
En un contexto donde el 27.6% de los peruanos aún vive en situación de pobreza, según cifras del INEI al 2024, un nuevo estudio ha puesto la lupa sobre la pobreza multidimensional entre emprendedores atendidos por el sistema microfinanciero. El Informe de Impacto 2024, elaborado por Financiera Confianza y la Fundación Microfinanzas BBVA, analizó datos de más de 240 mil hogares en todo el país.
La radiografía revela carencias estructurales persistentes. El 34% de los hogares no cuenta con saneamiento adecuado: el 73% de estos no tiene inodoro, y el 26% usa letrinas sin conexión a redes sanitarias. Además, el 29% carece de seguro médico y el 21% habita en viviendas con materiales precarios.
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A nivel educativo, persisten dificultades para acceder o completar la educación básica. Estas limitaciones son más marcadas en las mujeres: el 48% de las clientas evaluadas viven en pobreza, frente al 16% de sus pares hombres. En total, el 59% de los clientes de crédito son mujeres y el 32% reside en zonas rurales.
El informe también reporta avances: el 53% de los hogares mejoró sus ingresos en 2024 y, tras tres años de financiamiento, el 27% de los clientes logró salir de la pobreza económica. Los emprendimientos apoyados generaron más de 40 mil empleos directos.
En materia de cambio climático, se han implementado mapas de riesgo y seguros adaptados a cultivos y zonas de exposición. En 2024 se contrataron más de 125 mil pólizas, y alrededor de 300 clientes fueron indemnizados por daños relacionados con lluvias e inundaciones.
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El reporte fue presentado junto con el nuevo Índice de Pobreza Multidimensional para América Latina (IPM-AL), elaborado por la CEPAL. Pablo Villatoro, investigador del organismo, destacó que la pobreza en la región tiene un fuerte sesgo de género y afecta especialmente a menores de edad y adultos mayores.
Este tipo de medición busca visibilizar que las condiciones de vida no se explican solo por los ingresos, sino también por el acceso efectivo a servicios básicos, educación, salud y vivienda adecuada.
