
El Gobierno peruano respondió a las recientes especulaciones sobre un posible proyecto ferroviario impulsado por Brasil y China que buscaría conectar el Atlántico con el Pacífico. Este sábado, el canciller Elmer Schialer remarcó que ningún país puede acceder al océano Pacífico sin la participación del Perú, en referencia al memorándum de entendimiento firmado por los gobiernos de Brasil y China para estudiar la viabilidad de un tren bioceánico.
“¿Cómo se puede acceder al Pacífico por donde ellos quieren sin la participación del Perú? Sería absolutamente, digamos, hasta tonto, por llamarlo de alguna manera, pretender algo así, escondiendo las cosas del Perú. No, de ninguna manera”, sostuvo Schialer en declaraciones difundidas por la Cancillería.
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Según el ministro, lo firmado entre Brasil y China no es un tratado vinculante ni contempla actualmente el territorio peruano. Se trata de un memorándum de entendimiento para realizar estudios exploratorios en el territorio brasileño durante los próximos cinco años. “Quien diga que se está dejando de lado al Perú está alarmando innecesariamente a la opinión pública”, enfatizó.
El proyecto, que busca unir el estado de Bahía (Brasil) con el puerto de Chancay (Perú) atravesando la Amazonía, fue presentado por Brasil como parte de su agenda de integración regional y cooperación con China. No obstante, hasta el momento, Perú no ha sido consultado ni ha aprobado ninguna participación oficial en este plan.
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Schialer recordó que la iniciativa de una conexión bioceánica entre el Atlántico y el Pacífico ha sido debatida desde hace varios años, especialmente bajo el marco de la Iniciativa IIRSA (Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana), y que Perú ya cuenta con tres ejes viales transversales hacia Brasil: norte, centro y sur.
Agregó que el nuevo contexto incluye una infraestructura clave: el megapuerto de Chancay, actualmente en etapa avanzada de construcción, que permitiría conectar a Sudamérica con Asia en poco más de 20 días. “Esta es una nueva oportunidad de tomar una vieja idea, pero los desafíos siguen siendo formidables”, dijo.
Entre estos desafíos, el canciller citó aspectos ambientales, de ingeniería, financieros y normativos, e hizo un llamado a que cualquier proyecto de este tipo sea ejecutado con transparencia y sin corrupción.
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El canciller también criticó con firmeza algunas voces políticas locales que acusaron al Gobierno de pasividad o complicidad frente al anuncio. “Con mucha sorpresa y quizá decepción he visto apreciaciones totalmente inexactas y llenas de soliviantos. Así no se tratan los negocios internacionales”, expresó.
Por su parte, el primer ministro Eduardo Arana ya había declarado el pasado miércoles que el Perú “no ha autorizado ni piensa invertir” en un tren de este tipo. “Si es una propuesta extranjera con capital privado, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones evaluará si se autoriza”, indicó.
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El interés chino en el Pacífico
El reciente acuerdo entre Brasil y China, anunciado el lunes pasado, responde al interés de Beijing de diversificar rutas logísticas hacia el Pacífico, en un contexto de creciente disputa global por la infraestructura estratégica en América Latina.
Sin embargo, como remarcó el canciller Schialer, cualquier corredor bioceánico que involucre el acceso a costas peruanas “no puede existir sin diálogo directo y participación activa del Estado peruano”. El mensaje es claro: Perú controla su salida al mar y no permitirá que se la excluya de una iniciativa de esta envergadura.