
El Colegio de Ingenieros del Perú (CIP) advirtió que el país atraviesa una etapa decisiva para el futuro de la minería y que, si se destraban los trámites pendientes, once proyectos podrían entrar en operación hacia 2028, con una inversión conjunta superior a US$ 8,000 millones.
En diálogo con Gestión, el coordinador nacional del Capítulo de Ingeniería de Minas del CIP, Ing. Heber Carrasco Navarro, destacó que iniciativas como la reposición de Antamina, Corani, Raura, Tantahuatay, Chalcobamba, Trampiche, Pampa de Pongo, Tía María, Romina y Safranal podrían consolidar al Perú como un referente mundial en minería sostenible.
“Estamos ante un momento clave. Tenemos proyectos listos, pero enfrentamos excesiva burocracia y plazos que, en algunos casos, llegan a demorar año y medio para permisos que en otros países como Canadá se resuelven en tres semanas. Si logramos destrabar estos procesos, el país crecerá y atraerá inversión de largo plazo”, subrayó Carrasco.
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Ventanilla única y seguridad jurídica
El CIP propone la creación de ventanillas únicas que concentren los trámites con los ministerios de Energía y Minas, Ambiente, Cultura y Agricultura, a fin de reducir la incertidumbre sin debilitar los estándares ambientales. Asimismo, plantea plazos vinculantes para las aprobaciones.
Carrasco alertó que la inseguridad jurídica también es un factor que limita la inversión. Recordó los casos de Tía María, paralizado pese a tener permisos vigentes, y de Las Bambas, afectado por bloqueos constantes:
“La falta de mecanismos eficaces para resolver conflictos sociales y garantizar el libre tránsito genera pérdidas millonarias y envía un mensaje negativo al inversionista. Necesitamos normas claras, duraderas y coherentes”, dijo.
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Lo que se viene
De acuerdo con el Banco Central de Reserva, la minería crecería 5.8% en 2025, aportando 0.8 puntos al PBI nacional. Para el CIP, esta cifra podría ser mayor si los proyectos se ponen en marcha, con un fuerte impacto en generación de empleo, canon y desarrollo regional.
El gremio también proyecta que, hacia 2028, el Perú podría consolidar una gran minería moderna y sostenible, con mayor incorporación de tecnologías limpias.
Quellaveco ya opera con camiones eléctricos y Antamina trabaja con sistemas de recirculación de agua, destaca Carrasco.
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Formalización y comunidades
En cuanto a la minería artesanal y de pequeña escala (MAPE), el CIP propone agilizar trámites de formalización, definir zonas autorizadas de operación y promover asistencia técnica para adoptar tecnologías limpias y dejar de lado el uso de mercurio.
Sobre la relación con las comunidades, Carrasco señaló que el principal reto es construir confianza y educación minera:
“Antes de dar un mensaje directo, lo primero es que el Estado, los gobiernos regionales y el Congreso promuevan y capaciten sobre la importancia de la minería. Solo así podremos reducir la desconfianza y construir una minería responsable e inclusiva”, expresó.
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Expectativa hacia 2028
El CIP concluye que el país se juega en los próximos años la posibilidad de pasar de la parálisis regulatoria a convertirse en un destino minero atractivo y competitivo:
“Si logramos destrabar los 11 proyectos, el Perú dará un salto en competitividad y sostenibilidad. Seremos un referente mundial en minería de gran envergadura, con estabilidad económica y social”, sentenció Carrasco.

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