
Una nueva ley para las Obras por Impuestos (OxI) en Perú se publicó el último jueves. Si bien trae novedades sobre este mecanismo, aún quedan dudas sobre su aplicación que solo el reglamento, que tiene en sus manos el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), podrá aclarar.
Las principales mejoras que traería la nueva normativa son dos: el Impuesto General a las Ventas (IGV) pasará a ser un impuesto más que las empresas podrán descontar de sus obligaciones tributarias si incursionan en esta modalidad. Además, se crea un mecanismo derivado de OxI: Servicios por Impuestos (SxI).
Si bien especialistas recalcan lo interesante que suenan ambas iniciativas para OxI, hay varias dudas que aún están en el aire. El MEF tiene 90 días calendario para publicar el reglamento que las disiparía, es decir, máximo a inicios de enero del 2026.
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¿Cómo superar lo “técnicamente inviable”?
La principal incógnita gira en torno a cómo se superará ahora la crítica máxima que tuvo el ministerio en su momento. Como contó Gestión, la propuesta que ahora se volvió ley, se presentó inicialmente en octubre del 2024 en el Congreso de la República.
“Dicha propuesta resulta técnicamente inviable dado que no todos los recursos que recauda la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat) se transfieren al Gobierno central para el financiamiento del gasto público; tal es el caso (...) del IGV de los cuales una parte corresponde al Tesoro Público y la otra se destina a financiar el Fondo de Compensación Municipal (Foncomun), el cual pertenece a las distintas municipalidades”, decía la autógrafa entonces.
¿Ya está claro cómo superar lo anterior? Si bien la ley establece que el IGV podrá ser escogido por la empresa para obtener su beneficio tributario, por haber realizado una OxI, solo indica que no hay un orden de prelación, es decir, la empresa es libre de escoger al IGV, como a cualquier otro tributo habilitado.

Karen Ángeles, socia del área regulatoria y de OxI del Estudio Hundskopf & Garcia Nores, indicó que así las cosas es el reglamento el llamado a determinar cómo se haría técnicamente viable su inclusión.
“El 2% de la tasa total de 18% que se recauda por IGV va directo a las municipalidades. Si el Impuesto a la Renta (IR), con el que nació OxI, se incluyó es porque lo administra totalmente el Tesoro”, agregó la abogada.
Al respecto, una alternativa que ve viable Gonzalo Pereyra, presidente ejecutivo en Probienes, que apoya a empresas a encaminar sus OxI, está vinculada a fijar un tope de uso al IGV.
“La ley previa decía que se consideraban todos los impuestos administrados por Sunat. El IGV tiene esta particularidad: es mixto. Creería que el reglamento establecerá un tope, probablemente solo la parte que recae en el Tesoro”, planteó.
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Servicios por aterrizar
La otra noticia que trae la nueva ley OxI es que se oficializa la creación de un mecanismo derivado de su lógica: Servicios por Impuestos (SxI). Esta era una vieja propuesta del Gobierno actual, ya que la propuso inicialmente Alex Contreras en el MEF, como parte del “Plan Unidos”, estrategia para sacar al Perú de la recesión en 2023.
La nueva norma OxI señala que el Estado podrá recibir propuestas de servicios en sectores como salud o saneamiento, aparte las delimita territorialmente, para zonas rurales o de frontera. De igual forma, se podrán brindar SxI para elaborar instrumentos de planificación territorial.
Además, define qué se entiende por “servicio”. En este caso “aquellas actividades que no constituyen inversión, operación o mantenimiento, pero que resultan necesarias para garantizar la atención oportuna de las necesidades de los beneficiarios en las materias mencionadas (los sectores)”.
La zona gris que identifica Ángeles en lo que dice la nueva ley es que no es precisa en los tipos de servicios que se brindarán por rubro económico, más allá de los de ordenamiento territorial, que sí están listados en el artículo 2.

“Deja preguntas abiertas, por ejemplo: ¿ayudar en la gestión de un colegio sería un SxI? ¿Es considerado operación y mantenimiento? Eso es lo que no dice la norma: si cosas como el pintado, barrido o una consultoría a la dirección de un colegio se pueden considerar SxI", explicó la abogada.
Otro asunto en el aire es cómo será el procedimiento para que un privado postule para brindar este tipo de servicios. A diferencia una OxI, se entiende de la ley que no se seguirían fases de maduración, como si ocurre con los proyectos.
Sobre ello, Pererya confió en que el reglamento será capaz de establecer con claridad las formas en las que SxI se hará operativo.
“Incluir el concepto ya es un gran avance (por el tiempo que tomó hacerlo ley). El complemento que tendrán los servicios con las obras es importante porque hará que estos activos se mantengan en el tiempo. Definitivamente el reglamento tiene que aclarar la operatividad”, manifestó.
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¿Adjudicaciones del 2025 no repetirían éxito del 2024?
En 2024, las OxI tuvieron el mejor año de su historia con más de S/ 4,317 millones en adjudicaciones. Y según Denisse Miralles, directora de Inversiones Descentralizadas de ProInversión, este 2025 se busca lo mismo.
Eso se lo dijo la funcionaria a Gestión precisamente luego de que el Congreso aprobara la nueva ley OxI. En ese momento comentó que la agencia identificó tres grupos que se interesarían en el mecanismo con el IGV incluido: mypes, mineras en etapa de exploración y las concesionarias.
¿Lograrán la meta? Al menos la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco), tal como reportó este Diario hace unos días, lo ve difícil. El gremio calcula que para repetir las adjudicaciones del 2024, ProInversión tendría que incrementar el ritmo actual de adjudicación (S/ 2,207 millones a inicios de septiembre) 18.3% cada mes restante del año.
Pereyra consideró que, en todo caso, 2025 podría ser el segundo mejor año en la historia de OxI, tomando en cuenta que “los cambios de la nueva ley recién darán frutos en 2026″.
A lo anterior, Ángeles sumó que deberá elaborarse con cuidado el reglamento. Si bien los cambios son buenos, se corre el riesgo, a su criterio, de desvirtuar OxI.
“Se abren muchas posibilidades nuevas y las prioridades pueden ser infinitas. El futuro de OxI no solo está en la norma, sino también en el compromiso de todos los stakeholders. Tocará ver cómo funciona, y si no lo hace, cómo enmendarlo”, recalcó.

Periodista económico con más de 5 años de experiencia en el rubro. Licenciado en Comunicaciones por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Antes fui parte del equipo fundador del medio digital Sudaca. Cubro temas vinculados a proyectos de inversión público y privada en más de una modalidad y hago seguimiento a diversos sectores económicos.