
Ante la incertidumbre en el comercio global y la posibilidad de aranceles sobre sus exportaciones de cobre, el ministro de Relaciones Exteriores de Perú, Elmer Schialer, indicó durante una entrevista con EFE en Nueva Delhi que el país ya está explorando activamente opciones para diversificar sus mercados.
En relación con la incertidumbre en el comercio global y el riesgo de aranceles al cobre por parte de economías importantes como Estados Unidos o China, el canciller Schialer enfatizó la posición de Perú como el segundo mayor exportador de este metal después de Chile.
A pesar de la importancia del cobre para la economía peruana, el canciller peruano se mostró confiado en la capacidad de Perú para adaptarse a posibles cambios en el mercado estadounidense.
“Dado que es una materia prima, el cobre es absorbido absoluta y rápidamente por otros mercados, esos otros mercados, tal como lo está haciendo Chile. Nosotros ya lo estamos haciendo también, lo estamos haciendo”, contó a EFE.
Estas declaraciones se producen en un momento en el que Estados Unidos ha mostrado una tendencia a revisar sus acuerdos comerciales y a considerar la imposición de aranceles en sectores estratégicos.
La estrategia de Perú frente a los cambios en materia comercial van también a todos sus sectores
“Lo que estamos haciendo es estudiar otros mercados para ver escenarios alternativos sobre a dónde probablemente irán nuestros productos. Lo estamos haciendo de manera muy activa y con un éxito relativo. Nos está yendo bien; creo que tendremos pocos problemas para redirigir nuestros productos. Tenemos varios mercados, incluida la India”, aseguró.
Esta búsqueda de diversificación se alinea con la preocupación de varios países latinoamericanos ante posibles cambios en la política comercial de grandes potencias.
Además, el canciller destacó la importancia del acuerdo comercial vigente con Estados Unidos que se rige por un acuerdo de libre comercio (TLC), con un superávit para Estados Unidos, “lo que significa que es más beneficioso, en términos de lo que actualmente se está considerando, para Estados Unidos. Es un muy buen acuerdo de libre comercio, muy bueno para ambos”, dijo.
Así que, a juicio del ministro peruano, “aquí no tenemos ningún problema”; y en este sentido Perú intenta recordar a EE.UU. estos beneficios mutuos en el actual panorama.
“Según la nueva política comercial de Estados Unidos, sabíamos que la nueva política exterior de Estados Unidos se basa en cuatro cosas: la política comercial, la inmigración, el tema de la seguridad (...) Y una cosa que también es importante son las definiciones de los mercados”, comentó.
Sin embargo, consideró que falta todavía claridad sobre la política arancelaria estadounidense hacia Perú. “Necesitamos ver exactamente de qué se trata. Todavía no tenemos una comprensión clara de la política arancelaria de Estados Unidos: Asia, América Latina, especialmente Perú”, señaló.
Aunque Estados Unidos ha tomado medidas con Colombia, México, con Canadá, por supuesto, con China, pero, apuntó, “con Perú, hasta ahora, no tenemos nada claro; no hay una decisión clara sobre porcentajes, o áreas, o productos. Eso es lo primero que tenemos que hacer”.
Migración de peruanos
Schialer se refirió también a los asuntos bilaterales de migración, sobre el que dio algunas cifras concretas de deportaciones de peruanos a lo largo de los últimos dos años, subrayando un flujo similar en las dos últimas administraciones en la Casa Blanca.
De aproximadamente un millón de peruanos en Estados Unidos, entre el 20 y el 30% están en este país indocumentados, lo que suponen aproximadamente entre 200,000 y 300,000 migrantes indocumentados del universo total actualmente existente.
“Durante 31 meses han llegado más de 105 vuelos, a veces uno o dos por semana, y aproximadamente 14,000 peruanos ya han sido deportados de Estados Unidos. Por lo tanto, debemos darnos cuenta de que la política de inmigración de Trump para Perú, sin mencionar la de otros países, no ha cambiado y no es diferente de la de la administración anterior”, dijo.
Para el canciller, la política migratoria estadounidense continúa una tendencia histórica que “ha priorizado la seguridad fronteriza y la deportación de inmigrantes indocumentados, una tendencia que se ha mantenido bajo diferentes administraciones”.
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Inversionistas norteamericanos en Perú
El ministro de Relaciones Exteriores también contrastó la presencia de la inversión estadounidense en Perú y América Latina con la creciente inversión china.
“¿Dónde han estado los inversionistas norteamericanos? No es que nosotros nos hayamos ido o preferido por otros países, no es cierto, sino que ellos se ausentaron no solamente del Perú, sino de América Latina”, apuntó.
Schialer comparó cómo ha crecido el comercio de Perú con Estados Unidos y China desde que se firmaron los tratados de libre comercio con cada país.
En esa línea, dijo que hace unos 15 años, cuando se firmó el acuerdo con Estados Unidos, el comercio entre ambos era de 9,000 millones de dólares. Para cuando terminó el primer gobierno de Donald Trump en 2017, ese comercio había aumentado a 12,000 millones de dólares y siguió creciendo.
Al mismo tiempo, Perú también firmó un tratado de libre comercio con China y el comercio con ese país creció de 9,000 millones de dólares a más de 30,000 millones de dólares en la actualidad.
No obstante, el canciller quiso dejar claro que la diferencia en el crecimiento del comercio no se debe a que Perú haya rechazado la inversión estadounidense o haya preferido la china, sino a que Estados Unidos tenía otros intereses de inversión.
Puerto de Chancay: una concesión privada de uso público
En otro momento, Schialer, defendió la política de inversión abierta y no discriminatoria de Perú, con especial atención a las inversiones chinas en proyectos estratégicos como el megapuerto de Chancay.
La iniciativa, de gran magnitud, ha generado interés a nivel internacional, pero también ha suscitado preocupaciones de Estados Unidos sobre la creciente influencia de China en proyectos de infraestructura clave en América Latina, incluyendo Perú.
“Perú es en primer lugar, democrático, no discriminatorio y abierto y estable a toda actividad económica que está regulada por la ley peruana, sin distinción del origen del capital o de los bienes o servicios de donde vienen”, dijo.
Agregó además que “es un puerto privado, en segundo lugar, es un puerto privado de uso público. ¿Eso qué significa? Privado, porque son empresas las dos y son empresas privadas. El riesgo de capital es privado”, subrayando esto último para diferenciar este proyecto de la construcción de infraestructura para la Nueva Ruta de la Seda con la que algunos países se han endeudado para la construcción.
También, dijo, “hay que decir que es de uso público. ¿Qué significa de uso público? Significa de que están sujetos a las leyes peruanas, no a las leyes chinas. No es un enclave, no es una potencial base militar”.
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Para reforzar este punto, el canciller explicó la normativa peruana sobre el ingreso de naves militares extranjeras a territorio nacional, desestimando “esa idea de que este es una un enclave chino con potenciales o usos militares”.
“De acuerdo a nuestra legislación, cuando una base, cuando una nave militar entra a puerto, no importa si es un puerto civil o de cualquier tipo y es extranjera, tiene que pedir permiso para entrar. Así sea para cambiar dotación o para recoger alimentaciones, o sea, para hacer este el avituallamiento. Tiene que pedir permiso al Estado y ni siquiera al Ejecutivo, sino al Congreso”, mencionó a EFE.