
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) revisó ligeramente al alza su proyección sobre la economía peruana y apuntó que se expandiría un 3.1% en este año. Esto marcaría una ligera desaceleración luego de que, en 2024, el avance fuera de 3.3%.
El organismo también estimó que la actividad peruana entraría a un tendencia de pérdida de ritmo: en 2026, el incremento del Producto Bruto Interno (PBI) sería de 2.8%, mientras que en 2027, de 2.7%. Esto lo dieron a conocer este martes 2 de diciembre en su conferencia “Perspectivas Económicas de la OCDE: América Latina”.
“Nuestro pronóstico es un crecimiento del 3.1% para este año, moderándose hacia el 2026 y 2027, en línea con una mayor incertidumbre doméstica, riesgos externos y la convergencia hacia un ritmo de crecimiento subyacente más lento”, señaló Paula García, jefe del equipo de Perú y Colombia de la OCDE.
En su análisis, desde la OCDE valoraron que la economía nacional se presenta “resiliente” ante un contexto de incertidumbre internacional y doméstica. En la primera parte del año marcó un avance de 3.3%. En el tercer trimestre, recientemente reportó el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), anotó una expansión de 3.4%.
“Esto ha reflejado una inflación baja, un mercado laboral algo más dinámico y una recuperación de la inversión apoyada por mejores condiciones financieras y nuevos proyectos de Asociaciones Públicos Privadas (APP)”, destacó García.
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OCDE apunta prioridades para la economía de Perú
La política fiscal también fue objeto de análisis en esta presentación. Aunque mencionaron que la consolidación fiscal se ha “reiniciado”, subrayaron que se requieren de mayores y factibles esfuerzos.
Como se sabe, el país viene incumpliendo dos años consecutivos su regla de déficit. Este año, la meta es de 2.2% del PBI y, a octubre, el acumulado es de 2.3%, en un contexto de altos niveles de exportaciones y récord de términos de intercambio comercial.
“En cuanto a la política fiscal, vemos que la consolidación se ha reiniciado, pero se necesitarán más medidas para cumplir con las reglas fiscales y preservar la sostenibilidad de la deuda, sobre todo a partir del año que viene”, apuntó la jefa de la OCDE para Perú.
Ante este escenario, García indicó que una de las prioridades para el país debe ser la prudencia fiscal, enfocado en tres aspectos: gasto público, empleo en el Estado y la pérdida de ingresos tributarios.
“Esto implica mejorar la eficiencia del gasto, contener el crecimiento del empleo del sector público y avanzar hacia una reforma tributaria que permita la ampliación de la base y reducir exenciones tributarias ineficientes”, enfatizó.
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A estos puntos sumó que también deber ser una prioridad elevar el crecimiento de largo plazo, apuntando a la simplificación de regulaciones y permisos, mejorar la coordinación entre los niveles de Gobierno y reducir costos laborales no salariales.
“[Esto] sobre todo para los trabajadores de bajos ingresos, que acompañado con mejoras en educación y habilidades permitiría facilitar la formalización, impulsar la inversión y mejorar la calidad del empleo”, complementó.
A su turno, Aida Caldera, jefa de división, departamento de Economía de la OCDE, observó que, a nivel de la región, las altas cargas regulatorias limitan la creación y crecimiento de empresas.
“Creemos que es un momento adecuado para impulsar reformas estructurales (…) un área en concreto donde hay margen de mejora es en digitalizar el sector público, que avanza de forma dispar entre países. Digitalizar el sector público no solo da como beneficio una modernización, sino que también ayuda a transformar las economías”, refirió.
Valoración de la inflación en Perú
A nivel de América Latina, preocupa que la inflación sigue elevada en algunos casos, también anotó Caldera. “En Latam coexisten desafíos que están sin resolver en la región. La inflación está elevada en algunos países. Ha sido persistente y, en varios países, se mantiene por encima [de los rangos metas de sus bancos centrales]”.
“El mensaje en política monetaria es que es importante mantener una prudencia, basado en datos y así llevar la inflación a la meta en un contexto de alta incertidumbre [internacional] y cuando vemos que políticas fiscales son expansivas”, complementó.

Sin embargo, Perú es una grata excepción. García destacó que la inflación lleva varios meses dentro del rango meta y las expectativas de inflación siguen ancladas en torno al objetivo del BCRP, de entre 1% y 3%.
“La inflación, prevemos, se mantendrá controlada alrededor del objetivo del BCRP del 2% (…) la política monetaria se encuentra en una postura neutral, que es adecuada, pero debe seguir siendo cautelosa”, puntualizó.

Bachiller en Comunicación y Periodismo en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), especializado en economía, negocios, mercado laboral, políticas públicas, tributario, procesos concursales.








