
Pese a las observaciones del Poder Ejecutivo de Perú, el Congreso de la República aprobó por insistencia la nueva Ley Mype el pasado 15 de abril, con la promesa de facilitar la formalización y aumentar la competitividad de las micro y pequeñas empresas (mypes), pero ¿qué tan efectiva sería?
Si bien el 99.1% del tejido empresarial peruano está compuesto por las mypes, para Horizonte Laboral -de Vinatea & Toyama- esta “Ley para la Formalización, Desarrollo y Competitividad de la Micro y Pequeña Empresa” no generaría cambios sustanciales en el 90.3% de las microempresas y el 45.6% de las pequeñas empresas que operan en la informalidad.
Las observaciones a la nueva Ley Mype
Mayen Ugarte, presidenta ejecutiva de Horizonte Laboral, señaló que la norma repite el enfoque de otras medidas que ya han demostrado ser ineficaces, sin cambiar las condiciones de fondo que empujan a las mypes a operar fuera del marco legal.
“Los cambios no están atendiendo a problemas esenciales que seguramente están en las mypes y que hacen que no se formalicen. Formalizarse no solamente es tributar a la Sunat; también es, por ejemplo, que te den tus papeles de defensa civil, que la municipalidad te autorice el local, y otros temas similares”, explicó a Gestión.
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Aunque se incluyen facilidades como la constitución digital de empresas en 48 horas, exoneraciones de tasas y asistencia técnica gratuita, se prevé que estas no representen un avance significativo frente a lo que ya existía.
También advirtió sobre nuevos términos introducidos en la norma, como el cambio de “pensión por invalidez” a “pensión por situación de discapacidad”, que podrían complicar aún más un sistema ya complejo.
“Inventar nuevas figuras sin claridad puede generar más enredos, sobre todo cuando ya existen diferencias importantes dentro del régimen”, refirió Ugarte.
Bajo este panorama, indican, se continuaría con el incumplimiento en normas laborales y tributarias, lo que da como resultado que 9 de cada 10 trabajadores en microempresas no tengan contrato, 6 de cada 10 tengan ingresos iguales o inferiores al salario mínimo, y la mayor parte esté excluida de los sistemas de salud y pensiones.
Reducción de carga de sanciones las mypes
Al mismo tiempo, Ugarte precisó que la norma permitiría reducir la carga de sanciones a las mypes, lo cual sí podría ser positivo.
“Está pensada para bajarle el peso a las sanciones. No está mal aliviar esa presión, porque ‘perseguir’ no es lo que fomenta la formalización. Lo que ayuda es facilitar que superen las barreras para formalizarse”, comentó.
Estas medidas, advierte el reporte, sin mejoras en acceso a financiamiento, productividad o reducción de cargas tributarias, tienen un impacto muy limitado.
En ese sentido, la representante de Horizonte Laboral sostuvo que los procesos más efectivos de formalización han sido los que articulan a las mypes con sectores que empujan al resto de la cadena productiva y, por el contrario, las normas que tratan de apoyar a cada empresa individualmente, sin una estrategia sectorial clara, tienen poco impacto.
Cabe mencionar que en la ley, en vez de proponer un régimen de formalización progresiva y adaptable, se mantiene la formalización como un requisito previo para acceder a beneficios clave.
“Son tan pequeños (los negocios), no tienen los recursos, que incluso el aprovechamiento de estas regulaciones a veces es imposible. Tiene que haber un incentivo fuerte, muy grande, para incorporarte al sistema y acceder al beneficio”, señaló.

¿Qué dice el gremio de mypes?
Daniel Hermoza, director de Mypes Unidas del Perú (MUP) coincidió en que la ley no garantiza la incorporación de los negocios informales a la formalidad.
“Esta es una ley que trata de consolidar a la microempresa, pero no es suficiente como para incentivar la formalidad. No parece estar diseñada para eso. Habla de educación tributaria y multas educativas, pero eso no basta para generar voluntad de formalización”, comentó.
Si bien se menciona la necesidad de una banca de riesgo, teniendo en cuenta que uno de los grandes problemas de la informalidad es la falta de acceso al crédito, no queda claro si se concretaría pronto.
Otro punto que preocupa es que la ley deja fuera del régimen especial a dos grupos fundamentales: las microempresas de subsistencia y las medianas empresas.
“No hay nada diseñado para los emprendimientos que recién nacen, donde está la mayor mortandad empresarial, ni para las medianas, que salieron muy golpeadas de la pandemia”, refirió.
Pese a esto, el representante de MUP resaltó que el proyecto contiene aspectos positivos, como la incorporación de un mecanismo que obliga a los funcionarios públicos a no retrasar los pagos a proveedores, lo que ayudaría a mejorar la liquidez de estas pequeñas empresas; así como el cambio en la mirada al comercio exterior, encargando la promoción de los productos de las mypes al Ministerio de Comercio Exterior (Mincetur) y ya no al Ministerio de Relaciones Exteriores como se establecía antes.
En el corto o mediano plazo, el gremio no espera cambios sustantivos para las mypes bajo esta legislación, pero apuntan que esto también dependerá de la aplicación que le den los sectores involucrados.
Medianas empresas se excluyen del régimen ¿qué pasará ahora?:

Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de San Martín de Porres, con experiencia en radio, tv y web. Escribo y hablo sobre economía y finanzas desde el 2020.