobre las cosechas de los principales productores, que amenazan con elevar aún más los costos para los tostadores y los consumidores.
El arábica, la variedad de alta gama preferida para las bebidas de especialidad, subió hasta un 3% el lunes. Los precios del café se han disparado este año debido a importantes interrupciones en el suministro de productores clave, desde Brasil hasta Vietnam. El precio del robusta, la variedad más económica que se utiliza en bebidas instantáneas, ha alcanzado recientemente su nivel más alto desde la década de 1970.
Ha aumentado la preocupación de una desaceleración de los suministros de Brasil después de una larga sequía que dañó los cafetos, lo que podría reducir la producción de la próxima temporada.
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El analista de Rabobank Guilherme Morya escribió en un informe que el potencial para la cosecha del próximo año “se ha visto ciertamente afectado por el largo periodo seco y caluroso que afectó a los cultivos de café arábica hasta setiembre”.
Esto ocurre incluso después de que las lluvias de octubre provocaran una “excelente floración” de los árboles, añadió Morya. Ahora existe el temor de que las flores no se fijen en las ramas, lo que pondría en peligro los cultivos, ya que las flores se convertirán más tarde en las cerezas que contienen los granos.
A la presión se suma la posibilidad de que el fuerte ritmo de las exportaciones de arábica este año se traduzca en escasas existencias al final de la actual temporada. El Servicio Exterior de Agricultura del Departamento de Agricultura de Estados Unidos prevé que las existencias de café de Brasil alcancen solo 1.2 millones de sacos cuando finalice la actual temporada en junio, lo que supone un descenso del 26% respecto al año anterior.
El repunte de los precios del café pone de manifiesto el hecho de que algunos productos agrícolas siguen afectando los presupuestos de los consumidores, a pesar de que los costos de los alimentos al por mayor han retrocedido desde el récord alcanzado a principios de 2022. A lo largo de la cadena de suministro, los vendedores han subido los precios y eliminado los descuentos para proteger sus márgenes.
Los precios del arábica han subido un 64% este año.
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